Trastornos alimentarios en el deporte: Factores de riesgo, consecuencias sobre la salud

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La conexión etiológica entre práctica del deporte y comportamiento alimentario se puede considerar desde dos perspectivas: ¿La actividad deportiva, que requiere un comportamiento alimentario regulado, desencadena o amplifica los trastornos alimentarios?, o bien ¿el deporte de elite es, en ocasiones, la expresión de un trastorno alimentario existente en términos de hiperactividad y perfeccionismo? De hecho, según la Hipótesis de la atracción por el deporte, algunos deportes específicos atraen a individuos que tienen trastornos alimentarios o alto riesgo de desarrollarlos, ya que en ellos encuentran una forma de gastar calorías y de justificar su delgadez o sus hábitos alimentarios inadecuados.

No obstante, si existe consenso acerca del enorme interés que reviste el análisis de las razones por las cuales las atletas tienen una mayor predisposición al desarrollo de trastornos alimentarios y el conocer si los desencadenantes primarios son factores de personalidad o familiares y del entorno. Es importante, por tanto, identificar aquellos factores de riesgo que ayudan a que los atletas sean más vulnerables, es decir, que condiciones o factores desencadenantes son responsables de la conducta Patológica.

Consecuencias sobre la salud del deportista:

Debido a la restricción energética que se presenta en deportistas con trastornos alimentarios, se puede sufrir una pérdida importante en la masa corporal y hormonas relacionadas con esta como la letptina, la insulina y el cortisol. También se presentan pérdidas de masa ósea que pueden ser irreversibles, reducción de la proteína muscular, disminución en los niveles de glucógeno y los niveles de lípidos corporales (ambos intervienen con las reservas energéticas) que pueden afectar gravemente la resistencia y la potencia muscular, obteniendo un efecto totalmente contrario y logrando una disminución en el rendimiento. Haciendo énfasis en las mujeres, aquellas que entrenan con mayor intensidad y se preocupan más por su masa corporal, llegan a sufrir trastornos alimentarios que reducen su peso y masa corporal hasta un punto en el que se sufren irregularidades en el ciclo menstrual reduciendo su nivel de estrógenos y haciéndolas más vulnerables a pérdidas de calcio y fracturas, y a largo plazo causando enfermedades como la osteoporosis.

Otro tipo de problemas se relacionan con la reducción de la proteína muscular y de los niveles de líquidos corporales, lo que puede afectar muy negativamente la potencia muscular y la resistencia, y por tanto el rendimiento.

A corto plazo es cierto que la pérdida de peso puede resultar beneficiosa para la ejecución deportiva, especialmente en deportes en los que se requiere un peso o unos niveles de grasa determinados, pero el trastorno alimentario acaba siendo física y emocionalmente destructivo para el individuo y su entorno.

Tratamiento y Prevención:

La combinación entre un trastorno alimentario y un ambiente deportivo se considera una situación grave, por lo que el sujeto afectado requiere aproximaciones especiales para su recuperación y tratamiento. Este requerirá un abordaje multidisciplinario donde intervengan médicos, psicólogos y psiquiatras, nutricionistas, entrenador y el apoyo por parte de la familia del deportista; y tener en cuenta que los profesionales deben ser especialistas en este campo y tener la capacidad de tratar a cada deportista en particular. Debe evaluarse la disposición, el rendimiento y las expectativas del deportista para así poder determinar si se requiere una modificación en la rutina deportiva. Por último un estudio nutricional para conocer la dieta del deportista para saber cuan equilibrada es y conocer si se restringen comidas durante el día y así proceder a dar un nuevo patrón de alimentación que el deportista debe seguir exhaustivamente y poner el tratamiento por delante del deporte.

Como medidas preventivas es importante que tanto deportistas como entrenadores conozcan los factores de riesgo, para así evitar el desarrollo de algún trastorno alimentario. Los entrenadores deben ser capaces de reconocer previamente los síntomas físicos y psicológicos de las alteraciones alimentarias y tener la necesidad de promover cambios en las regulaciones deportivas para evitar que en distintos deportes se promuevan pesos corporales y porcentajes de grasa excesivamente bajos.

La autoestima de las personas que sufren los desórdenes alimentarios tiende a ser baja y a menudo se encuentra asociada con un rendimiento pobre o con expectativas no realistas. Saber cómo el atleta está ejecutando y conocer sus sentimientos hacia su propio rendimiento, así como el papel que juega el deporte en su vida dará cierta facilidad para abordar el problema.

Por otra parte, es importante una adecuada educación de los entrenadores/as en pautas de comportamiento en lo referente a las exigencias dietéticas y en la sintomatología de estos trastornos, con el fin de detectar precozmente los casos que se puedan dar entre los deportistas. Aunque en un estudio llevado a cabo en Estados Unidos se ha puesto de manifiesto que más de un 90% de entrenadores habían estado alguna vez en contacto con deportistas afectados por trastornos alimentarios, solo una cuarta parte se sentían seguros de poder identificar el problema y un tercio de ser capaz de contribuir a su solución.

Marco Teórico

A continuación se presentarán una serie de artículos donde se apoya el tema tratado:

- “Deportes y trastornos de la conducta alimentaria”

Rosa Behar A, Patricia Hernández T

- “EJERCICIO FÍSICO Y HÁBITOS ALIMENTARIOS: UN ESTUDIO EN ADOLESCENTES DE CÁDIZ”

Amelia Rodríguez Martín, José Manuel Martínez Nieto, José Pedro Novalbos Ruiz, Miguel Ángel Ruiz Jiménez y Diego Jiménez Benítez.

Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud. Universidad de Cádiz.

- “Prevención y detección de los trastornos de alimentación en deportistas de alto rendimiento (CAR, CEARE y CTD)”

Joaquín Dosil Díaz*, Isabel Díaz Ceballos**, Anna Viñolas Ramisa* y Olga Díaz Fernández***

*Universidad de Vigo ** Escuelas Universitarias Gimbernat-Cantabria *** Universidad de Santiago de Compostela

- Psicología del desarrollo

Educación