Viernes cobarde.

...

obsequie un reloj –uno en forma de corazón con correa verde con broches que ella misma eligió a través de un whatsapp en una trivia- que en una ocasión le prometí regalarle para su cumpleaños que como un patán olvidé completamente, conversamos sobre diferentes cosas no mucho de nosotros creo que para eso falta mucho pero cuando conversamos lo hacemos bien, bebimos mucho y le dije lo mucho que me gustaba “desde mucho tiempo te estoy siguiendo y la verdad me fascinas, eso no puedo dudarlo ni contenerme a tratar de besarte”ella siempre sosegada pareciera que ya esperaba esa frase de repente para ella un cliché, abstracta y de repente boba quizás, pero consciente tal vez de lo que se venía, nunca contestó pregunta alguna, no halle ni una palabra en ella que supo manejar la situación muy bien;luego todo paso de repente sentí su mano en mi espalda y mi mano se acercó buscando entrar debajo de su blusa,caminamos al hostal besando aprovechando cada poste sin luz así nos sorprendió desnudos el amanecer besando su espalda acariciando todo su cuerpo, por fin ella y su gran trasero en ese momento me pertenecía.

Fue otro viernes cobarde para mí que no pude decirle otra vez: “Eres muy especial para mí, que desde mucho tiempo te estoy siguiendo y la verdad me fascinas, eso no puedo dudarlo ni contenerme a tratar nuevamente de besarte y todo de lo que dije esa noche es cierto”. Ella ahora sí respondió muy amablemente: “yo te quiero como un amigo, no quiero que confundas las cosas tú tienes tus cosas yo las mías no nos conocemos todavía, no te ilusiones conmigo porque te puedo hacer daño sin quererlo” quisiera vengarme a través del olvido a través del desinterés e indiferencia pero son cualidades que todavía no perfecciono.