TP Practica II Profesorado de Educación Primaria
Enviado por Albert • 1 de Enero de 2019 • 1.494 Palabras (6 Páginas) • 398 Visitas
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El grupo de alumnos en general era inquieto y muy conversador, pero respondían muy bien a las propuestas de las maestras. En su diversidad todos trabajaban de forma equilibrada, algunos concluían las actividades en menor tiempo que otros, pero en su conjunto eran pares.
Existían dos niños con apoyo docente, quienes por momentos salían del aula para realizar actividades más específicas, siempre y cuando la docente considerara que era necesario para que adelanten sobre algunos contenidos. Ellos estaban bien adaptados al grupo, quien los incluía en todo momento al igual que las docentes, quienes adaptaban las actividades a las necesidades de todos los alumnos.
Pude observar entre este grupo de niños que existía en él un alumno que llamaba la atención continuamente. Era participativo, activo, conversador, expresivo, inteligente, ocurrente. El siempre acotaba a lo que la maestra decía. Era el primero en levantar la mano cuando se preguntaba algo. Contaba situaciones diarias todo el tiempo, y siempre que la maestra explicaba algún tema él lo aplicaba inmediatamente en alguna vivencia propia. En una clase de Ciencias Sociales, donde estaban trabajando “Medios de Transporte” el relacionaba continuamente el tema a su realidad, su padre era trabajador rural, por lo que el alumno llevaba todo hacia el campo.
Se relacionaba sin problemas con su grupo de pares, intercambiando opiniones, ayudando a sus compañeros, prestando sus útiles.
Mi reflexión sobre este alumno es que a pesar de ser inquieto y conversador, siempre prestaba atención y realizaba sin dificultad las tareas, y su vínculo con sus pares y las docentes era bueno y de confianza.
Observar a un grupo pequeño de alumnos no fue tarea sencilla, debido a que no realizaban tareas grupales. Donde mejor se mostró este aspecto a observar fue en la clase de Educación Física. En esta especialidad estaban practicando el rol al frente para la fiesta de Educación Física que se llevaría a cabo a fin de año.
En dicha clase el grupo en general se encontraba más concentrado y calmado que lo que estaba habitualmente. El profesor los dividió en grupos pequeños, les asignó una colchoneta a cada grupo, y comenzaron las piruetas. Note un grupito donde estaban 2 varones y 2 nenas, que al parecer no habían entendido la consigna del profesor, que era la de practicar, y se apuraban unos a otros buscando competir con los demás grupo restantes. Uno de los varones era el que arengaba la competencia, los demás asumieron el liderazgo que surgió de manera espontánea y realizaban todo como el niño les iba dictando. La aventura les duró poco, el profesor al visualizar que estaban haciendo el ejercicio de forma apresurada y mal, les llamo la atención, corrigiendo la actitud del grupo que debía realizar la actividad a conciencia para que el resultado sea bueno.
En general el grupo era inquieto, conversaban mucho pero a su tiempo realizaban las actividades, algunos solos, otros con una pequeña guía. Respondían con entusiasmo lo que la docente preguntaba o planteaba, y era ella quien ponía orden ante tanto alboroto y designaba quien sería el que expondría. Todos participaban activamente de las clases y con mucha predisposición.
Noté que las docentes utilizaban la indagación de conocimientos previos, herramienta que resultaba muy útil, ya que captaba la atención inmediata de los alumnos, motivándolos y generando participación.
Si bien el aula por momentos era alborotado debido a que los niños hablaban mucho y se movían de un lado a otro, se percibía un ambiente descontracturado y jovial, donde cuando debían trabajar, aunque a su modo, lo hacían.
A modo de cierre, me tomo el atrevimiento de realizar una reflexión personal acerca de mi experiencia de observación áulica. Aunque a pesar de haber leído y reflexionado lo teórico de la asignatura, entrar al mundo del aula, hacerse parte en algún sentido de las relaciones que allí se generan, observar la labor docente y el accionar de los niños, es ahí donde uno encuentra sentido a todo lo visto a lo largo de la cursada, es ahí donde uno logra apropiarse de lo que la profesora explica, propone, y genera. Ahora, una vez concluidas mis prácticas, es donde entiendo que la labor docente no es juego, que se debe tener, o lograr, distintas competencias que no son sencillas. Aquí le doy sentido a términos como profesionalismo, empatía, vocación, y tantos otros que a veces creemos tener, pero al enfrentarnos a la realidad y salir de los libros entendemos que siempre hay que trabajar duro en cada uno de nosotros, buscar lograr la objetividad, la autocrítica, siendo conscientes de que empatía no se habla, se practica.
ANEXO
Disposición del aula:
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