POÉTICAS DE LA ESCRITURA FEMENINA MAESTRIA EN ESTUDIOS LITERARIOS

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Sin embargo, y a pesar de esa intencionalidad, la autora menciona que Teresa de la Parra no llega a crear o instituir un personaje liberado, sino uno en búsqueda de su independencia, pues María Eugenia termina por aceptar su cautiverio, abandonar sus inclinaciones y conocimientos literarios por complacer a otros.

La siguiente idea que plantea la autora es la de la escritura como confesión. A partir de lo que menciona la protagonista al inicio de la novela: “Yo, qué sé mentir bastante bien cuando hablo, no sé mentir cuando escribo”, se evidencia un método catártico que pone al descubierto su identidad misma. Inicialmente lo hace a través de la carta que escribe a su amiga Cristina, no obstante, su decepción por no ser escuchada por esta y entiende entonces que es una mujer incomprendida, pues sus palabras “rebotan en los oídos amigos”. Posteriormente, y dada su necesidad de expresarse, escribe un diario que simboliza la imposibilidad de autorrealización. He aquí donde se manifiesta una relación entre escritura y rebeldía, pues a través de su escritura revela su rebeldía.

Esa escritura como confesión, pone de manifiesto lo que representa Teresa de la Parra para la sociedad de aquel momento, pues su narrativa recupera la subjetividad y el discurso interior de la mujer. De la Parra pretendía, según señala, mostrar un ejemplo común de las mujeres de la sociedad del momento y que ellas se sintieran reflejadas allí, mas no promover la rebeldía generalizada.

Al enfrentarse a su conflicto interno y al reparar en la vida de su tía Clara, su soledad, su tristeza, María Eugenia finalmente decide casarse al ver ese espejo de belleza marchita.

Finalmente, la autora propone una última idea central que denomina “el camino al sacrificio”. El título de la novela “Ifigenia” tiene una carga simbólica con la alegoría al relato del mito griego en el que Ifigenia, hija de Agamenón y Clitemnestra, es sacrificada con el fin de calmar la furia de la diosa Artemisa generada por el hecho de que el pueblo aqueo ha cazado uno de los venados sagrados de la diosa. Por lo cual, Ifigenia es inmolada para salvar la flota de aqueos retenida por Artemisa.

María Eugenia rechaza la oferta de fuga que le propone su amado Gabriel Olmedo, pues en un momento decisivo justo antes de fugarse, se le aparece un gato negro, simbolizando para ella el fatalismo. Asimismo, depone sus inclinaciones intelectuales y se sacrifica al decidir casarse, aun cuando concibe el amor como sentimiento ligado al sufrimiento, pues el amor no existe como experiencia plena y liberación.