PARALELISMOS Y DIFERENCIAS EN LA EVOLUCION DE LA PSICOMOTRICIDAD Y LA EDUCACION ESPECIAL
Enviado por Sandra75 • 22 de Abril de 2018 • 16.432 Palabras (66 Páginas) • 479 Visitas
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“Lectura de la palabra” se orienta a lo que otros han escrito a partir de sus propias lecturas; y con ello de lo que han experimentado, del contexto en el que realizaron sus prácticas, sus reflexiones, teorías que sustentaron, métodos, etc. Lectura del otro, sin prejuicios pero también desde un posicionamiento crítico. “Crítica”, no es oposición a priori; es discernir, analizar, establecer criterios… buscar comprender el texto en un contexto. Entre la “lectura del mundo” y la “lectura de la palabra” hay una relación dialéctica por la que transita la formación permanente.
LA PERSPECTIVA HISTÓRICA DE LA PSICOMOTRICIDAD
¿Investigar la historia o historizar?
La organización cronológica del concepto de Psicomotricidad, de sus fuentes de influencias, de su desarrollo teórico y práctico; pueden ayudar de manera didáctica a comprender mejor las diferentes propuestas que se diseminan en la bibliografía y las diversas ofertas que podemos encontrar en nuestro medio educativo y terapéutico. A menudo esa historia se presenta secuencialmente y de manera esquemática.
No obstante, todo esquema puede modificarse según la perspectiva desde donde se mire un fenómeno. Puede mantenerse invariable el esquema cronológico pero variar sus conclusiones. Las combinaciones son múltiples según los ejes de análisis que se tomen. De manera que al investigar la historia vamos a encontrarnos con una multiplicidad de discursos que alteran el esquema cronológico de una serie.
El objetivo es abordar esta historia en su complejidad, buscar desentrañar sus múltiples causalidades y no solamente enumerar una sucesión de fenómenos. La historia tiene que ver con lo temporal, la sucesión y la duración; pero también con el espacio y las circunstancias. Las posiciones teóricas y prácticas de la Psicomotricidad como de cualquier disciplina, se relacionan con desarrollos y acontecimientos que exceden sus límites.
En sentido estricto no hay relación “autónoma” entre teoría y práctica. La Psicomotricidad como disciplina es en cierto sentido, una “historia de influencias”. Pero estas influencias no solo lo representan las concepciones y prácticas con las que se va conformando en cada etapa; concepciones y prácticas internas a una supuesta especificidad. La Psicomotricidad no es un “cubil” en el que se alojan teorías y métodos en convivencia armoniosa; y la especificidad es una construcción histórica que se inscribe en una historia más amplia.
La situación socioeconómica, la ideología y políticas predominantes determinan sus espacios de acción, cuando no su desarrollo mismo. Las concepciones avanzan más por oposición; lo que en el presente puede aparecer como superado, en el momento de su aparición histórica, tuvo sus avatares, adhesiones y oposiciones.
La historia como estudio del pasado, permite comprender el presente, nos incluye en un espacio constituido por muchos lugares. La historia de la Psicomotricidad no es la “historia de un autor”. No es historia de un método o punto de vista particular; es sobre todo, investigación de los procesos de transformaciones conceptuales y prácticas en referencia a las circunstancias que le dieron origen.
Situarse en una perspectiva histórica es al mismo tiempo historizar. No es establecer simplemente una línea del tiempo donde se sitúan “hechos”; es otorgarle un sentido a esos hechos desde un lugar y posición determinada. Esto implica analizar los hechos, relación teoría-práctica a partir de ciertas categorías, que como tales son la construcción desde una mirada particular.
Ahora, en toda historia, no existen dos polos: uno malo y otro bueno. En la historia no existe lo “malo” y lo “bueno”; existen diversidad de causas y efectos; sucesos acaecidos, ocultados o no realizados; lo posible, lo imposible; los sentidos de los hechos según la variedad de puntos de vistas que construyan esos sentidos. La historia no son solo los hechos; es también historicidad, puesta en duda de las evidencias, suspensión de las certezas.
Los hechos en la historia deben analizarse en primera instancia, en orden a las circunstancias y relaciones que le dieron origen y no en virtud de categorías construidas a posteriori que se aplican a otras condiciones. Sin duda que la mayor riqueza está en una posición y pensamiento crítico; aunque eso puede operar en el presente y el futuro, y hacer obstáculo para la comprensión del pasado. Por lo tanto, la propuesta es asumir la contradicción, pero transitando esos dos momentos, conceptualmente diferenciados: el de la comprensión y el de la crítica.
El historizar ya es un intento de ruptura con el positivismo que busca las explicaciones en el hecho mismo; constituye un hiato, una detención de las acciones para reflexionar en el tiempo, del tiempo, con el tiempo, en el sentido de poner una historia sobre relieve. Es inscribir los acontecimientos en un marco situacional, en un contexto determinado; es también, dar cuenta de cómo se interpreta una realidad en cada momento. Lo que vemos como “malo” o “bueno” es desde nuestra particular posición. Cuando seguimos una categoría en el tiempo, podemos ver nociones y prácticas que ya la falsean más, ya las fundamentan mejor. Aunque la noción de “verdad” aquí involucrada, es también una noción relativa a la posición particular, la cultura, los poderes predominantes, las condiciones de “producción de verdad”.
Historizar es, además de asignarle sentidos a los hechos, descubrir los acontecimientos que dan cuenta de los cambios, de las transformaciones internas. Ese cambio, se inscribe en un proceso de sucesivas construcciones y des-construcciones: el concepto de sujeto, de cuerpo y aún el de motricidad fue mutando. La palabra mutación da cuenta de una transformación de “aspecto”, “naturaleza” o “estado” de algo.
El aspecto tiene que ver con la “apariencia”, con lo estético. ¿Cómo se manifiesta lo estético en la teoría y práctica psicomotriz?
La naturaleza remite a ciertas propiedades características de un ser o cosa que lo hace ser eso que es y no otra cosa. Se relaciona más con ciertas leyes universales; aquello que es “determinante” de su naturaleza. Aquí podríamos hacernos muchas preguntas: ¿cuál es la naturaleza del ser humano? ¿Cuál la “naturaleza” del cuerpo, el gesto, las posturas, el tono muscular, el movimiento humano…? Nótese que a lo largo del tiempo el cuerpo ha sido hábil, cognoscente, significante; se habla de habilidad motriz, “expresión”, “expresividad psicomotriz”,
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