Tecnicatura Universitaria en Administración de Instituciones Estatales

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UNIDAD 3.

Consideramos al liderazgo como la capacidad de persuadir, e influir en la forma de actuar de una persona o un grupo, con la meta de lograr un objetivo especifico. El líder tiene un rol significativo en la administración pública, ya que tiene una capacidad de convencer a otra persona de que actúe de determinada manera, no debemos confundir el liderazgo con dirección, con una persona que imponga ordenes, obligue a hacer o no hacer determinadas tareas, controle, que mantenga una relación jerárquica con sus subalternos, ese líder autoritario, lo consideramos erróneo para el éxito de una organización pública. Se requiere que los directivos sean capacitados para lograr tener el liderazgo como un valor, que incluya al trabajador, que lo haga participe de las decisiones, y de los objetivos a cumplir, teniendo la capacidad de lograr esa persuasión en los demás pero de una manera más colaborativa y participativa; dejando de lado el “yo”, y poniendo en práctica el “nosotros”. Logrando un liderazgo participativo donde prime el trabajo en equipo.

Destacamos la importancia del comportamiento grupal dentro de una organización, orientados hacia una misma meta, identificada con el éxito de la organización, en todo grupo hay un líder que puede estar establecido o no, pero este líder se espera que tenga un liderazgo compartido que incluya a todos los que forman parte del grupo, para lograr un mejor clima laboral en donde todos puedan expresarse, y lograr un acuerdo, y donde los problemas claramente se resolverían de una mejor manera, que si los tuviera que enfrentar uno solo. También entran en juego la personalidad, valores y habilidades de cada uno, ya que en este momento se observaría, la toma de riesgo de cada uno, es decir, hasta donde se arriesgaría para conseguir el objetivo propuesto, ya que de una manera en donde todos asuman responsabilidades y se hagan cargo de las cosas, los objetivos serian mucho más factibles de conseguir; y se lograría lo que es tan necesario en las organizaciones públicas que es la flexibilidad de adaptarse a los cambios sociales, el cambio en las relaciones laborales, la competitividad, todas cuestiones ligadas al liderazgo pero de forma colaborativa.

UNIDAD 4.

Como Técnicos comenzamos, por enfocarnos en el Servicio Profesional de Carrera, denominado como un sistema que garantiza la igualdad de oportunidades, en el acceso a la función pública en base al mérito. Este servicio también sirve, para garantizar que la administración pública, pueda afrontar los distintos cambios de gobierno sin que le afecte demasiado, manteniéndose lo más neutral posible. Como indica el artículo periodístico, éste es uno de los objetivos que señaló el presidente ejecutivo de la Autoridad Nacional del Servicio Civil (Servir). Al cual me adhiero.

Nos encontramos en la actualidad, con que más del 50% de los empleados ocupan cargos de confianza, esto es producto de la dedocracia, que es una forma arbitraria y con abuso de poder, por la cual se llega a un cargo; como técnicos nos proponemos que sean más los cargos ocupados por meritocracia, que por dedocracia, entendiendo a le meritocracia como una forma de gobierno basada en el mérito. La dedocracia es propia de los seres humanos débiles y divergentes de un modelo de sociedad justa, libertaria y creativa. De igual forma, la meritocracia es un seductor e impulsor de pensar en grande y lograr índices de desempeño de alta exigencia que, nos permita vivir el presente y el futuro con alegría y optimismo. (Roberto Acevedo).

En el empleo público contamos con distintos escalafones que forman parte de la organización a los que se puede acceder por alguna de estas dos maneras.

La meritocracia es algo fundamental para la gestión pública, ya que debe haber una equidad entre los trabajadores que son seleccionados por mérito y aquellos que los son por dedo, apuntando a la teoría de “igual tarea- igual salario”. Esta premisa dentro de la administración pública, no se cumple. En la actualidad muchos empleados que logran el acceso a un puesto por merito propio reciben un salario mucho más bajo que aquel que desempeña la misma tarea en el mismo ámbito, lo que genera una desigualdad y falta de motivación personal, que deriva en la baja productividad y poco compromiso con el trabajo.