DE LAS LEYES CON RELACIÓN A LOS DIVERSOS SERES.

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Sin duda cuando el pueblo da sus sufragios, el voto debe ser público, para constituirse como ley fundamental de la democracia, cosa que no paso en los últimos tiempos de la república romana, puesto que los gobernantes mantenían todo en secreto y quisieron gobernar a expensas del pueblo sin el mismo y tanto la constitución romana como la de Atenas eran muy sabias, las resoluciones del senado tenían fuerza de ley durante un año, no haciéndose perpetuas sino por la voluntad del pueblo.

CAPÍTULO III

DE LAS LEYES PROPIAS DE LA ARISTOCRACIA

La potestad soberana residía en manos de ciertas personas, que legislaban y hacían ejecutar las leyes, restándole importancia al resto del pueblo, lo que en una monarquía son los súbditos con relación al monarca.

En las aristocracias no deben hacerse las elecciones por suerte, ya que, en esos gobiernos se odia al noble, no al magistrado. Cuando los nobles son muchos, se necesita un senado que trate los negocios que el cuerpo entero de la nobleza no puede resolver y así pues la aristocracia está en el senado y la democracia en el cuerpo de nobles, sin ser nada el pueblo y también es muy conveniente hacer salir al pueblo por algún medio indirecto de su estado de nulidad.

Los senadores no deben tener el derecho de proveer las vacantes del senado, debido a que, se perpetuarían más seguramente los abusos. Las familias aristocráticas deben pues, ser pueblo en lo posible, ya que, cuanto más se aproxima una aristocracia a la democracia, más perfecta es, siéndolo menos a medida que se acerca a la monarquía.

La más imperfecta es aquella, en la cual la parte del pueblo que obedece es esclava civilmente de la que manda, que es en donde los campesinos son siervos de la nobleza.

CAPITULO IV

DE LAS LEYES CON RELACIÓN A LA NATURALEZA DEL GOBIERNO MONÁRQUICO

Los poderes intermedios, dependientes y subordinados constituyen la naturaleza del gobierno monárquico, ósea, aquel en que solo uno gobierna con leyes o poderes fundamentales. En la monarquía el príncipe es el origen de toda potestad política y civil y las leyes fundamentales suponen órganos intermedios por donde se pueda transmitir el poder, sino pues, hay en el Estado la voluntad caprichosa de uno solo que no puede tener fijeza, ni existir por ende una ley fundamental.

El poder intermedio neutralizado es el de la nobleza, ya que, forma parte en cierto modo de la esencia misma de la monarquía ya que sin nobleza no puede haber monarca y sin monarca no puede haber nobleza, pero puede haber un déspota si se anulan o se abolen todos los títulos nobiliarios o señoríos, donde pudieses estar creando un Estado popular o más bien uno despótico.

No basta que existan en una monarquía clases intermedias, porque también es preciso que haya depositarios de las leyes, siendo éstos son los cuerpos políticos que anuncian las leyes cuando se hacen y las recuerda cuando se olvidan. En los Estados despóticos donde no hay leyes fundamentales, tampoco existen depositarios de las leyes.

CAPÍTULO V

DE LAS LEYES CON RELACIÓN A LA NATURALEZA DEL GOBIERNO DESPÓTICO

La naturaleza del poder despótico es, que aquel que lo ostenta, también sea ejercido o lo ejerza uno solo. Se contempla también al visir, quien tiene la misma autoridad y poder que el príncipe y el establecimiento de un visir en el Estado despótico es una ley fundamental, puesto que este se encargaría de los negocios del gobernante déspota para que así este de rienda suelta a sus caprichos más banales e irracionales con respecto a la gobernabilidad y todo en cuanto derive de ella.

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LIBRO V

QUE LAS REGLAS QUE ESTABLECE EL LEGISLADOR DEBEN SER RELATIVAS AL PRINCIPIO DEL GOBIERNO

Este libro da una idea de cómo tiene que ser las leyes con respecto al gobierno que rige, es decir, las leyes tienen que ir cónsonas con el principio de cada gobierno y por ende son relativas. Supone que la virtud es un sentimiento más que un conocimiento y se extrapola como ese amor férreo a la patria donde el pueblo también adquiere sus máximas experiencias y lucho por lo que quiere, es justo y por el bien común de todos en desapego a las cosas existentes. Se plantea la igualdad con moderación como medio de suprema felicidad en los gobiernos democráticos y republicanos para que sea un gobierno de discreción y plenamente satisfactorio con sus ciudadanos y a su vez estos con este.

LIBRO VI

CONSECUENCIAS DE LOS PRINCIPIOS DE LOS GOBIERNOS CON RELACION A LA SENCILLEZ DE LEYES CIVILES Y CRIMINALES, FORMA DE LOS JUICIOS Y ESTABLECIMIENTO DE LAS PENAS

Se Establece como son las leyes en los gobiernos despóticos y monárquicos, en el primero son básicas y simples, donde el gobernante es quien manda y todo se debe regir por lo que este dice sin contradicción porque las consecuencias son nefastas para quien lo contradiga y en el monárquico se establecen a los jueces para los distintos tribunales y aplicar las leyes que establezca la monarquía, un sistema donde también se encuentran fallas puesto que todos los jueces no piensan iguales y se crean precedentes o jurisprudencias para la aplicabilidad a posteriores casos de infracciones a las leyes que establezca el monarca, sin embargo, en todo caso, habrían de aplicar la norma que más se apegue a la constitución del estado o gobierno monárquico.

LIBRO VII

CONSECUENCIAS DE LOS DIFERENTES PRINCIPIOS DE LOS TRES GOBIERNOS EN RELACIÓN CON LAS LEYES SANTUARIAS AL LUJO Y A LA CONDICIÓN DE LAS MUJERES

La desigualdad en las riquezas es lo que da siempre pie al lujo, mientras más desiguales sean los ciudadanos en fortuna, más lujos tendrán unos de otros y para que la igualdad en las riquezas existas, es necesario y fundamental que la ley sea justa y equitativa, dando a cada quien lo que corresponda.

LIBRO VIII

DE LA CORRUPCIÓN DE LOS PRINCIPIOS DE LOS TRES GOBIERNOS

La corrupción de cada gobierno empieza por el principio que le dio pie a su nacimiento. Entonces en la democracia, se da por la exagerada aplicación de igualdad al soberano, queriendo ser semejante a quien eligió al gobernante,