Monografia operacion masacre

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Como se puede ir observando a lo largo de la obra y la breve síntesis realizada, el autor Rodolfo Walsh tiene como objetivo principal en su trabajo literario que la verdad sobre los hechos de lo sucedido la madrugada del 9 de junio de 1956 salga a la luz, reconstruyendo de manera ficcional las situaciones personales de estos personajes. Esto es logrado gracias a documentos judiciales, declaraciones de sobrevivientes, hechos narrados por el mismo Juan Carlos Livraga, testimonios anónimos e investigaciones realizadas por el mismo autor, junto a herramientas de la ficción haciendo que la obra pertenezca al género de no ficción. El texto sigue los pasos necesarios para encontrar el porqué, el quién de un crimen por encargo que no se explica, y en el que aparece claramente la impunidad. Estas son las reglas necesarias y evidentes del género no ficcionario, y la técnica narrativa que va a definir el estilo: relato objetivo, acción rápida y violencia en primer plano. Luego, la búsqueda de la verdad de los hechos que alcanza aquí responsabilidad política.

Demuestra Walsh que las muertes fueron legalmente justificadas y apartándose de la serie policial clásica, no muestra el crimen sino la masacre.

Para contar las vidas y los últimos pasos de los protagonistas, narrar lo sucedido la noche de los asesinatos y mostrar el expediente judicial que se genera posteriormente, el autor lo hace con un equilibrio entre lo novelado y lo testimonial. Se sabrán detalles íntimos: algunos intuidos, otros obsesivamente buscados. Por ejemplo, que a Carranza: “se le hacía un nudo en el corazón cada vez que la miraba”[12] a su hija de 11 años que, seis meses antes, había sido secuestrada por la policía para preguntarle si su padre era un delincuente.

El autor sabe que el recurso de la ficción es la vía para mostrar la verdad, y no quiere que el lector se confunda y se pierda en la novela, por esto escribe: “Aquí quiero pedir al lector que descrea de lo que yo he narrado, que desconfíe del sonido de las palabras, de los posibles trucos verbales a que acude cualquier periodista cuando quiere probar algo, y que crea solamente en aquello que, coincidiendo conmigo, dijo Fernández Suárez.” [13] Walsh recuerda al lector que lo que lo mueve es la verdad, y nada más.

La frase final con la que concluye la obra "Operación Masacre" es: “Y eso no es fusilamiento. Es un asesinato”[14] frase que encuadra este relato en la investigación y la demostración de que ha llegado a la verdad de los hechos. Además esta frase encierra una valoración moral por parte del autor, como si toda su investigación fuera un alegato contra la injusticia sufrida por los fusilados y los sobrevivientes. Esta fue unas de las primeras novelas en Argentina en orientar las bases de la no ficción como estar basada en una noticia policial real o que está escrita a través de relatos, testimonios, declaraciones, etcétera provenientes de la realidad.

Conclusión:

Se puede concluir en que el verdadero héroe de la novela es el propio autor porque a pesar de su lucha interior, de debatirse entre hacer oídos sordos a lo que había escuchado sobre los fusilamientos y exponerse a descubrir la verdad para hacer que sea conocida, logra sobreponer su sentido moral para que prevalezca la búsqueda de la verdad sobre lo sucedido esa madrugada en aquel basural. Desde el momento en que el autor escucha el testimonio de Livraga, no puede librarse de ella: “Livraga me cuenta su historia increíble; la creo en el acto. (…) Ahora, durante casi un año no pensaré en otra cosa, abandonaré mi casa y mi trabajo, me llamaré Francisco Freyre, tendré una cédula falsa con ese nombre…”[15] La historia de los fusilados se vuelve central en su vida y, tal como concluye el relato, busca que la verdad sea conocida, aunque no haya consecuencias para los culpables, ya que su objetivo es moral: los hechos deben darse a conocer para que las vidas de las víctimas no hayan sido en vano y no queden en el olvido como simples criminales. La novela concluye con las palabras del autor, que dice que él relata los hechos “sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles.” [16] El autor resalta su protagonismo en los hechos, como testigo, investigador y hasta como personaje al darnos su visión y valoración subjetiva de los hechos ocurridos, pero siempre destacando la búsqueda de la verdad objetiva por sobre lo novelado.

Bibliografía:

- Walsh, R., Operación Masacre, 39° edición, 2010. Buenos Aires: Ediciones de La Flor.

Links:

- https://es.scribd.com/doc/64207972/Operacion-Masacre-resumen

- http://www.fcpolit.unr.edu.ar/redaccion1-liberatore/2013/10/17/la-no-ficcion-en-el-limite-entre-periodismo-y-literatura/

- http://redaccion1.bligoo.com.ar/trabajo-grupal-0

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