La reforma de la escuela infantil análisis.

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tomar en cuenta el hecho de que muchos de los pequeños aún no están preparados, y no debemos bajo ninguna circunstancia someterlos a semejante presión. El grupo en todo momento nos va dando la pauta de qué es lo que necesitan aprender o reforzar, si en ellos vemos avances más significativos es posible que podamos implementar más la escritura, pero siempre debemos tomar en cuenta que no será así con todos.

-La ciencia de los niños.

“Garantizar experiencias sobre las que sucesivamente se podrán fundamentar los saberes, conocimientos, habilidades, permitir el contacto con la naturaleza, visitar la granja, examinar el huerto, cocinar. Permitirles realizar sus propios experimentos, formular hipótesis sin modelos de maestros”. Durante semestres anteriores aprendimos la importancia de dejar que los pequeños experimenten por ellos mismos, no debemos darles la respuesta de lo que va a suceder, sino dejar que sean ellos quienes obtengan la respuesta.

Como ejemplo de esto, durante el semestre anterior hice el típico experimento de la plantita de frijol: todos los días los niños daban sus propias hipótesis de cómo estaría la plantita ese día, para después registrarlo en su cuaderno. Ellos se encargaban de regarla cada día, e incluso ayudaron a trasplantarla a una nueva maceta cuando el frasquito en el que estaba anteriormente comenzó a quedarle pequeño.

¿Cómo introducir la investigación escolar?

El niño empieza a saber desde el momento de su nacimiento, a través de la actividad lúdica, desarrollándose como actividad de investigación.

-De la mano.

Normalmente, si un adulto llevara a un niño de la mano, no le permite detenerse a explorar.

Es por esto que lo más recomendable es dejar al infante realizar recorridos en donde sea completamente libre tanto de explorar como de experimentar, así como jugar libremente.

-Hablar o escribir.

En este apartado, Tonucci nos menciona la enorme diferencia entre el aprendizaje natural y el aprendizaje escolar. El aprendizaje natural es útil y significativo para el niño, mientras que el aprendizaje escolar suele ser forzado.

-¿Cómo introducir la investigación en la escuela?

El niño no llega a la escuela como una pizarra en blanco. Por el contrario, suele llegar con una amplia gama de experiencias previas, desarrollando competencias de diversa índole mediante el juego y la exploración. Sin embargo, creo son muchas las personas que no lo ven así, y que piensan que si el niño juega y se divierte no está aprendiendo nada, sino simplemente perdiendo el tiempo. Lamentablemente aún existe la creencia de que los pequeños deben hacer trabajos como planas y series para aprender.

-Si la investigación se interrumpe.

El problema se encuentra cuando en la escuela el niño se topa siempre con los mismos prejuicios y no se toma en cuenta su capacidad.

-Sin embargo, muchas veces no pasa esto.

*La investigación en la escuela sin superficialidad, con espíritu científico.

*Los padres: expectativas de dureza como ellos lo vivieron.

*Los niños: darles confianza, que se reconozcan competentes.

*Dar la palabra a los niño y tratar diferentes formas de expresión con ellos, temas de trabajo significativos.

*El grupo, lugar de la construcción colaborativa: heterogeneidad, confrontación, verificación, experimentación. El adulto simplemente es quien coordina y guía.

Es importante que sepamos captar cuándo es el momento adecuado para abrir nuevas puertas que proporcionen nuevos espacios, y que al mismo tiempo, también proporcionen nuevos incentivos a la curiosidad de los chicos.

Conclusiones:

Me parece interesante el hecho de que Tonucci cuestione a la educación tradicional, en la cual normalmente se cree que el niño es una pizarra en blanco, que el conocimiento de su vida diaria “no sirve” y que, por lo tanto, no se deben tomar en cuenta dichos saberes previos. También se imponen procedimientos y actividades que realmente no potencian las competencias infantiles.

Cuando el niño llega al preescolar tiene algunas competencias ya desarrolladas, tales como: las primeras conquistas del espacio, objetos y personas.

También han desarrollado ya la exploración, el deseo de descubrir, la curiosidad, las ganas de entender y experimentar, las concepciones que se han hecho de su entorno, su autonomía al jugar, así como sus primeros pininos en lectoescritura.

Los niños investigan debido a su deseo natural de conocer el mundo, de saber y experimentar. Cuando un niño se topa con las ideas de padres y maestros acerca de que lo que hace no es importante, el niño se ve a sí mismo de manera distinta, se destruye la confianza en sus propias posibilidades y autoestima, también se elimina su pensamiento crítico y su deseo de aprender.

El dar la palabra al niño no solamente implica la retroalimentación de conocimientos entre padres y docentes y la reflexión sobre procesos propios: también el maestro tendrá que ayudar a cada niño a reconocer que él también tiene algo que decir y que vale la pena comunicarlo a los demás, mediante la utilización de lenguajes distintos, para que cada uno pueda encontrar el suyo.