LA LABOR DEL MAESTRO MODERNO

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Por todo lo anterior la práctica pedagógica es una de las más enriquecedoras, ya que allí es donde nos enfrentamos a la realidad vivida, en ella confrontamos los cocimientos adquiridos, donde creamos nuestras propias pautas y métodos pedagógico, maneras de enseñar, formas de evaluar, por otro lado ponemos en práctica nuestro conocimiento, en el cual hacemos un reflexión respecto a la clase, y nos preguntamos si fue apropiada, si estuvo acorde al nivel, si se manejó los tiempos, si nos equivocamos en algo y si se tiene buen dominio de grupo, aunque para algunos docentes tener un buen dominio de grupo es que estén sentados callados donde no se sienta ni siquiera el zumbido de una mosca, mientras para otros el dominio de grupo tiene que ver con la disciplina, pero no con esa tradicionalista, puesto que los tiempos han cambiado, los estudiantes son más dinámicos, participativos, críticos y con ganas de superarse.

De igual manera tenemos que ser conscientes de que ellos son el reflejo de lo que le ha inculcado la sociedad, porque aunque es cierto que el maestro es el que acompaña al estudiante en el proceso de aprendizaje y que en la escuela se aprende, la educación también responsabilidad de la sociedad y los padres o acudientes.

Finalmente considero que la labor docente es una experiencia maravillosa y significativa, en la cual aprendemos a conocer a nuestros estudiantes y a nosotros mismos y aunque en la docencia se presenten algunos altibajos, esta profesión no la cambiaría.

Referencias

- Ospina, W. (2012). Carta al maestro desconocido. La lámpara maravillosa. Cuatro ensayos sobre Educación y un elogio de la lectura, 35-51.

- Zuleta, E. (1980). Elogio de la dificultad. Elogio de la dificultad y otros ensayos.

- Bolívar, S. (1819). Discurso ante el Congreso de Angostura. Miguel Acosta Signés, Introducción a Simón Bolívar.