A la hora de comer ¿Qué nos preocupa?

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del uso de un insecticida son:

a) que el producto que se vaya a utilizar sea efectivo contra esa plaga

b) que la plaga se encuentre en niveles lo suficientemente altos o tenga el potencial de lograrlo.

Solo así se justifica el uso de productos tan caros como los plaguicidas y c) que su utilización en ese cultivo sea permitida, que su uso este registrado con ese fin.

El desarrollo y comercialización de los nuevos plaguicidas ha traído nuevos tipos que son menos persistentes en el medio ambiente, muy específicos contra solo cierta clase de plagas y mucho menos dañinas a la salud humana y otros organismos; tendencia que refleja la creciente conciencia ambientalista desarrollada en los últimos años. La utilización de estos productos ha encontrado barreras que han limitado su aceptación, entre las principales están el precio y su especificidad.

Si el técnico o agricultor decide combatir cierto problema puede tener varias alternativas de productos, los antiguos baratos y más peligrosos que son capaces de matar a casi todo artrópodo presente en el cultivo o los nuevos, más caros, más específicos, efectivos y seguros.

Los cultivos agrícolas son una fuerte inversión que hay que cuidar. La población en general debería ser capaz de aceptar que los productos agrícolas no necesitan tener un aspecto estético perfecto dejemos eso para las frutas y verduras de plástico, ya que un hoyo o una mancha en nuestra fruta es parte natural de la producción de alimentos.

Los plaguicidas constituyen una herramienta muy importante, su uso moderado y racional ayuda a la agricultura a producir más alimentos. Sólo si entendemos y apoyamos las labores de la ciencia agrícola podremos tener un campo más productivo, reducir las cantidades de agroquímicos, y disminuir la posición de convertir nuestro ecosistema en zona de cultivo.

En cuanto a loa contaminaron del ambiente por los plaguicidas el problema y la solución está en nuestras manos. Los encargados del uso de plaguicidas necesitan utilizar aquellos que ofrezcan menos riesgos al ecosistema. La población en general debería ser capaz de aceptar que los productos agrícolas no necesitan tener un aspecto estético perfecto.

La madre naturaleza es muy sabia. Los insectos han evolucionado a través de millones de años sabiendo distinguir muy bien entre la mejor calidad de los frutos y plantas. Entonces deberíamos pensar que aquellos productos con algo de daño nos están indicando que son los que los insectos prefirieron y que por ende deberíamos de consumir y seguir las recomendaciones de la madre naturaleza.

INMUNIDAD DE LAS PLAGAS

Las plagas toleran los plaguicidas después de haber sido expuestos a ellos durante suficiente tiempo para que exista una selección hacia la tolerancia, y en algunos casos aun sin haber estado en contacto con estos compuestos.

Si una plaga demuestra tener resistencia a un producto, lo primero que se sospecha en el campo, a nivel técnico, es que no se utilizo la dosis apropiada o hubo un error en la aplicación.

Si el problema de la plaga persiste, es muy común que se vuelva a aplicar el mismo producto, tal vez en dosis mucho mayor y ahora combinando con otro plaguicida para tratar de obtener un mayor efecto con ambos y con mayor frecuencia. En otras palabras “demasiado veneno en nuestros alimentos sin saber cómo se va se va acumular en ellos o si se va a disparar”.

Las presiones económicas limitan fuertemente el desarrollo y comercialización de nuestros productos: así como la creciente conciencia ambientalista que no acepta que se sigan produciendo, comercializando, registrando o utilizando productos con alta toxicidad o persistentes en el ambiente. Ahora los plaguicidas e insecticidas son mucho más específicos, no resuelven toda la gama de problemas de plagas como lo hacían productos de amplio espectro del pasado.

Las plagas mutan y esta mutación les confiere inmunidad. Cuando aparecen individuaos resistentes en una población es porque ha habido una selección y una mutación genética. Los estudios de estos procesos dividen el desarrollo de la resistencia en dos tipos:

a) Resistencia por comportamiento, que se refiere a que la plaga evita entrar en contacto con el químico que puede matarla. Debido a que hay una reacción repelente o irritación por parte del plaguicida.

b) Resistencia fisiológica que es el tipo de resistencia más importante y es porque los insectos adquieren resistencia en dos formas. Por adicción de un mecanismo de protección y porque el sitio u organismo en donde actúa el insecticida se vuelve insensible y que por lo general involucran la acción de las enzimas que transforman el químico en una sustancia que ya no causa daño.

¿CUÁNTOS SON DEMASIADOS GUSANOS?

Esta es una idea cuyo planeamiento pudiera sonar bastante simplista, pero su desarrollo técnico es de lo más complicado. Su concepto trata de definir cuánto daño causado por una plaga nos llega a afectar económicamente en la producción. Pero para poder llegar a determinar ese límite de daño, debemos tomar en cuenta la biología de la plaga, el potencial intrínseco de la planta para tolerar o recuperarse, la etapa de desarrollo tanto del cultivo como de las plagas, el valor que pueda tener la producción, los costos y efectividad del control de plagas, la aceptación del público o productos con cierto nivel de daño, entre los más importantes.

Llegar a saber cuánto se justificar el control de las plagas obedece principalmente a razones económicas y se basa en la premisa de que el umbral está sujeto a la tecnología del uso de plaguicidas. Cuándo se habla de costos se toma en cuenta, por un lado, las pérdidas asociadas con la acción directa de las plagas y por otro lo que cuesta combinarla. Nuevamente se encuentra la dificultad para determinar la densidad de población de la plaga, el tipo de plaguicida que se va a emplear, su efectividad y su costo, el precio que tiene el cultivo y proporción del mismo que se podría ver afectado por el ataque de la plaga.

Afortunadamente tanta diversidad de plagas se comporta de manera muy similar en cuanto al daño que ocasionan, esto simplifica un poco las cosas. Hay que tener en cuenta que al eliminar una plaga o al menos disminuir su densidad, ese espacio que ha dejado puede ser ocupado por otro insecto, lo que se le llama plaga secundaria, y que puede tener importante similitud o mayor.

El umbral económico para el control de