Colombia vs Japon un analisis de caso
Enviado por daniel erazo • 5 de Agosto de 2022 • Documentos de Investigación • 2.863 Palabras (12 Páginas) • 456 Visitas
Argumentos a favor y contra del proceso de negociación del Tratado de Libre Comercio entre Japón y Colombia – Estudio de caso simple
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Resumen
El Tratado de Libre Comercio que se está negociando entre Colombia y Japón está desarrollado, como muchos otros, en un contexto de globalización bajo la premisa del libre comercio como método para mejorar la situación económica de los países. Este TLC ha sido marcado por las críticas de varios sectores colombianos, algunas por no ofrecer las oportunidades esperadas y otros por las experiencias no muy positivas con tratados previos de este mismo tipo. Al contrastar estas perspectivas con las del gobierno y teoría económica se pretende determinar las perspectivas de los sectores a favor y en contra del TLC y, más importante aún, los puntos claves del desacuerdo.
Abstrac
The Free Trade Agreement that is being negotiated between Colombia and Japan is developed, like many others, in a context of globalization under the premise of free trade as a method to improve the economic situation of the countries. This FTA has been marked by criticism from various Colombian sectors, some for not offering the expected opportunities and others for not very positive experiences with previous treaties of this type. Contrasting these perspectives with those of the government and economic theory, it is intended to determine the perspectives of the sectors for and against FTA and, more importantly, the key points of disagreement.
¿Por qué se persigue el libre comercio?
La búsqueda del libre comercio entre países puede remontarse, al menos, a la primera Revolución Industrial a finales del siglo XVIII. Desde el padre de la economía, Adam Smith, se han elaborado teorías sobre el comercio internacional y como las diferentes naciones podían mejorar su situación gracias a las ventajas comparativas de David Ricardo. En pleno siglo XIX, el libre comercio sigue siendo una teoría de desarrollo dominante. Sin embargo, el libre comercio en la historia reciente no es un tema puramente económico, sino que fue usado para reconstruir las relaciones internacionales que se rompieron tras las dos Guerras Mundiales. Gazol Sánchez (2016) afirma:
Al final de la II Guerra, se consideró que una de las vías para preservar la paz consistía en procurar mecanismos que asegurasen que la competencia entre países se desarrollaría conforme a reglas aceptadas por “todos” […] Se trataba, también, de eliminar la enorme cantidad de restricciones al comercio que habían sido impuestas durante el período inter-bélico y agravadas en los años de guerra. Se trataba, decían, de que el comercio entre naciones sirviera como medio para la prosperidad y no como foco de conflictos (p. 3)
La globalización es una palabra clave en el siglo XIX que, pese a ser multidimensional, tiene un mayor peso y causa en el ámbito económico. Según el Consejo de Europa (2020) “La globalización puede ser descrita como la cada vez mayor integración económica de todos los países del mundo como consecuencia de la liberalización y el consiguiente aumento en el volumen y la variedad de comercio internacional de bienes y servicios […]”. Tanta relevancia tiene la globalización y el libre comercio que el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial del Comercio y el Banco Mundial son fieles promotores del mismo, de hecho, fueron creados para dicho propósito. Según el Banco Mundial (2019) “El comercio es un motor de crecimiento que genera empleos, reduce la pobreza y aumenta las oportunidades económicas” y el FMI señala que sus tareas son complementarias a la OMC, pues:
Se necesita un sistema financiero internacional estable para respaldar un comercio internacional pujante, mientras que la fluidez del comercio ayuda a alejar el riesgo de que se produzcan desequilibrios en los pagos y crisis financieras. Ambas instituciones colaboran mutuamente para garantizar un sistema sólido de comercio y pagos internacionales al que tengan acceso todos los países. Un sistema de esa naturaleza es esencial para promover el crecimiento económico, mejorar las condiciones de vida y reducir la pobreza en el mundo (FMI, 2016, p.1).
Por esta razón, los Tratados de Libre Comercio no son extraños en el panorama actual. Incluso, se considera que el TLC es un paso avanzado en las relaciones diplomáticas y económicas entre países, una muestra clara de querer cooperar y crear apertura de sus mercados.
Las relaciones Colombia-Japón no son nuevas ni un caso aparte
Las relaciones diplomáticas entre Colombia y Japón no son algo nuevo, desde el 25 de mayo de 1908 existe un Tratado de Amistad, Comercio y Navegación que se ha mantenido sin problemas, exceptuando un breve periodo durante la Segunda Guerra Mundial (Embajada de Japón en Colombia, 2008). Según datos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón, para 2016 el apoyo de Japón a Colombia, entre ayudas gratuitas, ayudas reembolsables y asistencia técnica suma un acumulado histórico de 113.15 millones de yenes[1]. Las relaciones entre ambos países se hicieron más estrechas desde finales de 2012, cuando se realizó la primera ronda de negociaciones para la conformación de un Acuerdo de Asociación Económica entre ambos países, que se espera sea firmado antes que finalice el periodo presidencial de Iván Duque (El Nuevo Siglo, 2018).
Japón es reconocido como una potencia económica, principalmente por su capacidad industrial y tecnológica. Es miembro del G20, G7/G8, OCDE, WTO, APEC y múltiples Acuerdos Internacional de Inversión (IIA). Específicamente en TLC, Japón tiene 21 vigentes y 3 en negociación: Colombia, Turquía y China-Corea del Sur[2] (Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón, 2021). De hecho, Japón ha presentado gran interés en Latinoamérica, principalmente por las materias primas que puede obtener; de hecho mantiene relaciones de cooperación con casi todos los países de la región y es uno de los cuatro mayores usuarios del canal de Panamá (Agencia EFE, 2019).
Por su parte, Colombia ha demostrado su interés por abrirse al mercado mundial desde 1990 con el famoso proceso de apertura económica. Actualmente cuenta con 18 Tratados de Libre Comercio, 2 suscritos y 4 en curso (Japón, Turquía, Tisa y Alianza del Pacífico), la mayoría de ellos entraron en operación entre 2012 y 2019 (MINCIT[3], 2021). Sobre su relación comercial con el país asiático: “Las relaciones comerciales entre Colombia y Japón, medidas por sus flujos de importaciones e importaciones, aunque muestran valores pequeños, han presentado un crecimiento durante el siglo XXI” (Venegas & De La Peña, 2019, p. 69).
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