Violencias y poder
Enviado por monto2435 • 19 de Febrero de 2018 • 2.684 Palabras (11 Páginas) • 277 Visitas
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Evidencian cómo en los últimos años (2000) el estudio de las violencias se ha complejizado con la mirada transdisciplinaria de: la psicología, la sociología, la criminología, el psicoanálisis, la comunicación y la filosofía social (Ferrandiz & Feiza, 2004).
Precisan que el estudio de las violencias, realizada a través de un lente antropológico, puede llegar a causar en el investigador que la mira un “shock existencial”, causando con esto dificultades metodológicas por la implicación emocional del investigador en los estudios sobre la violencias, especialmente en escenarios de guerra.
Los autores realizan una división de las violencias de la siguiente manera: a) la violencia política, que proviene fundamentalmente del ejercicio del poder, b) la violencia estructural, que se refiere a la organización económico- política de la sociedad, c) la violencia simbólica, la cual retoman del trabajo de Pierre Bordieu, que se ejerce “con el inconsciente consentimiento de los subordinados” (Bordieu, 2000), y d) la violencia cotidiana, que tiene su expresión en la vida diaria, en la cual la violencia vivida es naturalizada en las comunidades creando un ethos de la violencia, es decir como una forma común de vida adoptada por un grupo de individuos.
A manera de conclusión se preguntan sobre el futuro del estudio de las violencias, e invitan a esquivar las “tentaciones del rencor, el odio o el partidismo”, con esto los autores hacen un llamado a mirar el fenómeno de las violencias en todo su espectro, desde su etiología y desde las distintas caras y actores que la ejercen.
Retomando la invitación por parte de Ferrandiz & Feiza sobre la indagación en los orígenes de las violencias, se hace un análisis de El malestar en la Cultura, de S. Freud (1930/2007), quien argumenta que la insatisfacción del hombre se debe a que la cultura, controla sus impulsos eróticos y agresivos. Según Freud el hombre tiene una agresividad innata que puede desintegrar la sociedad, por tal motivo, la cultura controlará esta agresividad internalizándola bajo la forma de Superyó y dirigiéndola contra el Yo, el que entonces puede tornarse masoquista o auto destructivo.
Freud también habla de la culpa como medio de control de la sociedad, ésta funciona encauzando la agresividad dirigiéndola contra el propio sujeto y generando en él un superyó, es decir una conciencia moral, que será la fuente del sentimiento de culpabilidad y que generará la necesidad de castigo si no se cumplen con las normas dominantes.
Expone cómo la “autoridad” de estas reglas es internalizada, y el superyó o la conciencia moral, tormenta al yo 'pecaminoso' generándole angustia. (Freud, 1930/2007).
Concluye diciendo que "El destino de la especie humana depende de hasta qué punto la cultura podrá hacer frente a la agresividad humana". Pues su tesis parte de la idea de que los hombres no son bondadosos de manera innata, el los describe como seres instintivos que tienden a la agresividad hacia los otros:
“la verdad oculta tras de todo esto, que negaríamos de buen grado, es la de que el hombre no es una criatura tierna y necesitada de amor, que sólo osaría defenderse si se lo atacara, sino por el contrario, un ser entre cuyas disposiciones instintivas también debe incluirse una buena porción de agresividad. Por consiguiente, el prójimo no le representa únicamente un posible colaborador y objeto sexual, sino también un motivo de tentación para satisfacer en él su agresividad, para explotar su capacidad de trabajo sin retribuirla, para aprovecharlo sexualmente sin su consentimiento, para apoderarse de sus bienes, para humillarlo, para ocasionarle sufrimientos, martirizarlo y matarlo”.
Freud explica al final de su ensayo que si este odio hacia el prójimo no se refleja a través de la violencia, se traslada hacia el propio sujeto, abriendo con esto el estudio de la internalización de la violencia analizada a profundidad por Pierre Bordieu en La dominación masculina.
Pierre Bordieu, expone a través de La dominación masculina (2000), cómo la violencia simbólica, entendiendo a esta como un conjunto de hábitos, percepciones y esquemas de relación que producen y reproducen las asimetrías en las relaciones entre hombres y mujeres, están ocultas tanto para los dominantes como para dominados, pues los dominados contribuyen, sin saberlo, a su propia dominación al aceptar las concepciones sobre los límites entre categorías sociales.
Éstos se expresan en la forma de emociones corporales como la vergüenza, humillación, timidez, ansiedad, culpabilidad y de sentimientos como el amor, respeto, confusión verbal, rubor, rabia impotente, que que son maneras de someterse a la opinión dominante.
Bordieu revela que la dominación es resultado de un proceso de largo aliento: la transformación de los cuerpos en los que se esta se inscribe, ha implicado un desarrollo sistemático que ha incluido tanto las amenazas explícitas como la construcción simbólica del cuerpo para producir hábitos diferenciadores: la masculinización del cuerpo masculino y la feminización del cuerpo femenino (Bourdieu, 2000).
Slavoj Žižek, critica a la violencia estructural, cuya dinámica se encuentra enraizada en el funcionamiento de la economía y la política, pues refiere que ésta domina por medio de la “imposición simbólica a nuestras preferencias”, Žižek explica de una manera irónica cómo la desgracia de algunas personas importa más que otras en nuestro imaginario (Žižek, 2009)
Propone un distanciamiento emocional de la violencia retratada en los medios de comunicación pues indica que ésta empatía nos impide pensar:
“el horror sobrecogedor de los actos violentos y la empatía con las víctimas funcionan sin excepción como un señuelo que nos impide pensar. Un análisis conceptual desapasionado de la tipología de la violencia debe por definición ignorar su impacto traumático“
Hace una crítica muy fuerte a la caridad pues expone cómo la instauración de ésta hace que no se solucionen los problemas de fondo, ejemplifica esto al mencionar cómo el capitalismo se ha “colgado” de la suceptibilidad de las personas para que piensen que están ayudando a lograr un cambio social cuando en realidad sólo se engaña a los consumidores por medio de estrategias de marketing (Žižek, 2009).
Se cuestiona entonces sobre la ética del capitalismo, el capitalismo que impera actualmente, que manipula la mente de los individuos con un “falso sentido de la urgencia”, que conduce a replicar desajustes materiales, esto queda ejemplificado
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