“la fotografía repite mecánicamente lo que nunca más podrá

...

“El punctum es personal, juega mas en el terreno de lo inconsciente,

no es intencional, depende del espectador”[4]

Por ejemplo, se podría decir que en una fotografía familiar, a parte de lo representado racional y visiblemente (que vendría siendo el studium), posee un punctum para las personas a las que la imagen representa algo más allá de unas personas en un lugar determinado. Es aquella emoción que sentimos cada uno de nosotros al ver a un ser querido allí y la asociación que hacemos a su personalidad, cualidades, etc.

Comenta Barthes que, para él, la fotografía estaría más próxima al teatro que a la pintura gracias a lo que llama un «mediador singular»: la muerte. Este autor establece un interesante paralelismo entre el culto a los muertos y el teatro primitivo que traslada después a la pose fotográfica.

Nos plantea la figura de la pose. Barthes la define como una intención de lectura que puede durar así sea una millonésima de segundo. Hace una dualidad entre lo que es la pose en el cine y en la fotografía. En la fotografía es algo se ha posado frente a un agujero y se ha quedado en el para siempre, mientras que en el cine esta pose es continua, derivada de la fotografía, pero siendo distinta: “algo ha pasado ante ese agujero”.

“la fotografía, a veces, hace aparecer lo que jamás se percibe en un rostro real (o reflejado en un espejo): un rasgo genético, el pedazo de uno mismo o de un pariente que proviene de un ascendiente (…) La fotografía ofrece un poco de verdad, con la condición de trocear el cuerpo. Pero dicha verdad no es la del individuo, que sigue siendo irreductible; es la del linaje”

Por tanto, creo que en este caso Barthes está hablando de una contraposición entre ámbitos ya de por sí diferentes (más allá de la fotografía y el cine) como son el de la ficción y el de la no ficción, entre los que podrían encontrarse numerosas diferencias al margen del lenguaje o del medio con el que se pongan en práctica. Denota de esta manera la relación de la no ficción: fotografía y la ficción: cine.

En esta búsqueda de la esencia de la fotografía, se encuentra con que esta es la posición conjunta de la realidad. La figura a la que denomina noema fotográfico, la defino como aquello que ha sido “esto ha sido”[5]. Por lo mismo, el rasgo inimitable de una fotografía vendría siendo un noema[6], este a su vez es el hecho de que alguien haya visto al referente en carne y hueso o en persona. Esto para Barthes constituye la esencia de la fotografía “la esencia de la fotografía consiste en ratificar lo que ella misma representa”.

Roland Barthes nos propuso una búsqueda de la esencia misma de la fotografía, apartándola de ese sentido que las hacía iguales a todas (lo análogo) y sumergiéndose en ella para descifrar los elementos que hacen que de la fotografía algo distintivo de la comunidad en general de imágenes.

---------------------------------------------------------------