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Resumen Inquieta Compañía Carlos Fuentes

Enviado por   •  21 de Agosto de 2018  •  3.957 Palabras (16 Páginas)  •  1.030 Visitas

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volver nunca. El resignado hombre decide que debe superarla y vuelve a su fría y monótona rutina de siempre, pero un poco de felicidad llega cuándo descubre que en su teatro favorito, el Royal Haymarket, se va a presentar su obra favorita “Hamlet”, protagonizada por la joven promesa del teatro Peter Massey, Lorenzo quiere comprar los boletos al momento, pero tiene que esperar algunos meses más para eso, hasta Octubre, por lo que espera el paso del tiempo con impaciencia.

Ya en la obra, su corazón se detiene y casi da un grito, su misteriosa mujer de la ventana, su Ninfa, era nada menos que Ofelia, la trágica amante del príncipe Hamlet.

Su vida entera volcó en ese instante, se levantó y salió del teatro. Apenas pudiendo calmar su agitado palpitar cardiaco, decidió que volvería al teatro al día siguiente, más sereno. Pero no tenía tanta suerte, el éxito de la obra era tal que los únicos boletos disponibles eran para finales de Octubre, por lo que decidió comprar boletos para 5 días seguidos la primera semana de Noviembre.

Fue durante la espera consiguiente que se dio cuenta, su mujer de la ventana, Ofelia, siempre estuvo ensayando, ella sabía sobre su admirador, pero no podía hacer ni decir nada para no arruinar su papel. Lorenzo era su invisible audiencia.

En su primer día de regreso al teatro, el 4 de Noviembre, tenía un boleto en la onceava fila, se levantó el telón y vio a su amada Ofelia, perfectamente arreglada para contrastar a la Ofelia inocente con la Ofelia loca al final de la obra.

Leyó las críticas a la obra, pero sólo logró encontrar elogios a Peter Massey, el protagonista, y después de una breve investigación descubrió que el hombre sólo aceptaba actuar si la prensa hablaba únicamente de él. Lo que, para Lorenzo, fue la máxima expresión de vanidad y egocentrismo.

En su segunda visita fue una experiencia aún peor, su Ofelia, fue privada del habla por orden del director de la obra Peter Massey. O’Shea no pudo soportarlo, y de nuevo salió de la obra en pleno segundo acto. Encolerizado buscó alguien con quién desahogarse, pero al no hallar a nadie, los tragó y se preparó para su tercera visita al teatro, en la cuál, durante unas escenas de tacto entre Hamlet y Ofelia, Lorenzo siente una envidia y odio desbordantes, mientras continúa observando, con desagrado, la obra. Durante el intermedio decidió retirarse del teatro de nuevo, con la convicción de que regresaría al día siguiente pero sólo a la segunda parte.

Así lo hizo, con ansías esperó el monólogo de locura de Ofelia, pero no hubo palabra alguna, Lorenzo reconoció la genialidad de Massey, ya que el silencio de Ofelia, era su locura misma, teniendo que actuar y no hablar. Al momento siguiente, el hombre comenzó a escuchar campanas y música, por lo que se levantó y gritó: -¡Ofelia! ¡Canta!

Fue rápidamente silenciado por el público y se retiró del teatro avergonzado, confundido y acalorado.

Llegó el día de su última visita al teatro, tenía lugar en primera fila, observó con intensidad las palabras sin sonido de su amada y ocurrió el milagro, ella lo miró, y él sintió como si ella actuara sólo para él, sólo existían ellos dos. El público lo notó y hubo tensión, cayó el telón y Lorenzo se fue. No podía soportar ver morir a su amada en el siguiente acto. Se arrepintió bajo la idea de que las presentaciones acabarían un día y no podría ver más a su amada. Quiso comprar otro boleto pero no le fue posible, decidió que compraría un boleto hasta atrás, de pie.

Al llegar el día encontró un lugar vacío en la primera fila y lo ocupó. Pero algo cambió, en esta representación se hizo un río dentro del teatro, y Ofelia salió flotando en él, ella lo miró, le extendió el brazo y le dio una flor.

Lorenzo no puede contenerse y salta al escenario a tratar de salvar a su amada, la besa, le da su aliento, bajo la mirada sorprendida del público aparece Massey-Hamlet, y lo apuñala. Cae el telón.

Lorenzo se da cuenta de que ha terminado, todo desaparecerá, su amada se irá con la obra que se presentó.

Pero esa noche él llega a su casa apurado, toma un jarrón y pone, con delicadeza, la flor dentro, el único recuero de la existencia de Ofelia. No iba a dejar de mirarla hasta que se marchitara. Lleva meses mirándola. La flor no se marchita.

La gata de mi madre

Nos cuenta la historia de Leticia Lizardi, una mujer de clase media que vive con su madre, Emérita Lizardi, en Tepeyac, enfrente de la Basílica de Guadalupe. Comparte casa también con Estrellita, la gata de su madre, a la cuál odia, y con la “gata” o criada, de nombre Guadalupe, a quién Emérita trata de manera cruel y racista.

Leticia quería a su madre, a pesar de que la consideraba una persona fría y cruel, fanática religiosa, algo que ella llamaba carácter fuerte, decía que ella no lo poseía.

En la aburrida vida de Leticia no ocurría nada interesante, a excepción de las visitas del abogado de su madre, el licenciado Pérez. Un viejo casi ciego, libidinoso, flaco y seco, con el que su madre quería que Leticia se casara, incluso la condicionó diciendo que si no se casaba con él no heredaría ni un peso de ella.

Lo único que Leticia hacía en su tiempo libre era ir a merendar a un Sanborns que quedaba pronto a su casa, pero un día vio a un hombre joven, del que se enamoró al instante, pero él nunca la ve, por lo que se va y ella sólo suspira anhelando una vida diferente.

Al tiempo, otra emoción llega a su vida: un ratón en su casa. Ella siente que es un mensaje para que su vida no sea tan solitaria y decide atraer al ratón una noche, lo convierte en su mascota, su compañero secreto. Pasan los días y ella evoluciona a la misma velocidad que las necesidades de su ratón, hasta que pide algo que ella no sabe conseguir, una pareja sexual, una ratona.

Pasan los días y ella piensa cómo conseguir una pareja para su mascota, lo hace mientras está en una de sus tardes en Sanborns, es entonces cuando aparece el hombre, el dueño de su amor, ésta vez él la ve, le sonríe y se va. Dejando atrás una jaula cubierta por una tela. Ella corre a ver que hay debajo, y se sorprende al descubrir a una pequeña ratona, su hombre se la obsequió porque sabía que la necesitaba. Esa noche organiza el encuentro entre la pareja, quién actúa de manera muy agradecida y se va.

Al paso del tiempo, llega de nuevo el licenciado Pérez, pero vaya la sorpresa, lo acompaña el hombre del Sanborns, el amor de Leticia se presenta como Florencio y es contador, ambos se dicen lo que sienten con la mirada , mientras el licenciado ignora lo que sucede.

Una mañana, la del 12 de diciembre, Leticia

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