“Puentes levadizos fuera de servicio. Las matemáticas allende la cultura”

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Nos encontramos ante una encrucijada y es como que es nuestra civilización desde tiempos atrás ha tenido tanta aversión hacia las matemáticas, ¿Por qué son menos los habilidosos en esta área?, cualquiera que se quiera responder esas preguntas muchas veces cae en un punto el cual muchos encontraría muy obvio, recayendo la culpa sobre los matemáticos mismos, una vez exponemos esa causal todo se torna muy sencillo quizás, pero tal vez es más complejo de lo que parece, tomar la imagen de un profesional en este campo no siempre nos damos a la imagen más acertada, porque se tiende a caer en el cliché en el que probablemente enfrasquemos todas las profesiones y es que se han creado estereotipos para todo tipo de profesiones, con lo cual adelantamos a los hechos antes de corroborar la verdad sobre estos, pero cuál es el famoso cliché, como debe ser un matemático en cuestión, quizás introvertido, con gafas, no muy sociable pero no todos son así, la profesión no determina el tipo de persona, aunque no estamos tan alejados del cliché ya que toda profesión trae consigo sus patologías por las que toda persona pasa y se encaja en el molde empleado por la sociedad para todos sus profesionales.

Cabe mencionar que los matemáticos, como el común de los científicos, no solo tienen su propia jerga profesional, si no que disponen de una notación diferente de la escritura común, la cual les es imprescindible para la comunicación entre sí, de allí quizás su pedantería al hablar de cualquier tipo de temas y sus ínfulas de superioridad ante cualquier otro mortal.

Entonces ¿Serán los matemáticos los responsables de su propio aislamiento?

Sería demasiado simplista decir que es correcto realizar una afirmación para esa interrogante, pues no es solo una causal la que ha causado que la sociedad este tan cerrada y con miedo a las matemáticas, entre otras causales podríamos encontrar es que la sociedad puede encontrar que vivir sin las matemáticas no sería tan grave o que esta profesión se ve ingrata y poco lucrativa.

Pasando la culpa al próximo chivo expiatorio encontramos a los colegios o instituciones educativas (primaria, secundaria) podemos resaltar si lo que ven los alumnos los primeros cinco años de su vida estudiantil es realmente llamada matemática cuan bien puede llamarse como en tiempos antiguos aritmética, la rutina con la cual los niños son torturados a diario quizás sea una de las mayores razones por las cuales hoy en día de adultos ya no se quiera saber nada de las matemáticas.

En conclusión es de valientes enfrentar la interpretación de las matemáticas en esta cultura que se ha destacado por una profunda ignorancia sobre el tema y la cual no ha posibilitado la idea de unas matemáticas mas sencillas para sus alumnos si no que por el contrario han sobre-expuesto al estudiante a una cantidad de impases para no desarrollar de forma efectiva la gran ciencia de la matemática.