Un siglo muchos cambios

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La Constitución de 1917 expresaba las principales problemáticas sociales y políticas que trajo consigo la revolución. Al asumir con su llegada la función de instaurar un nuevo orden normativo comenzó a solucionarse el dilema de la estructura de su Estado y los ideales de la clase política. En nuestra Carta Magna se define la forma de gobierno de nuestra nación, los principios en los que está fundada y el modelo de país que se quiere para los ciudadanos, un documento que puede ser tan amplio o tan corto como se piense, es de extenso contenido y en la cual se plasmaron los ideales de quienes la promulgaron.

En el centenario de la Constitución Mexicana se observa una serie de vacíos y contradicciones, producto de sus múltiples reformas parciales que por cientos se han acumulado en cada sexenio presidencial. Podría considerarse natural las más de 700 reformas que se han presentado a través de los últimos 100 años, en promedio hablamos de un poco más de 70 modificaciones por año. Si bien las necesidades han cambiado desde entonces los objetivos de la constitución siguen siendo los mismos; mantener el orden y la paz entre los individuos del país.

La Constitución normaliza las conductas de los residentes mexicanos, es de ella de donde emanan todas las demás leyes, códigos y reglamentos, entonces, se considera de máxima importancia que todas estas reformas no afecten su esencia. De la Constitución promulgada en 1917 a la actual de los 136 artículos presentados originalmente solo siguen intactos 22 artículos, todas estas reformas se consideran de alguna manera necesaria para resolver diversas situaciones sociales, económicas, políticas, laborales, educativas, etc.

El Dr. Diego Valadez, “afirma que el problema con los cambios que se le han aplicado a la Carta Magna de 1917 es que se ha engrosado su contenido tres veces más de lo que originalmente aprobaron los Constituyentes pues el texto original tenía 21,000 palabras y el texto actual tiene 65,447”.[2]

Para el final del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa el texto tenía 54,815 y Enrique Peña Nieto ha agregado 10,632 a raíz de las modificaciones realizadas en su sexenio. Uno de los artículos más reformados hasta nuestros días es el número 73 que habla sobre las facultades del congreso, se ha modificado a lo largo de los años debido a su extenso contenido y los cambios que se presentan en las funciones que este ejerce.

A pesar de ello los errores de nuestra constitución no han sido del todo corregidos por las constantes reformas. Podríamos apuntar la falta de definición de la jerarquía de las leyes federales y locales en nuestro sistema, la ausencia de los límites y alcances de los tratados internacionales, por solo mencionar algunos.

Si bien las reformas constitucionales nunca han sido suprimidas en México, en los últimos sexenios se ha llegado a una exageración, pueden tomarse como una deformación del constituyente y a la autoridad de solo un poder, el ejecutivo federal.

Francisco Zarco en una editorial adelantó “será admirable cuanta reforma se apruebe al texto constitucional, pues no es una Constitución ad perpetuam”[3] El historial de reforma constitucional nos muestra la proclividad, aunque moderada, para adaptar la norma fundamental a la realidad.

*Ad perpetuam es un Acto de jurisdicción voluntaria que tiene por objeto llevar a cabo una averiguación o prueba destinada a justificar algún hecho o acreditar un derecho para que en lo sucesivo conste inequívocamente.

“Las variaciones o alteraciones a toda Constitución siempre deben reconocer la permanencia del núcleo esencial de la constitución modificada, puesto que toda Constitución rígida o flexible tienen límites en cuanto a su modificación”[4]

- Reformas serán buenas en qué sentido

Basándose en el escrito anterior citado, el límite para las reformas a la Constitución serían las garantías individuales o en otras palabras los derechos humanos. Si bien es cierto que una norma puede quedar abolida al ser demasiado inhumana, una reforma también podría dar marcha atrás en caso de presentar manifiesto en contra de la dignidad de los habitantes del país. La Constitución de México rectifica la importancia que tiene el vivir de acuerdo a las normas y principios que en ella se establecen, pues muchos países la han tomado como punto de partida.

En el transcurso de este sexenio, las reformas más polémicas han sido la reforma energética y la reforma educativa. La reforma energética fue aprobada en el 2013, dicha reforma modificaba los artículos 27 y 28 y tenía como fin la participación de la iniciativa privada en contratos de utilidad compartida en los sectores de exploración y extracción de petróleo y gas. En materia de electricidad permitir la participación de particulares para generar y vender utilizando la red pública nacional, eso entre otras cosas ayudaría a disminuir los costos de la energía y la gasolina además de traer consigo la creación de empleos.

Todo lo anterior no tuvo un considerable éxito, y la consecuencia fue el descontento de la gente con los tan mencionados “gasolinazos” lo que significó el alza del precio de los combustibles y en muchos hogares el aumento en la energía eléctrica; lo cual nos lleva a replantearnos la pregunta ¿Realmente se necesitan las reformas a la Constitución Mexicana?

En cuanto a la reforma educativa se buscaba aumentar la calidad de educación en México e igualar las oportunidades; pretendía reorganizar las escuelas para que existiera menos burocracia y una de las propuestas principales era evaluar año con año a los maestros lo cual ocasiono inconformidad entre los docentes que organizaron marchas y plantones para impedir esta modificación.

- Conclusión

En resumen, las reformas a la Constitución Mexicana presentan cambios favorables aunque en repetidas ocasiones resultan ser una desventaja en lugar de un beneficio, mucha de la población argumenta que no es necesaria la exorbitante cantidad de modificaciones que se han hecho sobre todo en el último sexenio, las cuales no han sido tan necesarias e incluso han perjudicado a la población de manera económica y social. En mi opinión las políticas implementadas no han sido en su mayoría las adecuadas, pues han desacertado en reincididas situaciones, como lo han sido las presentadas en los párrafos anteriores.

- Fuentes de consulta

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, edición 2017.

Secretaria