Comentario película Caramel

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Con el fin de resaltar la importancia de los personajes, las cámaras captan a los actores utilizando planos medios, cortos y primerísimos planos, lo cual permite ver con claridad la expresión de sus rostros retratada con maestría. Dichas expresiones reflejan los sentimientos profundos de los protagonistas y transmiten toda su angustia. Además los contrastes entre el drama y la comedia provocan momentos de tensión y distensión que despiertan la compasión en el cineasta y a la vez le roba alguna sonrisa. Estas noveles actrices desde la más joven a la más veterana logran hacer una magnífica actuación pues los diálogos se presentan de manera natural tal como ocurrirían en la vida cotidiana. Las escenas más impactantes se ven acentuadas por el fondo musical creando un ambiente coherente con la historia, pues los sonidos que llegan al oído del espectador son nada más y nada menos que los de la música típica del Líbano, así que los cineastas testigos mudos de la historia vibran al son de las melodías, la música como lenguaje universal cumple también su función de tocar los corazones de los presentes. Muchas imágenes quedan grabadas en la memoria del observador, como muestra de ellos mencionaré algunas……

Una vez presentados los personajes principales, podemos continuar con el análisis de dicha película. Hoy en día, en esa parte del mundo, el Líbano sigue anclado en el tiempo con sus costumbres ancestrales, sus tradiciones, el apego a las ideas religiosas y sobre todo haciendo gala del machismo imperante. Las mujeres libanesas siguen siendo reprimidas, sujetas al miedo permanente ante las miradas de los demás y a los juicios que hagan sobre ellas. En este contexto, las mujeres libanesas se consumen por el remordimiento y la culpa. En la peluquería y salón de belleza, las mujeres se sienten a salvo, porque es un lugar en el que, aunque se les ve desde un ángulo muy íntimo nunca se les juzga, allí se desnudan para que les apliquen tratamientos de belleza, así que se sienten libres para dejar al descubierto sus sentimientos más íntimos.

Voy a citar ahora, las propias palabras de la directora de la película porque me parece interesante su punto de vista con respecto a las vivencias de ella como mujer libanesa. En general, dice Nadine, la directora, que las mujeres libanesas se preocupan bastante por su apariencia y que están buscando su identidad entre la imagen de la mujer occidental y la de la mujer oriental. La mujer libanesa siempre tiene la impresión de tener que robar sus instantes de felicidad, la sensación de que tiene que luchar para vivir como quiere, y cuando lo consigue por fin se siente culpable, además las mujeres libanesas, tanto musulmanas, como cristianas, viven en contradicción entre lo que es, lo que desea ser y lo que se le permite ser. Y que en cambio ella misma que es independiente y ejerce el oficio que le gusta, tal y como le gusta, aún así se siente condicionada en lo más profundo de su ser, por las tradiciones, la educación y la religión.

El cine es una herramienta lúdica y enriquecedora para conseguir, entre otras cosas, hacer visible lo invisible. De acuerdo con lo anterior podemos deducir que el objetivo de esta directora cinematográfica es reflejar los problemas a que se enfrentan las mujeres de su país y tratar de cambiar mentes y conciencias a través del séptimo arte. La mujer libanesa en pleno siglo XXI sigue estando sometida por los hombres, es presa constante del miedo y todavía no se atreve a ser ella misma, pero quizás después de ver esta película despierte su conciencia y entienda que hay otros caminos por recorrer, que existen otras formas de vivir la vida. Para finalizar, podemos decir que Caramel es una pequeña joya del séptimo arte. Un autentico triunfo del cine humano sobre la figura de la mujer cotidiana y de la vida. La de todos nosotros.