Informe del móvil de Hanzel y Gretel

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Un enorme porcentaje de las historias escritas (o cantadas, o representadas) en los 20 siglos que anteceden al actual, han tenido como principal fuente de conflicto la distancia, el desencuentro y la incomunicación. Han podido existir gracias a la ausencia de telefonía móvil. Entonces las historias de amor no hubiesen sido trágicas o complicadas si los amantes esquivos hubiesen tenido un teléfono móvil, sería más fácil enviar un WhatsApp y ahorrarse problemas, entonces esto llevaría a reducir las historias y no serían tan interesantes.

Muchas obras, además, habrían tenido que cambiar su nombre por otros más adecuados, porque la tecnología los desterraría. Nosotros nos aburriríamos y cansaríamos con estas historias de solución automática. Las intrigas, los secretos y destiempo de la literatura (las grandes tramas) fracasarían en la era tecnológica.

El cine romántico se vería solucionado con enviar un WhatsApp y ahorrarse toda una travesía. Ya no hay ese apuro cursi, ese remordimiento, aquella explicación que nunca llega; no hay que detener a los aviones ni cruzar los mares.

La telefonía inalámbrica nos va a entorpecer las historias que contemos de ahora en adelante las hará más tristes, menos sosegadas, mucho más predecibles.

Entonces me pregunto ¿Estará pasando en la vida real, nos estamos privando de aventuras novelescas por culpa de la conexión permanente? ¿Alguno de nosotros correría al aeropuerto a decirle a la persona que ama que no se vaya, que la vida es aquí y ahora? Pues no, bastaría con enviarle un WhatsApp o hacerle una llamada perdida y esperar a ver que responde.

¿Para qué hacer un esfuerzo de vivir al borde de la aventura, si algo siempre nos va a interrumpir la incertidumbre? Una llamada a tiempo, un mensaje binario, una alarma.

Nuestras tramas están perdiendo el brillo -las escritas, las vividas, incluso las imaginadas- porque nos hemos convertido en héroes perezosos.

Conclusión

El mundo de hoy está girando alrededor de la tecnología, en las diferentes redes sociales, llamadas telefónicas, fotos, videos y un sin número de aparatos electrónicos que nos facilita la vida para hacerla más sencilla, pero nos estamos olvidando de la necesidad de leer, discutir con amigos, cambiar ideas lo cual es muy gratificante para el ser humano.

La tecnología, aunque tiene sus beneficios, por ejemplo, la información que podemos encontrar en ella, que podamos comunicarnos con persona que se encuentren en otros lugares y facilitan nuestra vida, pero a la vez sus desventajas, nos estamos volviendo torpes, estamos dejando a un lado esas historias vividas y contadas de generación en generación que nos relacionaban con el autor.

Buscamos el facilismo de las cosas, nos estamos volviendo perezosos y no vivimos la vida como lo hacíamos antes de que existía el teléfono móvil, en donde nos reuníamos con un sin número de amigos para hablar de temas relacionados con la vida cotidiana, y que hoy en día vemos más fácil enviar un mensaje que es más corto que sentarse a hablar con alguien.