LA IMPORTANCIA DE LA ESTRATEGIA DE UNA MYPES
Enviado por rabg • 24 de Septiembre de 2020 • Ensayo • 2.405 Palabras (10 Páginas) • 396 Visitas
La importancia de la estrategia en las MYPES.
La creación de MYPES en el Perú contribuye en gran medida a la generación de empleo y además favorece al crecimiento económico. Sin embargo, las MYPES afrontan una serie de dificultades que limitan su supervivencia en el largo plazo. Según estudios de la consultora Global Entrepreneurship Monitor realizado en el Perú, se estima que 9.2 millones de peruanos están involucrados en una actividad emprendedora, de los cuales el 75% tiene un periodo de operación de entre 0 y 42 meses y el restante 25% sobrepaso este periodo, considerándose como empresas consolidadas (Serida, Borda, Nakamatsu, Morales & Yamakawa, 2005).
Este ensayo propone que la implementación de una estrategia, es importante para el éxito de las MYPES y evitar el cierre tempano de la empresa.
Para sustentar lo indicado, primeramente desarrollaremos los conceptos de estrategia y emprendimiento. Luego mostraremos la relación entre estrategia y emprendimiento. Mencionaremos las motivaciones que llevan a las personas a emprender. En adición a ello, se explicará la importancia de la innovación en la estrategia. Seguido de ello, se evaluará y sugerirá el establecimiento de la estrategia como orientación para tener un rumbo en el negocio. Finalmente se mencionarán conclusiones y recomendaciones.
Para Porter (2008) la estrategia consiste en crear un calce entre las actividades de una empresa. El éxito de una estrategia depende de realizar bien muchas cosas e integrarlas entre sí. Si no existe un calce entre las actividades, no hay una estrategia distintiva ni mucha sustentabilidad. En adición, Chandler (1962) señala que la estrategia es la determinación de las metas y objetivos de largo plazo de la empresa, y la adopción de caminos de acción y de asignación de recursos para alcanzar dicha metas. Por otro lado, Andrews (1962) indica que la estrategia es el conjunto de metas y de las principales políticas para alcanzar dichas metas, establecidas de manera de que definan en qué negocios está o debiese estar la empresa, el tipo de organización que es lo que debiese ser, y la naturaleza de la contribución económica y no económica que busca realizar a sus accionistas, empleados, clientes y a la comunidad.
La estrategia tiene muchas definiciones pero todos los autores coinciden que se trata de un conjunto de objetivos y el entorno en que se desarrolla.
A continuación pasaremos a definir el concepto de emprendimiento. Duarte (2007) señala que el emprendimiento es la actividad que involucra el proceso de creación de nuevas empresas, el repotenciamiento de las actuales y la expansión de las firmas en los mercados globales, entre otros aspectos clave. Guarda una estrecha relación con la dinámica productiva de los países, el crecimiento económico, el desarrollo social y la formación de una fuerte cultura empresarial necesaria para el progreso. Ahora se utiliza frecuentemente el término espíritu empresarial como sinónimo de emprendimiento.
Álvarez y Barney (2004), por su parte, aseguran que el emprendimiento se describe en términos de las medidas adoptadas para reconocer y aprovechar las oportunidades con el fin de crear bienes y servicios. Adicionalmente, el emprendimiento empresarial se ha definido como un elemento de la estrategia de la empresa, principalmente porque este tiene dos objetivos principales: la búsqueda de la oportunidad de emprendimiento y la renovación estratégica de la compañía. Asimismo, se ha comprobado que este utiliza los frutos del proceso de innovación para ayudar a la empresa a construir nuevas fuentes de ventaja competitiva y renovar sus propuestas de valor; los objetivos principales de la gestión estratégica (Dess, Lumpkin, & Eisner, 2003).
El emprendimiento involucra la creación de nuevas empresas y los emprendedores de manera individual o agrupándose crean oportunidades de negocio. El emprendedor identifica la oportunidad y crea el negocio.
En concordancia con las definiciones anteriores, pasamos a establecer la relación entre la estrategia y emprendimiento. Ambos tienen una relación estrecha que debería ser percibido por el emprendedor. De acuerdo con Ireland, Hitt, Camp & Sexton (2001), el emprendimiento empresarial y la gestión estratégica son procesos dinámicos que se ocupan del comportamiento y el rendimiento de las empresas. Mientras que la gestión estratégica exige a las empresas establecer y explotar las ventajas competitivas dentro de un medio en particular, el emprendimiento promueve la búsqueda de ventajas competitivas a través de innovaciones de producto, de proceso y de mercado. De manera similar, Venkataraman y Sarasvathy (2001) establecen que el emprendimiento y la gestión estratégica son campos de estudio que, en conjunto, tratan de describir, explicar, predecir y prescribir cómo es descubierto, creado y capturado el valor agregado del cliente.
Por otra parte, Kraus y Kauranen (2009) afirman que ambas disciplinas tienen que ver con la creación de valor, uno de los objetivos más importantes en la organización. Los autores reconocen que las acciones emprendedoras y estratégicas pueden contribuir a la creación de valor de forma independiente, pero cuando se integran pueden contribuir aún más.
La estrategia es determinante en el momento inicial de las empresas y nos llevará al objetivo que deseamos conseguir ya que se complementan muy bien. Es una de las competencias que deberían desarrollar los individuos antes de iniciar un emprendimiento. El motor que impulsará al emprendedor a optar por la estrategia será la motivación que pasaremos a mencionar en el siguiente párrafo.
De acuerdo a lo mencionado en el para anterior, una motivación deberá impulsar al emprendedor a desarrollar una estrategia. Los emprendedores potenciales se motivan al ver la presencia de empresas exitosas en el ecosistema al que van a ingresar, por lo cual es clave dar a conocer cifras de natalidad de empresas, mortalidad, contratación de personal e historias positivas que se han dado en el medio (Gruidl, Stout & Markley, 2015). En este sentido y en relación con el emprendimiento, Barba-Sánchez y Atienza-Sahuquillo (2011) afirman que la decisión de creación y puesta en marcha de una empresa se ve como el producto de los motivos e intenciones que varían de acuerdo con los rasgos de personalidad y habilidades empresariales del individuo. En forma similar Shapero (1985) considera que cada fundación de empresa o evento empresarial es el resultado de dos decisiones: la decisión de un cambio de vida y la decisión de iniciar una empresa.
Raposo, Paco y Ferreira (2008) con el objetivo de identificar el perfil del potencial emprendedor y conocer las motivaciones para crear empresa, realizaron una investigación con estudiantes universitarios. Hallaron como principal factor motivacional la necesidad de autonomía e independencia, derivado de aspectos como la frustración con trabajos anteriores, baja necesidad de apoyo, actitud reacia hacia consultores externos, el deseo de hacer lo que más le gusta, y la posibilidad de seleccionar el trabajo favorito.
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