EL CONSTRUCTIVISMO EN LA EDUCACIÓN ACTUAL

EL CONSTRUCTIVISMO EN LA EDUCACIÓN ACTUAL

La educación es un tema que no ha dejado de evolucionar desde su comienzo y es que ms allá de enseñar muchos investigadores se han preocupado por las mejores técnicas de enseñanza y los contenidos que se pretenden dar a conocer. Pero no solo eso aportamos a los alumnos, ya que este en este proceso es necesario un docente, este también transmite sus saberes, hábitos, enfoques u opiniones personales respecto a las cosas. Por ello la escuela se ha ganado el título de nuestra “segunda casa”.

En este ensayo se hablará del constructivismo en la educación actual. Y como la pedagogía ha dado un cambio de enfoque donde pretende entender al alumno y propiciar el ambiente adecuado para que aprenda debidamente. Se especificaran y explicaran cada punto en relación a la pedagogía desde que es la escuela para el constructivismo hasta definir qué se entiende por disciplina. Además que citaremos a algunos autores que han venido haciendo investigaciones relevantes que hacen crecer cada día este vasto tema de la pedagogía y la educación.

La escuela como agente crítico y creativo: dado que en la escuela nace una nueva relación social con personas con edades similares se dice que tiene un papel crítico y creativo ya que la interacción de diferentes culturas, gustos, opiniones entre demás aspectos que conforman nuestra ideología nos lleva a plantearnos dudas, realizar análisis de los otros, crear lazos de amistad y sobre todo hacer surgir los valores que muchas veces se dejan de lado. “La escuela no es un espacio físico, al contrario, es por encima de todas las cosas, una manera de ser, una forma diferente de ver el mundo, definida por las relaciones sociales que desarrolla y, si desea sobrevivir como institución, necesita buscar lo que es inherente a ella”. (Gadotti, Moacir, (2007). La escuela y el maestro Paulo Freire y la pasión por enseñar. Editorial Mauricio Ayer. Sao Paulo Brasil).

La enseñanza como proceso activo: se dice que es un proceso activo porque los alumnos mediante sus experiencias y la socialización en el aula van construyendo su conocimiento. Al constructivismo no le va a interesar tanto el aprendizaje que se logre sino la manera en que se dé y que tipo de procesos son los más efectivos. Sabemos de antemano que existen diferentes formas de aprendizaje planteadas como inteligencias múltiples encontramos: verbal, lógico matemático, espacial, kinestésica, ecológica, musical, interpersonal e intrapersonal. Además este enfoque refuerza la enseñanza mediante el trabajo en grupo, ya que al final se trata de crear una sana convivencia social donde seamos capaces de apoyarnos y colaborar unos con otros.

Entonces esto nos lleva a lo que es el aprendizaje, debido a que la enseñanza se enfoca en el cómo tomando en cuenta las experiencias de los alumnos, podemos decir que el aprendizaje que se tiene es significativo debido a que está fundamentado en la realidad que vive el alumno. Caso contrario de la educación tradicional donde se enfocaban más en el producto que en el proceso, la memorización fue el medio mayormente utilizado para que se diera el aprendizaje aunque no fuera significativo y después de cierto tiempo este se olvidara.

“El tercer modelo de educación: el endógeno, el que se centra en la persona y pone el énfasis en el proceso. Es el modelo pedagógico que Pablo Freire, su principal inspirador, llama «educación liberadora» o «transformadora». Partiremos, para caracterizarla, de una frase del propio Freire: «La educación es praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo». Ya no se trata, pues, de una educación para informar (y aún menos para conformar comportamientos) sino que busca formar a las personas y llevarlas a transformar su realidad”. (Kaplún, Mario, (2002). Una Pedagogía de la Comunicación, El educador popular. Editorial Caminos. La Habana).

Los docentes como facilitadores y orientadores: aquí la profesora o profesor reconocer su papel de orientar al alumno hacia el conocimiento, no se sientes como dueños del saber ni son egoístas con sus saberes, sino que impulsan a sus alumnos a que conozcan y que aporten sus opiniones sin miedo a burlas o a equivocarse.

“Con excepción de momentos críticos que compromete la seguridad de los niños o de ciertos grupos de trabajo  a los cuales los niños se inscriben voluntariamente, el profesor no toma un rol decisivo en las actividades. Su voz y su posición física no dominan el ambiente. El profesor no sigue un plan fijo de estudios. No corrige continuamente los errores de los alumnos, evita enseñar directamente; más bien señala caminos que permiten la auto-enseñanza del alumno”. (Wild Mauricio y Rebeca, (2002). Educar para Ser. Editorial Fundación Educativa Pestalozzi. Quito Ecuador).