¿Se ha preguntado alguna vez que encierra el futuro para usted y sus seres queridos?

...

Además, están las victimas mortales de estos. Según una fuente informa que en los últimos cien años han muerto cientos de miles de personas debido a los terremotos.

Los supervivientes sufren pesadillas y sueñan con vivir en un lugar seguro.

Otro aspecto de las condiciones mundiales actuales que predijo Jesús se encuentra aquí en el evangelio de Lucas 21:11.

■ “En un lugar tras otro pestes”

Según informa un periódico alemán, la influenza o gripe española produjo en 1918 la pérdida de entre 20, 000,000 y 50, 000,000 de vidas, más que las que provocaron la peste bubónica o la Primera Guerra Mundial.

Y pese a que la medicina ha avanzado más que nunca, la humanidad sigue sufriendo los estragos de diversas enfermedades, tanto antiguas como nuevas.

A este respecto, el consejo Nacional de inteligencia de Estados Unidos declaro lo siguiente: “Desde 1973, veinte enfermedades que ya se conocían – como la tuberculosis, el paludismo y el cólera—han resurgido o se han propagado a gran escala a menudo en formas más resistentes a los fármacos.

Desde ese mismo año también se han identificado por lo menos treinta enfermedades nuevas que no tienen cura, entre ellas el sida, el Ébola, la hepatitis C y el virus Nipah.

Jesús dijo que este periodo de tiempo estaría marcado por “escenas espantosas” y que “los hombres desmayarían por el temor y la expectación de las cosas que vienen sobre la tierra habitada”

Entonces ¿cómo se puede vivir en este mundo turbulento y no estar aterrado?

Bueno, Jehová Dios nos asegura que el protegerá a los que lo adoren con espíritu y verdad.

Sin duda, Jehová posee la capacidad de proteger a sus siervos. Es el Dios Todopoderoso, lo cual quiere decir que él es capaz de hacer lo que disponga su voluntad.

Ahora, cabe preguntarse si su voluntad es usar ese poder para resguardar a su pueblo. La respuesta es: si, Jehová nos asegura que amparara a sus siervos siempre que se cumpla con el siguiente requisito.

Vamos a verlo en el libro de los Proverbios 18:10;

■ Así es, sólo obtendrán la protección de Jehová, quienes se acerquen a él.

En tiempos bíblicos se construían en el desierto torres que servían de refugios seguros. Y quien se hallara en peligro tenía que huir a ellas para protegerse.

Pues igual deben hacer quienes deseen el amparo del nombre divino. Confiamos en el Portador de ese nombre, confiamos en él y vivimos en armonía con sus justos principios.

Claro, no es que vayamos a ser inmunes a los desastres, la violencia o las enfermedades; pero no nos descorazona el hecho de ver todo lo que está pasando a nuestro alrededor porque confiamos en Jehová.

La Palabra de Dios nos invita a hacerlo vea lo que nos dice aquí en Proverbios 3:5,6;

■ Este sentimiento de confianza y seguridad se obtiene cuando uno conoce verdaderamente a Jehová y se apoya en él, de esta manera se tienen razones sólidas para sentirse seguro y protegido.

Cuando los cristianos necesitamos ayuda espiritual y nos sentimos agobiados por las inquietudes, podemos obtener consuelo de la Palabra de Dios. Esta nos provee guía confiable y nos asegura vez tras vez que, como siervos leales de Jehová, no estamos solos.

Para combatir la inquietud por la inestabilidad de este sistema de cosas, apliquemos Filipenses 4:6,7;

■ La inquietud puede afectarnos profundamente. Puede agobiarnos hasta el grado de que no podamos atender asuntos de suma importancia.

Uno de los tipos de inquietud más graves es la ansiedad, que se define así: “Estado o sensación de aprensión, desasosiego, agitación, incertidumbre y temor resultante de la previsión de alguna amenaza o peligro”. (Enciclopedia de medicina y enfermería Mosby.)

Es un “estado de ánimo apenado caracterizado por la espera de un peligro inminente e indeterminado, y por la convicción de hallarse impotente para alejarlo”. (Gran enciclopedia médica Sarpe.)

Entre los signos fisiológicos que la caracterizan están la sudoración, la tensión y el aumento de la frecuencia cardíaca. De modo que puede ser un problema complicado. Algunas de las muchas causas de este estado de ánimo son la enfermedad, el envejecimiento, el temor al delito, el desempleo y la preocupación por el bienestar de la familia.

Por consiguiente, hay distintos grados de inquietud, tal como también existen diversas condiciones o circunstancias que pueden provocarla. No todos reaccionamos igual ante una situación. Por tanto, hay que reconocer que, aunque algo no nos preocupe a nosotros, pudiera causar gran ansiedad a algunos de nuestros compañeros adoradores de Jehová.

¿Qué se puede hacer si nuestra inquietud llega a tal punto que no podemos concentrarnos al estudiar las verdades de la Palabra de Dios? ¿Qué hacer si nos aflige tanto la inquietud que no podemos mantener presentes las cuestiones de la soberanía de Jehová y la integridad cristiana?

Es posible que no podamos cambiar nuestras circunstancias. Por eso es preciso que busquemos pautas bíblicas que nos ayuden a hacer frente a la inquietud excesiva causada por los problemas difíciles de la vida.

Por ejemplo según Fili 4:7 dice que podemos contar con la incomparable “paz de Dios” esta es una extraordinaria tranquilidad de que disfrutamos los siervos dedicados de Jehová incluso en las situaciones más difíciles. Proviene de nuestra relación estrecha con Dios.

Cuando pedimos espíritu santo y permitimos que nos motive, no se nos libra de todos los problemas de la vida, pero sí disfrutamos de paz, un fruto del espíritu. No nos agobian las inquietudes porque sabemos que Jehová no permitirá que nada nos cause daño permanente.

Cuando Jesús mencionó estos aspectos de la señal de su presencia, comparo el mundo prediluviano de los días de Noe con el de nuestros días. Nótelo en esta escritura; Mateo 24:37-39;

■ El Diluvio fue un modelo de lo que sucederá en nuestros días leamos 2 Pedro 2:5, 6, 9;

■ Si usted notó, mediante el Diluvio el mundo violento de aquel tiempo fue destruido. Sin embargo, ¿por qué se libraron de aquella destrucción Noé y su familia?

Bueno