UNIDAD 1 FUNDAMENTOS GENERALES

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hechos a medida por artesanos, como por ejemplo, los tejidos que se hacían en casas particulares. No había una escala industrial, al punto de que podía decirse que no había dos productos iguales.

En 1765, tiene lugar un hecho relevante para el desarrollo de la industria. El ingeniero escocés James Watt (1736 – 1819) inventa la máquina de vapor, la que fue patentada en el año 1769. Este dispositivo mecánico, tiene la propiedad de convertir la energía del vapor de agua en energía mecánica, la cual puede utilizarse para la propulsión y para la generación de energía eléctrica.

Entre fines del siglo XVIII y mediados del siglo XIX tuvo lugar, en Inglaterra, la Revolución Industrial. Los avances tecnológicos logrados produjeron enormes cambios en la forma de fabricar los productos. Es el caso, por ejemplo, de los telares mecánicos.

Por otro lado, en el año 1807, el ingeniero estadounidense Robert Fulton (1765 – 1815) desarrolló el primer barco de vapor y en el año 1814, el ingeniero inglés George Stephenson (1781 – 1848), inventó la locomotora, dándose inicio, de este modo, a la era de las máquinas a vapor móviles en barcos y ferrocarriles.

Esto hizo que aumentaran notablemente los volúmenes de los productos transportados, lo que permitió ampliar los mercados. Se lograron así productos de mejor calidad y de menor precio, como consecuencia de los mayores volúmenes producidos (economías de escala).

Otra característica importante de la Revolución Industrial está dada por la “especialización en el trabajo”, de manera que los trabajadores, se concentraban en tareas específicas, lo que les permitía obtener una mayor productividad.

Como una consecuencia negativa de la Revolución Industrial, podemos mencionar el hecho del desplazamiento del hombre por la máquina, lo que trajo aparejado importantes problemas sociales. Por otra parte, la especialización en el trabajo, en muchos casos, derivó en una pérdida de la visión global de la empresa.

Estos problemas sociales también se vieron incrementados por el hecho de que una enorme cantidad de campesinos fueron emigrando del campo a las grandes ciudades, lo que provocó un exceso de oferta de mano de obra y provocó la disminución en los ingresos percibidos por los operarios.

No pocos autores, se refieren a la mencionada Revolución Industrial como la Primera Revolución Industrial. Son aquellos que sostienen que, entre los años 1870 y 1914 tiene lugar la Segunda Revolución Industrial. Ésta estuvo caracterizada por una profundización de los cambios introducidos en la Primera Revolución Industrial. Por un lado, así como el carbón fue la fuente de energía que caracterizó a la Primera, el petróleo y el gas, caracterizaron a la Segunda Revolución Industrial. Por otro lado, fueron surgiendo nuevas industrias, como la industria química y la automotriz, entre otras. Además, esta segunda etapa no estuvo circunscripta a Inglaterra como en el caso de la primera sino que se extendió a diversos países de Europa Occidental, Estados Unidos y Japón, entre otros.

De inmensa importancia fue la creación en 1913 de la cadena de montaje móvil por Henry Ford (1863 – 1947), lo que dio lugar a la producción en serie para la fabricación de automóviles y, que después se aplicaría a una amplia gama de productos.

Evolución de la teoría administrativa

Una vez hecha esta apretada síntesis de los antecedentes históricos que tuvieron lugar fundamentalmente en ocasión de la Primera y Segunda Revolución Industrial, nos abocaremos a desarrollar, también brevemente, las distintas teorías de la administración.

Escuela de la Administración Científica

• Frederick W. Taylor (1856-1915), nacido en los Estados Unidos, es considerado “el padre de la Administración Científica”. Esta fue desarrollada a principios del siglo XX. Taylor fue un hombre que, si bien provenía de una familia de una buena posición económica, comenzó a trabajar como obrero en la industria del acero en la que realizó una carrera vertiginosa que lo llevó a ocupar sucesivamente, los puestos de capataz, jefe de taller, jefe mecánico, jefe dibujante, hasta que, en 1883, se recibió de ingeniero mecánico y pasó, en 1884, a ser jefe de ingenieros. Es decir, que Taylor pudo conocer la empresa desde abajo, lo que lo llevó a interiorizarse en detalle de la problemática de los obreros así como de la forma en que estos realizaban sus trabajos.

La filosofía de Taylor se basaba en cuatro principios fundamentales:

1. Estudio científico del trabajo. Taylor sostenía que, del mismo modo que existen leyes naturales que gobiernan el mundo, es posible definir leyes que permitan diseñar la mejor forma de hacer cualquier tipo de trabajo.

2. Selección científica y entrenamiento del operario. Se basa en aprovechar las diferentes aptitudes que poseemos todos los seres humanos, de modo de asignar a cada trabajador el trabajo adecuado, dándole el entrenamiento necesario para poder desarrollar su tarea exitosamente.

3. Educación del trabajador en forma científica. Puede interpretarse como la unión de los dos principios anteriores.

4. Cooperación entre directivos y operarios. Se basa en que los operarios puedan ver que, en la medida en que producen más, se beneficia el empleador pero también se benefician ellos a través de políticas de incentivos.

• Henry L. Gantt (1861-1919): fue colaborador de Taylor. Puso énfasis en la necesidad de capacitar a los trabajadores. Introdujo algunas modificaciones en las políticas de incentivos aplicadas por Taylor. Estableció un sistema de incentivos según el cual, el supervisor percibía una bonificación por cada trabajador que cumpliera con su objetivo y otra bonificación si todos alcanzaban su objetivo. Esto motivó a los supervisores a entrenar a sus trabajadores en el desarrollo de sus tareas. Pero Gantt realmente trascendió históricamente por su famoso y aún utilizado Diagrama de Barras, sobre el que volveremos más adelante.

• Frank B. Gilbreth (1868 – 1924) y Lilian M. Gilbreth (1878 – 1972). Este matrimonio norteamericano realizó importantes aportes que apuntaron fundamentalmente a mejorar el bienestar del trabajador a través de la economía de movimientos que permitía disminuir la fatiga de los trabajadores

Escuela de la Teoría Clásica

Henri Fayol (1841-1925): nacido en Estambul, pero que se lo considera