ALIMENTOS PARA SU FAMILIA

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Para concluir, este libro es de mucha utilidad e importancia ya que le enseña a todo puertorriqueño como valorar y alimentar nuestro cuerpo para ser personas saludables, fuertes y con mucha energía. Además, como se menciona en el libro Negociaciones Culturales, en este libro “Se especificaba la necesidad de cultivar la tierra, productora de alimentos nutritivos, que representaban grandes ahorros para la familia” (Marsh 147), lo cual se entiende que los puertorriqueños por medio de este aprendieron donde conseguir los alimentos, o como cultivar estos, con la ayuda también del “Agente de Extensión Agrícola”, la cual es la ayuda, que menciona Marqués, que debían recurrir en su barrio en aquellos tiempos. Al contrario del puertorriqueño en la actualidad, este libro deja saber cómo era el Puerto Rico en aquella época, donde se pueden apreciar bastantes diferencias, desde el punto de la cosecha y la agricultura, hasta el punto del trabajo, la tecnología, y la sociedad en sí. En aquel entonces, todo lo resolvían entre ellos mismo y en comunidad, mientras que hoy día, son muy pocas las personas que cosechan alimentos ya que en Puerto Rico se recibe mucha exportación de distintos países, no obstante, no quiere decirse que en esa época no se recibía, pero se recibía una cantidad ínfima a la que recibimos hoy, como también, se apreciaba más el trabajo agricultor. Y, nuevamente como se menciona en Negociaciones Culturales “se subrayaba la importancia de la siembra del “pedacito de tierra” como una actividad para toda la familia, unidad privilegiada como base de la comunidad y la nación” (Marsh 149), lo cual ya hoy día no se observa. Y por último, como enfatiza el libro, debemos de cuidar cada uno de nuestro cuerpo no solo cuando lo sintamos enfermo, sino mantenerlo en condiciones saludables siempre, para no tener que recurrir a algún medico a menos que sea necesario, ya que si uno se alimenta correctamente y consume las cantidades diarias necesarias, nos podemos cuidar uno de los otros. Pues, al contrario de los automóviles, nosotros somos máquinas que debemos de alimentarnos, ya que nuestros cuerpos responden y trabajan dependiendo de cómo uno le dé el cuidado especial que necesitamos.

Referencias:

Becerra, Claudia. “Género y cultura en el desarrollo del estado muñocista”. Periódico Conboca. http://www.conboca.org/2011/07/17/genero-y-cultura-en-el-desarrollo- del-estado-munocista/. 4 de octubre de 2015

Marsh Kennerley, Catherine. Negociaciones culturales: los intelectos y el proyecto pedagógico del estado muñocista. San Juan: Ediciones Callejón, 2009.

Marqués, René. Alimentos para su familia. San Juan: División de Educación de la Comunidad, 1952.