Sere tu guardian, pero con excesos
Enviado por karlo • 12 de Diciembre de 2018 • 8.630 Palabras (35 Páginas) • 255 Visitas
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Cuando estaba en el carro se quedo mirando fijamente al parabrisas, admirando como caía la tarde. En una acción impulsiva ella se fue sobre mí y me confesó.
Graciela:
-¡IDIOTA! ¿Cómo no pudiste verlo todos estos años?
A lo que yo entre confundido y maravillado le pregunte.
Rodrigo:
¿Qué Carajos? ¿Qué no pude ver?
Ella molesta y gritando me respondió.
Graciela:
¡QUE ME GUSTAS TARADO DE LA MIERDA!
Si, es verdad era una plasta de mierda. Quizás en esos años de amistad ella quiso algo conmigo. Estaba sonrojada, yo no sé si era de pena o de molestia. Guardamos al CONQUISTADOR y fuimos caminando hasta el edificio. Le ofrecí una cerveza (lo cual podría terminar en otra borrachera o en sexo) y ella la rechazó.
Así que decidí dejarla en la puerta del de su apartamento e ir a buscar de nuevo mi carro. Llegué y decidí a ir al parque que había detrás de nuestro edificio. Coloqué la nueva canción de LOS ALCOHOLICOS HOMONIMOS, busque la reserva de CANELITA que llevaba debajo de los asientos traseros del carro. La ventana de su cuarto daba a ese parque, ella me observaba, mientras yo disfrutaba el coro de esa canción.
Voz de chuchú y Willie (Canción):
“ME CONDUZCO BRUSCO, ASI PIERDA EL CONTROL; MI UNICO PROBLEMA EN ESTA VIDA ES CON EL ALCOHOL…
De repente sonó mi celular. Dejé mi cigarro y el trago. Atendí y era ella…
Graciela:
-¿Qué haces en tu carro?
A lo que irónicamente respondí.
Rodrigo:
-Esperándote.
Probablemente sería una de las pocas personas en buscar eso que todos con desesperación esperaban hallar… EL AMOR. Graciela bajó y abrió la puerta del carro y me pidió disculpas. En una acción desesperada decidí besarla y la invité a hacer algo que probablemente no habría hecho nunca.
Fuimos al HOTEL DEL ORO, los dos corrimos por el pasillo, llegamos a la puerta de nuestra habitación, desesperado abrí la puerta mientras que sus labios y los míos hicieron un contraste. Ya dejábamos de ser amigos por esa noche para convertirnos en amantes. Esta sensación me reconfortaba más que cualquier cigarro o cualquier licor fino (CINCO ESTRELLAS, VENTARRON, EL MORO).
Ella cabalgaba al son de la canción que sonaba en la radio, totalmente, ese era la noche más linda en el mundo (para ambos).
Exhausta me dijo.
Graciela:
-Era hora de confesarlo todo e intentar algo más allá de lo cotidiano.
Recuerdo que en la mañana pude ver como ella peinaba su cabello, era tan largo, castaño. Pero no fue eso lo que más me gusto de ese día, fueron sus pecas (las de su rostro, espalda y pecho) lo que me cautivó. Me preguntaba a mí mismo.
Rodrigo (Voz de subconsciente):
-¿Será qué esta espalda es la que quiero ver todas las mañanas?
Ella me dejo en el cuarto de ese hotel y se marchó.
Sinceramente no supe de Graciela por un buen tiempo. Esa semana estaba ligeramente triste, quizás porque definitivamente habría encontrado algo mejor en que poner atención. Las cosas que hacia cotidianamente eran con ella, desde estudiar hasta trabajar.
Las chicas de mi salón notaron esa sensación opaca, en realidad, no parecía ser el que era todos los días. Una de ellas decidió presentarse…
Grecia:
-¿Eres Rodrigo verdad? ¿Quieres salir a andar por ahí y beber con nosotros?
Rodrigo:
- ¡Si Soy Rodrigo! ¿Cómo te llamas?, creo que es una mala idea el de beber cuando estoy así.
Grecia:
- Me llamo Grecia ¡Mucho Gusto!, vamos creo que te animará un poco.
Rodrigo:
-Está bien, solo lo hago por no dejarte mal.
Grecia:
-Ok, te esperamos en la salida.
Parecía que la chica era muy amable, fuimos a LA GUAIRA, ya saben, para un fin de semana. Llegamos a la playa muy tarde y yo solo deseaba tumbarme en la cama a ver TV y probablemente robarme los jabones de la habitación. Nos registramos en un hotel cerca de la playa, los observe beber licor caro (SANTA TERESA, CARTUJO, CHIVAS, BLACK LABEL), mientras yo estaba encerrado en el CONQUISTADOR bebiendo canelita. Grecia irrumpió en mi carro para hablar conmigo.
Grecia:
-¡Dime! ¿A qué se debe esa tristeza tan profunda?
Rodrigo:
- Se debe a que soy la peor mierda en este país, la mujer indicada estuvo durante 18 años en mi vida y yo lo deje pasar, así como así.
Ella muy confundida decidió abrazarme y preguntar.
Grecia:
-¿Es por lo de Graciela? ¿Es eso lo que te tiene tan aislado de nosotros?
Solté una carcajada muy fuerte y exclamé.
Rodrigo:
-Yo nunca los traté, pero me pareces una chica muy amable y muy linda. Si me permites iré a estacionar mi carro y a descansar.
Ella me sonrió, se bajó del carro y yo me fui a mi habitación. Esa noche Graciela me estaba llamando, pero yo estaba dormido. Al día siguiente decidí bajar y desayunar. No me sentía tan fresco desde hace tiempo, todas las mañanas tenía esa sensación de tener la cara acartonada, el estomago hecho nada y mi cabeza a punto de explotar.
Fui muy temprano a la playa,
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