Primero que nada, es preciso conocer y saber que los ratones y las ratas no son lo mismo. De manera general podemos decir que la diferencia que existe entre ellos es el tamaño; las ratas son más grandes que los ratones. (Mettler, 2002).
Enviado por Kate • 1 de Junio de 2018 • 5.596 Palabras (23 Páginas) • 586 Visitas
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2.1 HÁBITAT DE LAS RATAS.
Las ratas son animales ubicuos y bien adaptados a medios cambiantes como los que forma el hombre. Son buenos cavadores y constructores de túneles y madrigueras. Esta habilidad les ha facilitado probablemente el adaptarse a vivir en medios tridimensionales altamente variables, tales como edificios, alcantarillas y tuberías, granjas y construcciones similares: los objetos almacenados en edificios y granjas son cambiados de sitio a menudo, lo que altera el importante sistema de comunicación olfativa de las ratas (además de producir desorientación visual al alterar el mapa de localización de los objetos que han memorizado las ratas); el nivel del agua en el alcantarillado puede subir con frecuencia llevándose las marcas olfativas; nuevos objetos suelen aparecer casi a diario en construcciones humanas habitadas. Las ratas de alcantarilla se encuentran con mayor frecuencia en sótanos y pisos bajos de los edificios, mientras que Rattus rattus suele estar en áticos y pisos altos (Telle, 1966). Las ratas de alcantarilla prefieren los sitios de anidamiento cerca de las fuentes de comida si es posible, especial mente si tienen algo de pendiente y no son completamente llanos, posiblemente para evitar inundaciones cuando llueve (Robitaille y Bovet. 1976; Lore y Flannelly, 1978). Calhoun (1962) ha sugerido que la distancia entre la madriguera y las áreas de alimentación es un indicador de dominancia (mayor dominancia a menor distancia).
2.2. COMPORTAMIENTO SOCIAL EN RATTUS NORVEGICUS
A continuación, se detallan algunas de las pautas de comportamiento de R. norvegicus, así como su significado. Hay que tener en cuenta que pos turas similares pueden tener un significado distinto según el contexto. Por ejemplo, una rata puede estar acicalando el dorso de otra situada transversal- mente. En condiciones normales esto puede ser solamente un acicalamiento para mantener lazos sociales o desparasitar, pero si el individuo que está acicalando tiene los pelos erizados y no mueve las mandíbulas más que ocasionalmente y el individuo acicalado se mantiene completamente quieto cerrando el ojo más próximo a su oponente y bajando las orejas, entonces esta postura se denomina "acicalamiento agresivo" (por el parecido al anterior) y tiene un significado altamente agresivo (véase figura 2).
Comportamientos de investigación. El individuo olfatea el sustrato sin estirar el cuerpo, contactando la nariz ocasionalmente con el sustrato (véase figura 3). Si hay un objeto que produce temor el individuo estira su cuerpo en lo que se denomina postura estirada (véase figura 4). Al encontrarse con otro individuo las ratas generalmente contactan nariz con nariz o nariz con mofletes. Es muy probable que esto les permita identificar al individuo encontrado por su olor y quizá las glándulas que existen en la cara (p. ej., las glándulas Harderianas) desempeñen un papel en este proceso (lo que sí se sabe es que estas glándulas inhiben la agresión, al menos en ratas topo desnudas, Shanas y Terkel, 1997). En la investigación del cuerpo de los congéneres, las ratas se acercan a menudo al área genital. Esto parece servir para valorar el estado sexual en las hembras.
[pic 4]
Figura 2. Acicalamiento agresivo. Esta postura demuestra una gran agresividad de la rata superior hacia su oponente, a quien le mantiene sujeto el pellejo con los dientes.[pic 5]
Figura 3. Rata investigando un objeto. Las ratas tienen muy desarrollado el sentido del olfato y utilizan mucho esta vía para dejar mensajes y obtener información. En esta postura el animal no muestra temor por el objeto a investigar.[pic 6]
Figura 4. Postura estirada. Las ratas muestran esta postura cuando intentan investigar un objeto al que al mismo tiempo tienen temor o reserva.[pic 7]
Figura 5. Examen olfativo de un congénere. Esta, como muchas posturas en ratas se utilizan en contextos agresivos y sexuales con muy ligeras variaciones (pelo erizado en contextos agresivos, el individuo olfateado cierra el ojo más próximo a su oponente, etc.). En contextos agresivos olfatear a un congénere (intruso o subordinado) puede preceder a la agresión, mientras que en un contexto sexual los machos olfatean las hembras, sobre todo sus cuartos traseros, para determinar su receptividad o detectar con qué individuos ha estado.
Comportamientos de huida, sumisión o miedo. Un comporta miento típico en casos de miedo es la "congelación", en la que el animal se queda completamente quieto. Esto puede producirse tanto frente a otras ratas, como frente a otro animal (un humano, por ejemplo) o incluso frente a la sangre o tejido muscular de otras ratas. En los contactos con congéneres, las ratas que intentan huir en ocasiones giran la cabeza apartándola de su congénere, o mueven todo el tercio anterior del cuerpo en esta misma dirección. Esto podría producirse para evitar ofrecer el flanco trasero al atacante al huir, pero demostrar al mismo tiempo una postura defensiva. Al girar la parte anterior del cuerpo huyendo del oponente, una rata puede adoptar una "postura lateral de defensa" (Grant, 1963) muy parecida a una de las posturas agresivas. Un comportamiento de miedo observable en situaciones de gran tensión es el "temblor de la cola". Este parece más común en la rata silvestre que en la de laboratorio (al ser estas últimas más dóciles y menos impresionables). Un ejemplo le sucedió a uno de los autores tras fotografiar con flash por la noche una colonia de ratas silvestres cautivas que estudiaba desde un observatorio. En una secuencia típica de miedo, la rata se quedó congela da mientras que su cola temblaba conspicuamente. Tras unos segundos de mantener esta postura huyó rápidamente.
Comportamientos agresivos. El contexto, como se ha dicho antes, puede determinar si un comportamiento es defensivo o agresivo. Además del ejemplo del primer párrafo de esta sección, es el caso del giro de la cabeza y tercio anterior. Girar la cabeza y la parte anterior del cuerpo es un comportamiento agresivo cuando en lugar de hacerlo para apartarlos del oponente se acercan a él (especialmente cuando el pelo del animal está erizado). Es común en individuos residentes y precede a menudo a la agresión cuando se coloca a un individuo que no ha experimentado nunca la agresión en el terreno del residente. También son agresivas las persecuciones en las que se muerde a menudo el dorso trasero del oponente (figura 6). Esta parte es la que más agresión recibe, aunque normalmente estos ataques no suelen producir herida. Una de las posturas más agresivas de las ratas es la
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