DESCRIPCION DE SEMINARIO.
Enviado por Albert • 11 de Enero de 2018 • 3.497 Palabras (14 Páginas) • 343 Visitas
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Hasta mediados de los años 80, con la apertura económica, florecen Cartagena y San Andrés. Sin que Santa Marta se haya quedado atrás. Allí se construyeron cinco puertos en solo 30 kilómetros; hay vías para 250.000 habitantes, pero con una población de 500.000; y en vacaciones, cuando le sumamos el turismo, el alcantarillado colapsa y todo los desperdicios caen directamente en la bahía. El planeamiento de las ciudades costeras se ha hecho reaccionando, no pensando.
El principal problema es la contaminación que sufre por las aguas servidas –es decir, las aguas que llevan desechos humanos orgánicos–, que no tienen ningún tratamiento. No importa el municipio del país; todo va a dar al Pacífico o, principalmente, al Caribe, a través del río Magdalena, que recibe la descarga de casi todo el país. Solo el 30 por ciento de los asentamientos costeros tienen alcantarillado y la mayoría no tratan sus aguas residuales. A esto hay que sumarle los desechos agrícolas y ganaderos y los que dejan la minería y la tala de las selvas. Hemos detectado contaminación microbiológica por cuenta del vertimiento de aguas negras en algunas playas con actividad turística.
Buenaventura y Tumaco son casos en donde los valores de contaminantes en el agua de los mares son muy altos. En muchas playas la calidad de sus aguas no es “adecuada para actividades de contacto primario, según la legislación colombiana”, situación que representa un riesgo para la salud de los bañistas.
Como resultado de la deforestación, hay mucha erosión, que es tierra y sedimentos que se desprenden de las zonas montañosas; van a dar a los ríos y en algún momento llegan al mar.
En las islas del Rosario, los corales están cada vez más afectados por esta sedimentación, ya que esa tierra los cubre y los ahoga. Esto también se está haciendo evidente en los arrecifes de San Bernardo. Esos sedimentos llevan a los corales mercurio, arsénico y otros elementos que se desprenden de la minería ilegal.
La presión que están soportando los ecosistemas que sostienen la pesca artesanal por esta contaminación, como arrecifes y manglares, es intensa. Y frente a eso, los pescadores colombianos que viven de las faenas diarias son altamente vulnerables.
Tanto el sector público como el privado están construyendo donde no se debe: se hacen espolones en sitios inadecuados y que requieren inversiones exageradas; también, hoteles; se tolera el robo de arena para impulsar la construcción y carreteras en sitios equivocados. En San Andrés, por ejemplo, la carretera perimetral se hizo sobre las dunas de arena de las playas, y por eso la isla está erosionada. Proteger un kilómetro de costa vale 17.000 millones de pesos, y en Colombia hay, aproximadamente, 900 kilómetros erosionados.
El mar está subiendo 2 milímetros por año y hay zonas en donde, mientras sube, el suelo se hunde, como en Cartagena y el golfo de Urabá; la situación es crítica, en primer lugar para Cartagena, no solo por su riqueza histórica, sino por la cantidad de personas situadas en zonas de riesgo. Además, la ciudad ha destruido enormes porciones de manglar, que funcionaban como diques naturales. Allí hemos pronosticado cotas de inundación hasta del 50 por ciento. San Andrés ocupa el segundo lugar en lo que sería un escalafón de ciudades en riesgo. Les siguen Tumaco, Turbo y Buenaventura. Luego se ubican Santa Marta y Barranquilla.
En los mares estamos encontrando rastros de metales pesados muy peligrosos, como mercurio, cromo, arsénico y plomo (elementos cancerígenos). Eso sin contar el tema de los hidrocarburos, que se derraman en muchas ocasiones. Todos se ‘bioacumulan’, es decir, se incorporan en peces y otros animales que pueden ser potencialmente consumidos por el hombre.
La del carbón es la contaminación menos grave que recibe el mar, sin decir que no es muy delicada, porque, cuando caen toneladas del mineral, pueden aplastar un ecosistema. Pero el polvillo tiene unos problemas, más que todo, escénicos, y el valor escénico de una zona es un activo ambiental, sobre todo en una zona turística. Permitir la instalación de cinco puertos carboneros en un sitio como Santa Marta ha sido un daño incalculable.
RECURSO HIDRICO DULCE COLOMBIANO
Gracias a las selvas de la amazonia y del Choco Colombia es uno de los 9 países que posee el 60% del recurso hídrico dulce del mundo, donde Colombia tiene una alta demanda según (El Colombiano, 2011) la oferta hídrica del país es seis veces superior a la oferta mundial y tres veces mayor que la de Latinoamérica. Sin embargo, a disponibilidad del recurso para los colombianos es escasa, pues "cerca del 80 por ciento de la población y las actividades económicas del país están localizadas en cuencas con déficit natural de agua". Lo que quiere decir que el país es uno de los países del mundo con mayor número de ecosistemas que producen agua sin incluir los mares, La accidentada y compleja topografía del país también contribuye a que abunden las lluvias. Las grandes masas de humedad que los vientos arrastran desde los océanos quedan atrapadas en las cordilleras.; pero hay que tener cuidado para conservar y preservarla para generaciones futuras.
Hasta finales del siglo XX Colombia ocupaba el cuarto lugar en el mundo después de la Unión Soviética, Canadá y Brasil en mayor volumen de agua por unidad de superficie. El rendimiento hídrico promedio del país era de 60 litros por kilómetro cuadrado, lo que era seis veces mayor que el rendimiento promedio mundial y tres veces el de Suramérica. Actualmente, por la tala indiscriminada de bosques, el volumen y calidad del agua han disminuido afectando su disponibilidad. El agua en Colombia es muy desigual los mayores volúmenes se encuentran en la Orinoquia, la Amazonia y el andén Pacífico, las regiones más despobladas del país. En cambio, en las regiones Andina y Caribe, donde vive la mayor parte de los colombianos, apenas se encuentra el 25 por ciento del total de agua disponible.
Fenómenos climáticos como el del Niño también afectan los volúmenes de agua que reciben las distintas regiones del país, lo que genera por un lado mayor sequía de la esperada pero también regímenes de lluvias desproporcionados que provocan deslizamientos e inundaciones.
Lo que se agota, entonces, no es el agua, sino la calidad y la disponibilidad de las aguas aptas para el consumo humano. En Colombia el agua se ha convertido en un problema apremiante para cada vez más habitantes. La distribución desigual explica por qué, en una de las principales potencias hídricas del planeta, 21 millones de colombianos viven en zonas donde existe algún
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