Ornada Institucional 2017 Documento para la discusión
Enviado por Eric • 1 de Enero de 2019 • 1.738 Palabras (7 Páginas) • 292 Visitas
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Por otro lado, se presentan casos en donde los problemas involucran conexiones cada vez más complejas con las prácticas del lenguaje. En este punto nos preguntamos ¿se puede construir un itinerario de lectura mediante el proceso de resolución de problemas? Tomemos como ejemplos el siguiente problema:
Después de un día de mercado, Antonio ha vendido 46 tomates, 12 bananas, 27 naranjas, 25 cebollas y 16 lechugas. ¿Cuántos vegetales ha vendido?
Si leemos el problema en apariencia requiere de una simple operación para su resolución pero es más complicado de lo que se presenta a una lectura inicial. En primer término un problema que toma como temática las transacciones que existen en un espacio destinado al autoabasto es algo que permanentemente se encuentra en la cotidianidad de la experiencia social de los alumnos.
Un primer paso requiere que en una conversación se reconstruye las relaciones sociales del espacio denominado “feria”, de la idea de venta y compra para el consumo y de los roles de género que aparecen (quienes compran las verduras y porque). Tenemos así una reconstrucción de un sector de lo social ahora viene la identificación de la relación lógica que estructura el problema como enunciado matemático: nos referimos a las formas clasificatorias.
Clasificar implica un ordenamiento de objetos de acuerdo a un criterio y es una operación básica en la construcción de la idea del número y de las relaciones lógicas que hacen a otros campos de conocimiento como las ciencias naturales. la operatoria de clasificar requiere que identifiquemos el criterio para poder proceder a ese ordenamiento; precisamente es ese criterio el que se torna problemático para los alumnos ya que la clasificación de frutas y verduras están vinculadas a factores de orden cultural (principalmente a las prácticas de alimentación de los grupos sociales)
¿Qué sucedió cuando intentaron resolver el problema? este problema admitía tres posibilidades de resolución:
- los alumnos no consideran la centralidad de la pregunta y las formas clasificatorias, resuelven el problema sumando solo las cantidades numéricas que el problema contiene. esto representa un “problema” para la comprensión y racionalidad de los datos, es decir la posibilidad que ciertos datos quedan excluidos del proceso de resolución. La mirada solo puesta en la operación indica, para el razonamiento del niño, que el problema es de suma y que sumando todos los números obtendrá el resultado.
- la segunda alternativa indica que puede diferenciar frutas de verduras: su razonamiento sigue una lógica del uso social de los alimentos (la banana es una fruta porque se come después de la comida, la cebolla se usa para cocinar, la lechuga se usa como ensalada y finalmente el tomate se usa para cocinar es una verdura) En este punto los alumnos haciendo uso de las prácticas sociales vinculadas a la cocina sumaron lo que ellos consideraron solo como verduras. reconocieron la clasificación pero no resolvieron el criterio formulado encontró sus límites al momento de ubicar los tomates en frutas o verduras.
- la última posibilidad surgió de la interpelación de una de las niñas sobre el razonamiento de la mayoría de los niños. Afirmó lo siguiente: “mi mamá me dijo que es una fruta” sobre ese emergente del proceso dialógico de construcción de sentidos se procedió a argumentar y validar o refutar la respuesta de la niña. Se solicitó a los alumnos que les preguntaran y trajeran por escrito la opinión “de la mamá”.
El proceso de resolución quedo entre paréntesis ya que era necesario resolver cuestiones que hacen a la semántica del lenguaje y a las prácticas sociales. Cuando trajeron las respuestas la mayoría argumentaba que era una verdura porque se usa en la cocina y en las ensaladas y que las frutas no se cocinan sino que son postres. Este razonamiento se contrasto con la propuesta de un breve itinerario de lectura por el docente.
Se les propuse la lectura de una noticia titulada: “El tomate, ¿es una fruta? ¿Es una hortaliza? ¿Es una verdura?”. La noticia relataba una situación de demanda de los productores de tomate que se negaban a pagar un impuesto a las verduras argumentando que lo que ellos producían eran frutas. En la lectura de la noticia se tuvo que aclarar términos como hortalizas y explicar cómo se produce una demanda y cómo los abogados recurrieron a los testimonios de los especialistas en biología y que los mismos argumentaron el carácter de fruta de la planta.
Vemos de esta manera como un problema matemático puede ser el punto de partida para un debate de orden cultural y lingüístico que involucre a otros interlocutores que participan en la construcción de los sentidos sociales de ciertas prácticas. La resolución de problemas expresan estructuras matemáticas y formas de razonamiento y operatividad pero también formas discursivas que articulan y dan sentido a las cantidades y a las relaciones lógico- deductivas e inductivas presentes en los enunciados.
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