Ensayo que como parte del curso de Pensamiento Crítico presenta el alumno:
Enviado por John0099 • 2 de Marzo de 2018 • 4.080 Palabras (17 Páginas) • 638 Visitas
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La influencia de La familia en la (DI) es el entorno más inmediato del niño, en sus cuidados y atención se basa la posibilidad de supervivencia del sujeto humano, pero no solo su supervivencia física, sino personal ya que el niño desde los cero meses hasta los 3 años, desarrolla todos los elementos básicos con los que más tarde va a construir su vida futura: lenguaje, afectos, hábitos, motivaciones. Constituye un ambiente especialmente importante, tanto por las influencias que tiene en el comportamiento infantil, como por el conjunto de relaciones que en ella se configura. Los padres deben prestar especial atención a la construcción de una adecuada autoestima y autoeficacia en el niño/a que los ayude a enfrentar el mundo exterior sin miedos ni inseguridades, así como incentivar en ellos la capacidad de afrontamiento, y el manejo adecuado de la frustración, todo ello constituye la prevención primaria de la depresión infantil; cualquier conflicto que se dé en la familia puede afectar directamente al niño/a. Las malas relaciones de los padres entre sí o entre los padres e hijos correlacionan con casi todas las perturbaciones infantiles: depresión infantil. La depresión infantil no es una excepción, en éste caso, la divergencia entre los padres con respecto a las pautas de crianza como la alimentación, higiene, los malos tratos y estilos educativos adquiere una especial importancia, la existencia de problemas dentro del seno familiar es uno de los desencadenantes más potentes del trastorno depresivo infantil.
El apego que la madre y el hijo se dan mutuamente es el vehículo de una adecuada integración social y personal del niño. Los apegos inseguros se han relacionado con todo tipo de problemas de conducta y también con la depresión, así como un apego seguro es la meta ideal de prevención de la aparición de depresión infantil. Así mismo la depresión materna aparece claramente definida como uno de los factores de riesgo asociados al desencadenamiento de una depresión en el niño.
Más tarde también son indispensables para el normal desarrollo emocional del niño las buenas relaciones con los padres. Una y otra vez numerosos expertos han señalado como las malas relaciones con los padres son la fuente específica de muy diversos problemas infantiles, y también claro está la depresión.
En relación con la familia también se ha estudiado el puesto que se ocupa entre los hermanos. En muchas investigaciones aparece la posición inmediata como la más vulnerable a desarrollar trastornos de tipo emocional. Los padres deben prestar especial atención a la construcción de una adecuada autoestima y auto eficacia en el niño, así como incentivar en ellos la capacidad de afrontamiento, y el manejo adecuado de la frustración, todo ello constituye la prevención primaria de la depresión infantil.
La influencia de Factores socioculturales en el desarrollo social del niño/a promueve su adaptación y su ajuste emocional. La incompetencia social es una de las características de los sujetos deprimidos, por éste motivo la buena interacción con personas cercanas a él se ha convertido en uno de los indicadores de la regularidad infantil. Los problemas del entorno familiar cuanto más graves son (económicos, alcoholismo, conductas delincuentes,) mayor es el riesgo que corre el niño/a, ya que la dinámica de la vida familiar se ve gravemente afectada.
En cuanto a la escuela, sabemos que la localización precoz de cualquier deficiencia de aprendizaje en un niño y su pronta solución es imprescindible para lograr una situación de progreso normal aceptable, eliminando así la posibilidad de trastornos afectivos que conlleven a la aparición de depresión infantil. Muchos autores han relacionado la depresión infantil con el rendimiento escolar, unas veces considerándolo como causa y otras como efecto de la depresión. De hecho un niño deprimido puede descender su rendimiento en la escuela, pero también puede comenzar sus síntomas depresivos por un fracaso académico. De ahí radica la importancia de una buena evaluación y seguimiento por parte del maestro para detectar estos cambios en el alumno.
SINTOMAS DE LA DEPRESION INFANTIL
Las depresiones infantiles forman parte del núcleo medular de la psicopatología infantil.
Los síntomas de un episodio de depresión infantil suelen desarrollarse lentamente a lo largo de días o semanas y, por su cantidad, intensidad y duración, incide en el desarrollo normal de los niños/as; El niño/a encuentra más dificultades que en el adulto a la hora de comunicarse y de expresar sus sentimientos, es por ello que los padres deben tener presente que la depresión infantil no es igual en todos los niños/as y que es posible que ciertos comportamientos de su hijo que parecen depresivos en realidad pertenezcan a su real manera de ser y no constituyan un mal en absoluto. Es así como el padre debe conocer bien a su hijo antes de decir que tiene depresión infantil por más síntomas que tenga su hijo de éste trastorno. La duración de los episodios de depresión infantil son muy variables, a veces pueden desencadenarse rápidamente, precipitados por un acontecimiento grave; sin embargo, para poder hablar de depresión infantil debemos tener en cuenta que tanto los padres, los profesores ,etc., tienen que conocer bien al niño/a y saber que es realmente normal en su comportamiento, no hay que apresurarse a sacar conclusiones; sus síntomas varían de acuerdo a la personalidad y a la etapa de desarrollo en la que se encuentra.
Los síntomas depresivos son sentimientos normales. (Ejemplo: humor, tristeza, sentirse infeliz). Cuando hay muchos, aumenta la posibilidad de padecer de una depresión. Estos se miden con cuestionarios de evaluación conductual como por ejemplo el CDI de Kovachs 1977).
Hemos clasificado la sintomatología en cuatro núcleos:
Manifestaciones afectivas, intelectuales y cognitivas, somáticas y conductuales
- La tristeza es el síntoma por excelencia de la depresión infantil. Esta tristeza se manifiesta por sentimientos de abatimiento, pesadumbre, infelicidad incluso irritabilidad.
- Estado de ánimo ansioso o vacío en forma persistente.
- Llanto excesivo, llora con facilidad.
- Es incapaz de disfrutar las cosas que antes sí disfrutaba, pérdida de interés por actividades usuales.
- Mostrar enojo hacia los padres y profesores.
- Desesperanza, desmotivación.
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