Como se que se da El arquetipo de la fiel espera: Penélope de Homero a Serrat

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El amor de ambas tiene un final distinto. En la Odisea Penélope junto a su hijo y su marido recién llegado urden un plan para volver a vivir juntos sin la inconveniente presencia de los pretendientes, plan que funciona y los lleva a su objetivo. En la canción de Serrat la locura de Penélope se impone. Al haber perdido la noción del tiempo, ella no considera el cambio que éste provocará en el cuerpo de ella y de su amado así al llamado de él: "Penélope, mi amante fiel, mi paz deja ya de tejer sueños en tu mente”, ella no responde sino sonriéndole “Con los ojos llenitos de ayer” pensando “No era así su cara ni su piel”, y diciéndole ‘Tú no eres quien yo espero.’ Ella esperaba aún al joven que despidió varios años antes, al que seguía grabado en sus “ojos llenitos de ayer”, al que despidió cuando joven en una tarde de primavera, y que regresa en el otoño de la vida, cuando de los sauces ya han caído las hojas.

En ambas narraciones hay algo que se interpone en el amor de la pareja, y es la distancia.

En la narración de Homero la distancia está representada por el ponto, el mar que ofrece cualquier cantidad de imprevistos que hacen retrasar el regreso del rey a su tierra. En Serrat la distancia se representa con las vías del tren las cuales se pierden en el horizonte, justo donde también se pierde la vista, donde inicia lo desconocido.

Las personalidades de ambas Penélopes se intuyen distintas, mientras que la reina de Ítaca es lo suficientemente fuerte para resistir la crianza de su hijo por sí sola, y la seducción de sus pretendientes; la mujer del banco verde, con personalidad más débil no consigue superar su dolor y pone pausa en su vida para no enfrentar la realidad que se le presenta al no estar ya acompañada por su amante.

¿Cuántas Penélopes existen en el mundo?

No sólo en la literatura hay mujeres que se quedan a la espera del regreso de su marido. Hoy en día ¿cuántas mujeres esperan noticias de su marido? Un marido que quizá no se enfrenta al pontos, sino al desierto, que no va en busca de aventuras y batallas, sino de un mejor modo de vida para su familia.

Cuantas Penélopes en la espera fiel de su Odiseo están ahora mismo al cuidado de su hogar y en la crianza y educación de sus hijos, mientras su pareja se enfrenta a la trata de personas, a la xenofobia, a los muros y a la nueva esclavitud en busca de un modo mejor de vida para su familia desde la migración.

Un clásico es inmortal, y no obstante el cambio de época y las formas nuevas de vivir que este cambio representa, una obra inmortal no deja de dar nuevos argumentos de vida, nuevas representaciones de la sociedad que la vuelve a leer o, como en el caso de Serrat, la vuelve a escribir.

La literatura no hace otra cosa que representar de forma poética esas historias que ocurren en el día a día. Penélope y su espera, tanto en Homero como en Serrat, no son sino la representación de todas aquellas mujeres de carne y hueso que se han encontrado con el amor sólo una vez y para siempre y han honrado a ese amor con su espera fiel y eterna.

Bibliografía

Finley, M. (1978). El mundo de Odiseo. México: Fondo de cultura económica.

Homero. (2010). La Iliada. México: Grupo editorial exodo.

Homero. (2007). La Odisea. México: Grupo editorial exodo.

Padilla, M. (1999). Dioses mitológicos. México: Promolibro.

Valdivia Dávila, G. (30 de julio de 2008). Desconocimento del amante en Penélope de Serrat. Recuperado el 04 de diciembre de 2010, de http://www.leergratis.com/otros/desconocimiento-del-amante-en-penelope-de-serrat.html