LA PROFESIÓN DEL HISTORIADOR

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de conocer. En consecuencia, estos historiadores tenderán al determinismo.

Apartado 6. Lukacs comenta y critica lo que denomina “modas pasajeras” de la profesión de historiador desde los años 60 del siglo XX.

En primer lugar, hace referencia a la moda de la psicohistoria, que defendía que los historiadores debían incluir el psicoanálisis en sus investigaciones.

En segundo lugar, el autor comenta la moda denominada cuanto-historia. Considera que este tipo de historia presenta numerosos defectos.

En tercer lugar, Lukacs hace referencia al multiculturalismo, que amplió los temas de investigación y del interés por el tercer mundo y la globalización.

En último lugar, aparece la denominada historia contrafáctica. El autor la considera la peor de las modas pasajeras ya que para él, el término contrafáctico es un error porque la historia consiste en algo más que hechos.

Apartado 7. En este apartado Lukacs destaca el predominio actual de la historia social que él considera una rama de la historia, pero no una ciencia social, y se pregunta si los factores materiales son siempre decisivos en la historia de un pueblo.

Al final del apartado, el autor afirma que las personas no cambian de ideas con rapidez y menciona al historiador Brodel, contraponiendo sus ideales.

Apartado 8. El octavo apartado está dedicado al tema del presente y futuro de la historia, y más concretamente a lo que sucede con la práctica docente de la historia. Lukacs nombra una serie de peligros que amenazan la forma de impartir

clases de historia en EEUU y hace una breve reflexión sobre el impacto actual de la tecnología electrónica en el campo de la docencia y de la investigación de la escritura de la historia citando algunos beneficios e inconvenientes.

Apartado 9. En este último apartado del segundo capítulo, el autor aborda el peligro de las falsificaciones que actualmente se ve agravado por los avances tecnológicos. Lukacs señala que la tarea de comprobar estas falsificaciones corresponde al historiador, tarea que para él resulta infinita y nunca queda acabada.

Capítulo III. HAMBRE DE HISTORIA

Apartado 1. El autor hace referencia a la aparición de un intenso interés por la historia en muchos países desde 1960 a causa de la venta masiva de libros de historia, la existencia de numerosos programas de televisión, etc.

Apartado 2. Lukacs aborda en este segundo apartado el problema de la reducción de la enseñanza de la historia de EEUU y lo contrasta con el fenómeno del hambre actual de historia.

A continuación, autor expresa sus dudas sobre el interés de los jóvenes por el estudio de la historia. Según él, existen pruebas que parecen demostrar cierto interés de los estudiantes pero no sabe si ese interés es consecuencia directa del hambre actual de historia.

Finalmente, Lukacs afirma que actualmente el objetivo de la universidad norteamericana es crear profesionales para determinados puestos de trabajo.

Apartado 3. En este apartado, el autor continúa su reflexión sobre las posibles fuentes de historia que experimentan EEUU y otros países desde la década de los años 70. Considera que el factor más claro para el diagnóstico del hambre actual de historia es una mezcla de curiosidad y de angustia debido a que el mundo está cambiando a gran velocidad y la gente no quiere desconectar de un pasado reciente.

Más adelante, Lukacs afirma que es posible que el actual hambre de historia no tenga origen en la curiosidad ni en el deseo de adquirir conocimientos, sino de encontrarse con cosas y personas que existieron en realidad.

Apartado 4. Este apartado está dedicado a lo que el autor denomina el interés por las bibliografías. Afirma que el creciente interés por la historia guarda relación con lo sucedido con la biografía en las últimas décadas. Según Lukacs, alrededor del año 2000 se puede hablar de una auténtica edad de oro de la biografía, coincidiendo con el declive del resto de las humanidades

Finalmente, el autor reconoce que lo que él denomina “crisis generalizada de la civilización” afecta a la gente en general, y culpa de esto al sector editorial en EEUU por no fomentar los libros de historia y las biografías.

Apartado 5. En el último apartado del tercer capítulo, Lukacs reflexiona sobre el desconocimiento de la historia y sobre la conciencia de que su importancia resulta cada vez mayor. El autor comienza su reflexión con una valoración pesimista sobre los efectos del hambre actual de historia en el mundo de la política.

En primer lugar, Lukacs afirma que los políticos actuales no saben más historia que sus predecesores ya que no parecen demasiado interesados en la historia.

En segundo lugar, el autor cuenta que confía en que el hambre actual de historia lleve consigo una comprensión histórica más profunda.

Por último, recoge algunas citas de pensadores actuales que reclaman un mayor conocimiento de la historia.

Capítulo IV. EL RE-CONOCIMIENTO DE LA HISTORIA COMO LITERATURA

Apartado 1. Al principio del apartado, Lukacs se plantea si escribir historia es literario o científico y si la historia es literatura o ciencia. La respuesta del autor es que la historia es literatura más que ciencia y, en su opinión, la clave está en las letras de las palabras. Según él, la historia escrita no recrea sino que describe.

Concluye afirmando que si las palabras dejasen de existir, la conciencia histórica de las personas desaparecería.

Apartado 2. En opinión de Lukacs, el interés de la historia por asuntos cada vez más amplios y profundos dio como resultado investigaciones históricas que representan en algunos casos lo mejor y lo peor de la historia social.

El autor destaca que la ampliación de la perspectiva del historiador no siempre ha tenido resultados positivos, sino una mayor superficialidad que hoy en día parece dominar la historia social. Así, Lukacs hace una relación de títulos de artículos y libros que demuestran lo bajo que ha caído actualmente la profesión de historiador en la búsqueda de sus temas de investigación.

Por último, el autor define que la historia es más literatura que ciencia y destaca que entre la novela y la historia persiste una notable relación.

Apartado 3. En primer lugar, Lukacs realiza una breve reflexión sobre la relación existente entre historiadores profesionales e historiadores aficionados y señala que algunos historiadores aficionados tienen un mejor conocimiento