Essays.club - Ensayos gratis, notas de cursos, notas de libros, tareas, monografías y trabajos de investigación
Buscar

UNIDAD Nº 2 - LA CONFORMACIÓN DEL MUNDO CONTEMPORÁNEO (FINES DEL S. XVIII – 1870).

Enviado por   •  9 de Abril de 2018  •  11.615 Palabras (47 Páginas)  •  446 Visitas

Página 1 de 47

...

A esta industria algodonera hay que sumarle su relación con el comercio de esclavos, ya que los esclavos africanos desde Bristols, Glasgow o Liverpool eran llevados a las Indias Occidentales en donde se producía algodón en bruto para la industria británica. Es decir que la industria algodonera fue lanzada por el impulso del comercio colonial, un comercio que permitía una gran y rápida expansión a los empresarios.

El algodón era benéfico para su explotación y era irresistible para los comerciantes, por que ofrecía condiciones excelentes para su explotación. Los nuevos inventos que lo revolucionaron (maquinas de hilar, husos mecánicos, telares) eran sencillos y baratos y tenían una altísima producción que rápidamente compensaba sus gastos. Además una de las ventajas que ofrecía el algodón es que toda la materia provenía desde afuera y su abastecimiento podía aumentarse con esclavitud y nuevas áreas de cultivo. Su mayor suministro se hallaba en el sur de EE-UU.

En sus inicios la industria del algodón se realizó mediante la creación de grupos de trabajadores manuales domésticos, pero luego el tejer se mecanizó, y los tejedores manuales desaparecieron.

También hay que destacar que la industria del algodón fue la 1ª industria revolucionaria e impulsó a los patronos de empresas privadas a una revolución. En tanto que las fábricas fueron casi exclusivamente talleres textiles algodoneros.

Aunque también hay que decir que en este periodo hubo problemas de crecimiento, ya que el capitalismo sufrió una crisis general. Crisis que creó miseria y descontento, lo cual ocasionó levantamientos de los pobres en zonas urbanas e industriales.

Los ricos podían acceder a créditos para superar la deflación; no así el hombre medio que sufría por la situación económica. El ámbito general era de deflación y no de inflación, o sea que las ganancias, lejos de gozar de una alza, padecían una ligera baja. Pero como las ventas totales seguían ascendiendo, el total de ingresos subía también, aunque la unidad de ganancia fue menor. El retroceso de la ganancia se la detuvo reduciendo los costos, como ser el de los jornales, para esto se sustituyó los obreros expertos por mecánicos más baratos y la competencia de la maquina.

Si bien esto fue una crisis que se dio en forma general, es importante analizar qué transformación sufrió el trabajo. En este sentido el primer factor que hubo de movilizarse y desplegarse fue el trabajo, pues una economía industrial significaba una disminución en la población agrícola y un aumento paralelo en la no agrícola (urbana) y un rápido aumento general de toda la población, lo cual implica un brusco aumento en el suministro de alimentos agrarios, es decir una “revolución agrícola”.

Este gran crecimiento de las ciudades y pueblos no agrícolas estimuló la agricultura. Este cambio agrícola había precedido a la revolución industrial haciendo posible los primeros pasos al rápido aumento de población. Este aumento de producción que permitió a la agricultura proporcionar el 98% de la alimentación fue por métodos descubiertos en el siglo anterior para la racionalización y expansión de las áreas de cultivo.

En términos de productividad económica, esta transformación social fue un éxito, en términos de sufrimiento humano, una tragedia. Desde el punto de vista de la industrialización tuvo consecuencias deseables, pues una economía industrial necesita trabajadores. La población rural fue la principal fuente laboral. De lo contrario, el desarrollo industrial británico hubiera sido tan difícil como lo fue en Francia por la estabilidad y relativo bienestar de los campesinos y la pequeña burguesía, que privaba a la industria del aumento de trabajadores requeridos.

Pero una cosa era adquirir un número suficiente de trabajadores y otra adquirir una mano de obra experta y eficaz. Todo trabajador tenía que aprender a trabajar al ritmo de una industria, diferente al de las estaciones en el campo. Entonces los patronos ingleses, se quejaban de la tendencia del trabajar hasta alcanzar el tradicional salario semanal y luego detenerse.

La solución se halló estableciendo una disciplina laboral diacrónica, pero sobre todo con la práctica de retribuir tan escasamente al trabajador que este necesitaba trabajar intensamente toda la semana para alcanzar un salario mínimo. En las fábricas se consideró a veces más conveniente el empleo de niños y mujeres.

En cuanto a la situación económica la gran dificultad consistía en que la mayor parte de quienes poseían riquezas eran reacios a invertir en nuevas industrias. Lo insignificante del capital local hizo a los primeros industriales más duros, tacaños y codiciosos, y por lo tanto más explotadores a los obreros. En cambio no había dificultades respecto a la técnica del comercio y las finanzas.

En síntesis como sabemos Gran Bretaña fue el primer país que conoció la revolución industrial y se convirtió en el emporio del mundo, monopolizando la industria, la exportación de productos manufacturados y la explotación colonial. Los intereses industriales británicos eran nacionalistas (agresivo) y consideraban al aparato estatal británico como una máquina para eliminar a sus competidores extranjeros y potenciar al máximo las ganancias de sus mercados externos. El propósito de la burguesía no era eliminar el atraso sino reforzar su propio progreso, conquistando el mundo.

La Segunda Fase de la Industrialización en Inglaterra (1.840-1.895)

Terminada la primera fase (la textil) de la revolución industrial, comenzó la segunda fase, la de las industrias de base: carbón, hierro y acero.

Las razones del desarrollo de esta etapa son:

- la creciente industrialización del mundo, que necesita cada vez mas de estos productos

- la necesidad de invertir la enorme cantidad de capital acumulado

La revolución del transporte (con hierro británico) dio un ímpetu adicional a la apertura de nuevos mercados y a la expansión de los viejos. Fue así como se desató la “manía del ferrocarril” entre 1.835-1.837 y 1.845-1.847.

El ferrocarril fue mucho más revolucionario que el algodón pues supuso una industrialización mucho más avanzada. Cambió la noción del tiempo (demora) y de la distancia, señaló las posibilidades del progreso técnico y fue el invento más científico, más “ultramoderno”

Nació de las necesidades del transporte minero, y que era racional arrastrar las

...

Descargar como  txt (75.2 Kb)   pdf (139.3 Kb)   docx (53.9 Kb)  
Leer 46 páginas más »
Disponible sólo en Essays.club