RUTA TURISTICA DE LAS PLAZAS Y PLAZOLETAS EN EL CENTRO DE BOGOTA
Enviado por tomas • 15 de Marzo de 2018 • 4.027 Palabras (17 Páginas) • 415 Visitas
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Algunos Historiadores dicen que este fue el lugar que Gonzalo Jiménez De Quesada (1538) escogió para establecer su primer asentamiento. Las calles de la plazoleta tienen un estilo colonial: calles angostas y casas con tejas de barro.
En 1832 el padre agustiniano de apellido Quevedo, decide instalar una fuente en el centro de la plaza, para abastecer de agua a las viviendas vecinas al sector, lo cual fue suficiente para llamar a la plaza “El chorro de Quevedo’’.
En el costado suroccidental se encuentra una pequeña capilla en estilo colonial: muros lisos, pequeñas ventanas de madera. Fray Domingo de las Casas realizo una ceremonia para conmemorar el primer asentamiento. Las construcciones que se encuentran alrededor de la plaza tienen un estilo similar a la capilla, esto demuestra su importancia para la comunidad.
En El Chorro De Quevedo hay un corredor empedrado, en el que se encuentran cafés, salones de postres, bares y una que otra tienda en la que aún se produce y vende la típica ‘Chicha' y miel.
Entre los lugares más tradicionales de la Plaza del Chorro de Quevedo se encuentran:
El Restaurante ‘el gato gris'.
El Café La Pequeña Santa Fe.
El ‘Café color Café'.
PLAZOLETA DEL ROSARIO
La Plazoleta del Rosario se encuentra ubicada en la Avenida Jiménez Con Carrera 6. , en una plazoleta cuyo nombre original es Guillermo León Valencia, pero como queda al frente de la Universidad del Rosario se le denomina Plazoleta del Rosario.
La plazoleta del Rosario es una de las obras más interesantes como parte de la modernización y recuperación del centro de Bogotá. Este lugar fue declarado de interés público en 1968. Es un lugar frecuentado por personas de diferentes edades y profesiones; pues es muy cerca a este lugar donde se encuentran las Universidades Gran Colombia, Autónoma, Del Rosario, entre otras.
‘’Un pedestal en forma de estrella acoge la estatua del fundador, don Gonzalo Jiménez de Quesada’’.
En el costado sur se encuentra el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario fundada en 1651 y hoy convertida en una de las principales universidades del país. Por este lugar pasaron personalidades que han sido muy importantes a nivel nacional como José Celestino Mutis, Francisco José de Caldas, Camilo Torres, entre otros. El lugar es una edificación colonial de dos plantas.
En el costado norte se encuentra la estación de Transmilenio del Museo del Oro.
‘’Bajo el espacio público de su piso en piedra, la plazoleta tiene un sótano de tres niveles con cientos de parqueaderos que son propiedad privada’’. En el costado occidental se encuentra el edificio Santa Fe, con sus inquilinos: ‘’sastres, relojeros y abogados en los niveles superiores’’, y en el primer piso los tradicionales restaurantes La Romana (1964) y Sorrento (1972), con el Café Pasaje (1940), Los cafés se convirtieron al pasar los años en lugares populares y sitios públicos del sector donde se mezclan las leyendas de grandes.
PLAZUELA DE SAN CARLOS O RUFINO CUERVO
La Plazuela de San Carlos se encuentra ubicada en el barrio de la Catedral, calle 10, entre carreras 6ª y 7ª, situada frente a la iglesia de San Ignacio; es un lugar muy visitado por varios turistas que quieren conocer un poco más sobre la historia de Bogotá . Hoy llamada Plazuela de Rufino Cuervo debido a que se encuentra una estatua del gran filólogo y humanista José Rufino Cuervo. Este monumento es obra del escultor Raúl Carlos Verlett.
La plazoleta es un diferente y bello espacio en el que se integran la Casa de los Derechos del Hombre, la cual el precursor de la independencia, ‘’Antonio Nariño, instaló la Imprenta Patriótica en la cual editó su traducción de la Declaración de los derechos del hombre y el ciudadano’’; y la residencia de Manuelita Sáenz, compañera de Simón Bolívar, es sede del Museo de Trajes Regionales de Colombia.
‘’El rincón colonial se ve complementado por los balcones corridos que la circundan y por un jardín colmado de plantas tropicales y palmeras centenarias’’. Era un cuadrado cerrado por tres lados en forma idéntica, y con el mismo espacio que se le había dado desde tiempos coloniales a la Plaza Rufino José Cuervo.
‘’La plazoleta facilitaba el servicio de ruedas en el Parque de la reconquista, y rodeada de pobres edificios que servían para herrerías, existió, para el servicio público, hasta hace cosa de cincuenta años; su área no figura en los planos de Cabrer y de Esquiaqui, levantados a fines del siglo XVIII, ni en los de Lanz y Codazzi, dibujados antes de 1850. Construcciones modernas de elegante arquitectura se levantan hoy en la antigua calle de El Parque, y donde fue el área de la plazuela abierta por Morillo, se ve el sólido edificio de piedra que sirve de oficinas al Banco de Colombia, obra dirigida por el arquitecto bogotano don Julián Lombana, que acaba de desaparecer’’.
PLAZA LA POLA.
La estatua de Policarpa Salavarrieta fue erigida en la antigua plazuela del barrio de Las Aguas, hoy conocida con el nombre de la mártir. Es de material ordinario, se apoya sobre sencillo pedestal y la representa en el instante de padecer el martirio, atadas las juveniles palmas, arrogante la mirada, con el apóstrofe en los labios que el cañón de los fusiles habría de cerrar para siempre. El monumento que hoy recuerda sus hechos y su nombre, fue diseñado y modelado por Dionisio Cortés e inaugurado en 1910. La estatua de la Pola, es obra del escultor, pintor y fotógrafo chiquinquireño Dionisio Cortés (1863 Bogotá 1934). En 1894 el Congreso de la República, por Ley 15 asignó una partida para erigir un monumento con el fin de conmemorar el nacimiento de Policarpa Salavarrieta. Participaron las municipalidades de Bogotá y la Villa de Guaduas y acordaron denominar como Plaza Policarpa la antigua Plaza de Las Aguas situada en frente a la Iglesia del mismo nombre.
Años más tarde, en 1899, el Ministerio de Instrucción Pública abrió un concurso en el que obtuvo el Primer Premio Dionisio Cortés con un modelo en yeso de la heroína en la que la representó de pie en actitud muy airosa. Aunque Cortés fue el ganador del Concurso, no se lo concedieron alegando que para ello existía la condición de que la obra fuera avalada por el escultor César Sighinolfi previa su ejecución.
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