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Capítulo 1 Algo perderás por algo que encontraras

Enviado por   •  10 de Enero de 2019  •  2.130 Palabras (9 Páginas)  •  351 Visitas

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_levantate carracho, que ya estas ensuciándote

_ aya ya ya estoy levantado mama

Ya las vacaciones habían acabado y empezaba un año más, yo pasaba a segundo curso del colegio, habiendo sobrevivido a las tradiciones del ingreso y muchas otras que se realizaban con mucha frecuencia en el primer año del colegio. Luego de acabar mi desayuno subí de nuevo por las escaleras que despierto me dio miedo pensar lo que me pudo haber pasado por haber estado prácticamente dormido al momento de bajar, subí rápidamente y entre a mi habitación la cama intentaba llamarme a que me acostara de nuevo _ven y acuéstate sé que tú quieres dormir mas_ pero yo nunca he sido de esas personas que quieren llegar tarde a cualquier lugar, así que tire las sabanas al piso y las volví a arreglar sobre la cama. Ya estaba listo me despedí de mi madre y Salí a la calle cuando de repente escuche una vos conocida que decía mi nombre, al girar a ver quién era esa persona ya estaba parada atrás de mí, era un amigo que había hecho el año anterior en el colegio así que me saludo yo salude y caminamos hacia el colegio,

_jose

_como estas Cristofer

_vamos al colegio juntos

Era común ver a los estudiantes caminar puesto que estaba relativamente cerca y no existía ningún medio de transporte que pasara a esa hora de la mañana, para mí era normal caminar por que en la escuela también estaba ubicada al otro extremo de mi casa. Una vez en el colegio Cristofer y yo nos dimos en cuenta que no conocíamos a nadie en el nuevo salón y era raro porque en la entrada vi pasar a muchos chicos que fueron compañeros en primer curso, trascurrido un tiempo me entere que habían hecho un nuevo sorteo para dividir a los estudiantes en dos cursos y que por asares del destino los únicos en ser cambiados fuimos cristofer y yo.

Como siempre o casi siempre el primer día los profesores nunca llegan a tiempo y es en estos espacios en donde podemos interaccionar con los demás, pero aquí fue donde me di en cuenta que no todos quieren hacer nuevos amigos, los chicos eran callados cada quien sentado en su pupitre en total silencio, nosotros fuimos los únicos en hacer ruido, en un momento determinado trate de hablar con un chico que estaba sentado a lado izquierdo mío, le pregunte su nombre pero nunca respondió. Continúe conversando con Cristofer pero esta vez con la voz baja, él y yo nos preguntábamos que hacíamos ahí y por qué los chicos no decían ni hacían nada,

_por que nos toco esto

_ no lo se Felipe, espero que no dure mucho

_nada puede empeorar mas

_ no hables antes de tiempo

Acabando de decir esto cristofer, cuando de repente y sin aviso un hombre alto con un sombrero en la mano y su larga barba ya estaba sentada en el escritorio del profesor, pensé que todo regresaría a la normalidad, pero paso mucho tiempo hasta que el hombre se levantara y hablara, su voz era ronca y muy fuerte parecía como si estuviera tosiendo al hablar, lo único que dijo fue que las clases empezarían desde el siguiente día y que hoy utilizáramos el tiempo como se nos plazca, es muy común al oír esta orden que los chicos se alboroten y salgan al patio a jugar o a realizar cualquier actividad, pero como si no hubiese ningún cambio todos bajaron su mirada y permanecieron en silencio otra vez. Yo no podía soportarlo y quería salir de ahí, pero al mismo tiempo me dio pánico cruzar el aula y abrir la puerta, sentí a cristofer tener los mismos síntomas que yo y le insinué que salgamos, armándonos de valor tomamos nuestras cosas me levante primero y el tras de mí, abrí la puerta y el sol segó mis ojos, el aula en la que estábamos era tan obscura con sus ventanas pintadas para que no pudieran ingresar ni los rayos de luz, al final di unos pasos temblorosos por el empujón que me propino crsitofer, al ver al frente estaba parado frente a la persona con quien menos me imaginaria encontrarme en ese lugar, pero al mismo tiempo fue lo mejor que me paso.

Cristofer con todo lo que nos pasó llego a convertirse en un buen amigo y ¿Qué más remedio quedaba? Si él era la única persona a la que conocía en ese salón obscuro y el cual comprendía muy bien lo que sentía, porque el también sentía lo mismo, un sentimiento de soledad, una sensación de ser un bicho raro que siempre está siendo observado pero que no sabía por qué.

_ Felipe que crees que nos pase de hoy en adelante

_ espero que nada, no quiero convertirme en un zombi

_ A veces ciento que ya lo somos

_no, no lo digas en serio

Zombi fue como les pusimos a todos los chicos y chicas de esa aula, ya que no parecían tener vida, no tenían voluntad propia y eso me asustaba mucho. Quiero una vida normal, jugar con mis amigos, pasarme bien en el colegio, quiero algo que recordar en un futuro y reírme eso era en lo único que pensaba todo el tiempo. Fue ahí cuando entro.

_puedo pasar?

_adelante, busca un asiento y siéntate

Como ya muchos de ustedes se imaginaran, la persona de la que estoy hablando es la chica que había visto en aquella casa terrorífica y la misma persona con la que choque el primer día de clases al salir del aula.

_ preséntate antes de que vayas a sentarte_ Fue la única frase que me pareció correcta expresada por el profesor.

La chica muy temblorosa con la mirada caída como si buscara algo en el piso camino muy despacio hacia adelante, todo ese recorrido me pareció durar mucho más tiempo del que en realidad duro. Llego al frente y se giró lentamente alzo un poco la cabeza y pronuncio su nombre” luna roja” ese nombre era único y llamaba mucho la atención así como su apariencia, entonces agacho la cabeza nuevamente y se dirigió a su asiento, yo quería que se sentara cerca del mío pero el suyo estaba al otro extremo del aula.

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