Proyecto de intervención: Convivencia áulica en los alumnos de 2do. año “A” de la Escuela Manuel Estrada

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A lo largo del presente trabajo se expondrán los diferentes puntos que hicieron a la confección y aplicación del presente proyecto de intervención. En primer lugar, se presentarán antecedentes de otras investigaciones e intervenciones que abordaron la temática de la convivencia. En segundo lugar, se hace referencia a las líneas teóricas que guiaron la intervención y sistematización del proyecto. Posteriormente, se expone el problema planteado, los objetivos, la metodología y el cronograma de actividades. Por último, se presenta el análisis de las actividades realizadas y las conclusiones a las que se arriba a partir de la evaluación del proceso de intervención y la sistematización.

ANTECEDENTES

Se mencionan a continuación dos proyectos implementados en Argentina sobre la temática de la convivencia escolar y en Córdoba: el proyecto de “Promoción de una convivencia saludable” delineado por la Administración Nacional de Educación Pública en el año 2010 y el “Programa convivencia escolar” propuesto por el Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba , la Secretaría de Educación, la Subsecretaría de Promoción de Igualdad y Calidad Educativa y la Dirección General de Planeamiento e Información Educativa en el año 2000.

-El proyecto “Promoción de una convivencia saludable” se fundamenta en la idea de que la convivencia es parte central del proceso educativo y como tal debe trabajarse para construir relaciones de intercambio y reciprocidad que permitan una vivencia educativa estructurada sobre la base del diálogo, del sentimiento de pertenencia y de justicia y del respeto entre sus integrantes. En función de esto, dicho proyecto se propuso cumplir los siguientes objetivos: 1) Contribuir a que el centro educativo sea vivido como un espacio de convivencia democrática y de aprendizajes, esto es, espacio de goce pleno de los derechos de niños, niñas y adolescentes. 2) Fomentar la participación de todos los integrantes del sistema educativo en la construcción de acuerdos de convivencia. Para el cumplimiento de dichos objetivos se propusieron tres actividades. En primer lugar, se desarrolló un diagnóstico institucional a nivel de los cuatro Consejos de Educación de la ANEP: Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), Consejo de Educación Secundaria (CES), Consejo de Educación Técnico Profesional (CETP) y Consejo de Formación en Educación (CFE). Este diagnóstico se llevó a cabo en diez centros educativos seleccionados en cada uno de esos Consejos. Esto se realizó a través de un trabajo de corte cualitativo llevado a cabo mediante entrevistas a estudiantes, docentes, directores y funcionarios no docentes. El objetivo fue conocer el tipo de convivencia, las estrategias de mediación generadas por los centros y los diferentes mecanismos de participación existentes. En segunda instancia, se aplicó el “Primer Censo de Convivencia y Participación”. El objetivo del mismo fue generar conocimientos e insumos de trabajo respecto de las formas de convivencia existentes en todos los centros de enseñanza del país y de los niveles de participación de todos los integrantes de la comunidad educativa. En último lugar, se efectuaron reuniones de trabajo y jornadas de debate a realizar con los responsables de las instituciones educativas, a saber, docentes, funcionarios no docentes y técnicos, directores e Inspectores.

-En cuanto al “Programa Convivencia Escolar”, el Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba enfocó su mirada, sistemáticamente, sobre la problemática de la convivencia en las escuelas. Ese es el marco de principios e intencionalidades en el cual desarrolló su tarea el Programa Convivencia Escolar, un servicio especializado que ofrece tiempos y espacios de orientación, asesoramiento y contención a toda la comunidad educativa, en relación con las problemáticas vivenciadas en los contextos escolares y que interfieren en el logro de los objetivos educativos. Dicho programa se propuso los siguientes objetivos: -Brindar un servicio especializado frente a los conflictos emergentes que interfieren la dinámica educativa. -Ofrecer el tiempo y el espacio necesarios para quienes atraviesan un estado de movilización e incertidumbre. -Proveer herramientas teóricas y metodológicas que permitan intervenir en situaciones de alta complejidad que se presentan en la convivencia en el ámbito escolar.- Promover la construcción de una convivencia escolar saludable y democrática como condición indispensable para mejorar la calidad de vida institucional y, por ende, optimizar los procesos de enseñanza y aprendizaje. En vistas al logro de sus objetivos, el Programa desarrolla acciones de asistencia técnica, capacitación e investigación y ha enfatizado su participación en el acompañamiento a las escuelas secundarias que trabajan en la construcción de los Acuerdos Escolares de Convivencia.

MARCO TEÓRICO:

Junto con la familia, la escuela es uno de los principales agentes de socialización en la vida de una persona. La inserción del niño en la escuela implica una ampliación de su entorno social, lo enfrenta a la tarea de compartir con un otro diferente, socializar sus gustos, necesidades y creencias (Arteaga, 2006).

El proceso de enseñanza-aprendizaje se produce siempre dentro de un espacio social, dentro de un ámbito de interacción y comunicación. La creación de un espacio educativo pacífico, consensuadamente normado y pedagógicamente mediado favorece mayores niveles de atención y concentración así como mejores condiciones para la participación de sus miembros y para lograr aprendizajes significativos, es decir, permite optimizar la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje. Esto implica una relación armónica y democrática entre los distintos actores que participan en el ámbito escolar, en la que prime el dialogo como herramienta de comunicación, y en la que cada uno cuente con el espacio necesario para poder expresar sus necesidades y sentimientos, sin por ello invadir a sus semejantes (Arteaga, 2006). Basándose en estas concepciones, cobra importancia el tema de la convivencia áulica. En relación a esto, Sismondi Adriana y Torcomian Claudia (2004) define la convivencia, como “un espacio a construir entre los actores de la escuela (…) en el que confluyen intereses y necesidades de conjunto donde las normas estén establecidas a partir del consenso y de sus reciprocas aceptaciones” (p. 189). Teniendo en cuenta estos postulados, resulta de esencial importancia el desafío que proponen Sismondi y Torcomian (2004), referido a promover una convivencia en la que se propicie la cooperación, solidaridad, participación, formación de sujetos críticos y autónomos, democráticos