El Misterio de la Selva

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voy andar jugando tú tienes a mi hijo! Tano dijo muy alterado.

-Ese hijo tuyo no está conmigo. Con voz indignada le dijo la serpiente.

-Además, yo estoy muy feliz viviendo bajo tu gobierno, no ocupo nada de ti. Dijo la serpiente aun asustada.

Habiendo escuchado esto en León la agarró entre sus garras a la serpiente y la amenazó.

-Seguro que mi hijo está contigo, no mientas. Y en voz un poco insegura replico -Si descubro que tú lo tienes te acabaré. Tano nunca haría algo como tal a ningún animal viviendo bajo su gobierno, seria incongruente con las leyes que a el tanto le habían costado asentar. Soltó la serpiente y retomó su búsqueda. Durante un largo camino de reflexión y Soledad llevó a la zona de los changos Y se le ocurrió que tal vez lo habían escondido en la cima de los árboles, ya que a lo mejor ellos querían pedir mas terreno a cambio de su hijo, por lo que decidió hablarle al jefe mono:

-¡Hey, tu!, tienes a mi hijo- ya desesperado dijo.

-Lo siento has venido al lugar incorrecto, el no esta aqui.- Contestó el mono con seguridad y respeto.-

-Por favor, estoy cansado y mi hijo seguramente está asustado. Él estaba en casa, y cuando desperté ya no lo encontré; si me lo das prometo no hacerte nada,- mintió el papa león.

-Esta bien si robe algo tuyo pero no es lo que tú cre…- dijo el mono en un tono enojado, pero se vio interrumpido por lo que parecía un disparo del rifle. El león se volvió y pudo observar un grupo de cazadores se acercaban hacia los animales y el momento que comenzó a correr, pudo ver como el mono con el que estaba hablando era alcanzado por una bala cansado por una bala y caía del árbol en el que estaba trepado. Este al verlo caído y herido, no lo pudo dejar atrás, ya que su deber era proteger a los animales, así que con su boca lo agarro y siguió corriendo por la selva. A todos los lados a los que huía se encontraba con cazadores así que corrió en todos las direcciones hasta que encontró un camino que parecía libre, un lugar en donde este iba a poder dejar al mono y regresar a pelear contra los cazadores. Este camino dirigía a una cascada que por la mañana había recorrido con su hijo Itan. Siguió caminando hasta que se encontró con una cueva donde Tano pensó que podría dejar al mono, pero se llevo una sorpresa cuando dentro de esta cueva estaba Itan, su hijo, observando la bella cascada. Se abalanzó sobre él y le dio un gran abrazo mientras decía:

-Itan, en donde te habías metido he estado buscándote en todos lados, hasta eh interrogado a varios animales porque pensé que tenían secuestrado.

-No padre, he venido aquí porque me parece un lugar muy bonito, hace rato que nos vimos quería pasar un rato aquí para reflexionar acerca de nuestra relación.

-Hijo, no hay nada que reflexionar, te amo y es lo que importa, vamos superar este bache.

Al decir esto se escuchó un disparo proveniente de los cazadores. El impacto ambiental quien con sus senos Y con palabras débiles le dijo su hijo que lo amaba y que se escondiera con el chango y lo cuidara ya que Tano le había pedido que como el había salvado su vida, ahora el chango cuidara a su hijo.

FIN

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