Pedagogía: Trabajo Práctico N°1
Enviado por Jillian • 6 de Septiembre de 2018 • 2.258 Palabras (10 Páginas) • 332 Visitas
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Infancia: Se considera al niño como una "semilla" de adulto, es decir, un ser en camino de formación hacia un propósito (la madurez) y no como una persona que tiene un fin propio en su momento de vida; es decir, un ser inacabado en sí mismo: una prueba de ello es que en su libro "Didáctica Magna" se refiere continuamente al "hombre" y no al "niño" cuando habla de educación. Con respecto a las características de este "hombre", alega que la aptitud para la ciencia nace con el hombre, no la ciencia misma, por lo que todo conocimiento es experimental; que el hombre nace apto para el trabajo, pero su cuerpo debe ser educado para ello; que el hombre sin enseñanza es un bruto (ejemplo: hombres criados por fieras); en fin, TODOS necesitan la enseñanza para ser hombres.
b) "...la naturaleza nos da las semillas de la Ciencia, honestidad y religión, pero no proporciona las mismas Ciencia, Religión y Virtud; éstas se adquieren rogando, aprendiendo y practicando. De aquí se deduce que no definió mal al hombre el que dijo que era un Animal disciplinable, pues verdaderamente no puede, en modo alguno, formarse el hombre sin someterse a disciplina". (Comenius,J., (1997), pp.20).
"El hombre es a propósito para el trabajo en cuanto a su cuerpo, pero vemos que al nacer sólo hay en él una simple aptitud y poco a poco ha de ser enseñado a sentarse, tenerse en pié, andar y mover las manos para servirse de ellas. ¿De dónde, pues, procede esa prerrogativa de nuestra Mente de existir perfecta en sí y ante sí sin preparación anterior? Porque es la ley de todas las criaturas tener un principio en la nada y gradualmente irse elevando tanto en cuanto a su esencia como en cuanto a sus acciones". (Comenius,J., (1997), pp.20).
a)Rousseau:
Alianza Escuela -Familia: Para este autor, la familia "entorpece" a menudo la tarea educativa de la escuela (de ahí que cuando plantea el ejemplo perfecto de alumno, Emilio, lo idealiza como huérfano y él mismo aclara que plantea esta condición para que "los padres no interfieran la labor del preceptor"). En cuanto a los primeros aprendizajes del niño, afirma que deben ser en la casa, al cuidado de la madre, y se le debe dar toda la libertad posible , pues las primeras impresiones y aprendizajes son sensoriales.
Infancia : El niño es un ser bueno, pues para este autor todo ser humano, nace sin ninguna perversidad en el corazón, pero luego se degenera con las costumbres de los hombres. Para Rousseau, la educación del niño consiste en preservarlo todo lo posible del mal y ayudarlo a convertirse en un futuro en un adulto bueno. Esta educación se basa en lo que llama "naturaleza": preservar las disposiciones espontáneas del niño antes de que sean alteradas por las costumbres y opiniones humanas. Este autor también cree que la educación de los primeros doce años del niño debe ser puramente instrumental (por sobre todas las cosas por observación de la naturaleza, según vaya creciendo la comprensión intelectual) y, luego de cumplida esa edad, recién comenzarán las lecciones verbales. Rousseau considera al niño como un ser, con su propia razón de existencia, no como un adulto pequeño, por lo que piensa que educar al niño sacrificando su felicidad no evitará los dolores del hombre, y que opina que lo más importante es la felicidad presente del niño para formar un adulto también feliz.
b) "Se pretende que los niños en libertad podrán tomar malas posiciones, y darse a movimientos capaces de perjudicar la buena conformación de sus miembros. Éste es uno de los vanos razonamientos de nuestra falsa sabiduría, y que jamás ha confirmado práctica alguna. En esa multitud de niños que, en los pueblos más sensatos que nosotros, son criados con toda la libertad de sus miembros, no se ve ni uno solo que se hiera o se estropee; ellos no acertarían a dar a sus movimientos la fuerza que podría hacerlos peligrosos; y cuando toman una posición violenta, en seguida les advierte el dolor la necesidad de cambiar". (Rousseau, J., (1985), pp. 35).
" Si queréis, pues, que conserve su forma original, conservársela desde el instante que viene al mundo. Tan pronto como nazca, apoderaos de él y no lo abandonéis ya hasta que sea hombre; sin esto no tendréis éxito jamás. Como la verdadera nodriza es la madre, el verdadero preceptor es el padre. Que ambos se pongan de acuerdo en el orden de sus funciones, del mismo modo que en su sistema; que de las manos del uno el niño pase a las manos del otro. El será mejor educado por un padre juicioso y comedido que por el maestro más sabio del mundo: pues el celo suplirá mejor al talento que el talento al celo". (Rousseau, J., (1985) pp. 45).
a) La Salle:
Alianza Escuela -Familia: Para este autor, los padres son los que tienen la obligación de educar a sus hijos, y, si estuvieran capacitados y dispusieran del tiempo necesario, deberían instruirlos ellos mismos; si este no fuera el caso, se delega esa tarea en el maestro, que cumple además la función de ser ministro religioso, pues La Salle fundamenta la educación en la religión; también es deber del preceptor el suplicar a los padres que velen por sus hijos.
Infancia: El niño es un ser inocente, hijo de Dios, que debe ser apartado del pecado. Lo principal para este autor es la educación religiosa, mediante la que se logra la salvación. La educación presente del niño se traduce en la salvación futura del adulto, y en convertirlo en una persona piadosa; es decir, se mantiene una concepción que sacrifica el "hoy" del niño en pos del "mañana" del adulto.
b) "Uno de los principales deberes es educar cristianamente a sus hijos, y enseñarles la religión. Mas como suele ocurrir que la mayor parte de ellos no están suficientemente instruidos en punto a religión, y que los unos viven ocupados en los negocios temporales y en el cuidado de su familia, y que los otros andan en continuos desvelos a fin de ganar el sustento necesario para sí y para sus hijos, no pueden ocuparse como debieran en enseñarles los deberes del cristiano.
Por tanto a la Providencia de Dios y su vigilancia en el gobierno de los hombres, corresponde poner en lugar de los padres a personas suficientemente ilustradas y celosas que comuniquen a los niños el conocimiento de Dios y de sus misterios, con todo el cuidado y aplicación posibles, "cuál peritos arquitectos, y según la gracia que Dios les dio", y que se desvelen por "echar el fundamento" de la religión y de la piedad cristiana en el corazón de los niños, muchos de
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