La vida es sueño: ¿Humanos con misión o con decisión?

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El papel de Segismundo lo considero como el más importante debido al contenido de su personaje, si bien en el análisis de los otros personajes se nota una influencia tanto de la predestinación como la del libre albedrio en el caso de Segismundo esta relación es hiperbólica, así pues es posible interpretar al personaje de Segismundo como un icono representante de los elementos de la humanidad. El punto anterior se logra contraponiendo ideas y sobre estas se obtiene un resultado sobre la idea que prevalece, se puede ver reflejado incluso en el uso del lenguaje ya que encontramos toda clase de lenguajes, tanto filosófico como agresivo, vulgar y un lenguaje culto.

El mayor poder que se le puede atribuir a Segismundo es que al tomarse como un modelo de la humanidad es el de sobreponerse al destino marcado para él, por medio del libre albedrio, y de esta manera sobreponiéndose también el hombre pensante y racional sobre la bestia y el barbarie. Este punto adquiere importancia al ser una obra de Calderón de la Barca y encontrarse en el contexto de reforma y contrarreforma teniendo la iglesia católica y los protestantes ideas opuestas acerca del hombre, una de ellas el libre albedrio y la predestinación respectivamente.

Conjuntando los puntos anteriores puede mostrarse como a lo largo de la obra de La vida es sueño triunfa el libre albedrio sobre la predestinación, a pesar de integrar una influencia de ambos. Segismundo es la prueba y lo demuestra decidiendo hacer lo correcto debido a que, según lo menciona en la tercer jornada, al estar soñando uno es libre de escoger lo que quiere ser, y esto se puede conjuntar con el verso “la vida es sueño, y los sueños sueños son.” Demostrando que uno mismo tiene la libertad de realizar lo que se propone.