No de los principales objetivos de A.S Neill era formar una institución para hacer niños felices y libres

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Como se ha dicho antes la libertad es muy importante, el niño debe tener desde pequeño derecho a vivir su propia vida, siempre y cuando no perturbe la de sus compañeros ni la de sus familiares, por eso hay unas leyes estipuladas elaboradas por la misma comunidad. Por otro existe la autorregulación, donde niño es capaz de adaptarse a las circunstancias cambiantes que le rodean, a no ser que se impidan sus constantes esfuerzos por adaptarse a lo que otros adultos exigen de él. De tal manera, el niño se alimentara cuando tenga hambre y adquiere costumbres de limpieza solo cuando quiera.

El trabajo escolar en Summerhill no se le da mucha importancia, todas las clases son optativas, no existen grados académicos ni calificaciones parciales ni globales. Las asignaturas escolares, gran salto de la devoción de Neill, más bien las despreciaba porque el tiempo que le tomaba al niño entenderlas le impedía entregarse a las actividades que realmente le gustaban. Decía que les robaban a los niños el derecho de jugar sin descanso.

Si un niño no es feliz, uno de los principales culpables son los mismos padres, si los padres tienen carácter fuerte o quieren imponer una postura de mandato, los niños nunca podrán ser libres. Los niños podían sentirse tan libres en Summerhill, que existía la posibilidad que sintieran miedo a la hora de irse a sus casas, porque algunos padres eran autoritarios y no podían desenvolverse como lo hacían en la escuela. Esta situación también podía crear un conflicto en el hogar porque los padres podían llegar a sentir celos al pensar que los hijos preferían estar en la escuela que en su casa.

Para concluir se puede decir que Neill rechazo completamente la educación formal, y fue por eso que decidió crear Summerhill, un ejemplo completamente diferente de reformismo pedagógico y un referente paradigma de la educación antiautoritaria. El autor confió ciegamente en la libre expresión y en la diversión del niño, era uno de sus puntos más importante de su práctica escolar. Defendió la idea de dejar a los alumnos libertad para expresar sus instintos agresivos y destructivos, de tal manera que pudiera liberar sus emociones y luego se le invitaba a charlas o lecciones privadas que consistían en una aplicación personal con una psicoterapeuta que lo destinaba a liberar todos sus impulsos y emociones que pudiera estar reprimiendo el niño.

El niño educado en una atmosfera de libertad no necesita ningun maestro que le diga que es lo que debe estudiar, ya que se desarrollara emocionalmente sano, se educaran las emociones y el intelecto se cuidara solo.