Resumen de los Delitos y la Penas

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La primera consecuencia de estos principios tal como lo señala Beccaria es que solo las leyes pueden establecer penas por cada delito y que el derecho de hacer leyes penales no puede residir solo en la legislatura de una persona que represente como conjunto a la sociedad. La segunda consecuencia es que el pueblo, que es la sociedad misma, solo puede hacer leyes generales que todos debes respetar, no le corresponde por su parte, juzgar si alguien violo dichas leyes. En tercer lugar, aclara que prefiere gobernar a los hombres felices y libres que dominar a un rebaño de cobardes y tímidos esclavos. Prueba que la crueldad en los castigos es inútil, es más, la considera odiosa y contraria a toda justicia y a la naturaleza propia de la sociedad.

De estos principios, se deduce que los jueces no deben recibir la justicia como una tradición doméstica, o como un testimonio de nuestros antepasados y que como descendientes solo deben obedecer; los jueces deben recibir a la sociedad viva, representada por la voluntad de todos. Al juez solo cabría la decisión sobre la existencia del hecho y a la sociedad la interpretación de las leyes, ya que es el depositario de las voluntades actuales del pueblo.

Critica, además, la oscuridad de algunas leyes, hechas para que la gente no las entienda y sean interpretadas de acuerdo a la situación, por ello apunta “felices son las naciones en las que el conocimiento de las leyes no es una ciencia”.

Resalta que el castigo debe ser inevitable, pero que no es la severidad de la pena la que trae la corrección y el temor, sino la certeza del castigo, señala “la perspectiva de un castigo moderado, pero inevitable, siempre van a causar una impresión más fuerte que el vago temor de una prueba terrible, para la cual tiene ninguna esperanza de la impunidad”. Enaltece que la prevención de los crímenes es mejor que el castigo.

Por último, deduce un teorema general utilísimo, el legislador ordinario de las naciones. Explicando que, para no ser un acto de violencia contra el ciudadano, la pena debe ser esencialmente publica, pronta, necesaria, la menor de las penas aplicables en las circunstancias dadas, proporcionada al delito y determinada por la ley.

En resumen, Beccaria va aún más lejos de su teoría criminológica. Su obra está llena de muchos ejemplos de cómo el sistema debe funcionar. Ofrece principios especiales que solo el poder estatal puede utilizar para mantener la seguridad en la sociedad. Habla de arrestos, audiencias judiciales, detenciones, prisiones, sentencias de muerte, crímenes especiales, prevención del delito entre otras tantas cuestiones. Las nociones fundamentales que Beccaria plasma son:

- Las leyes deben ser establecidas por los legisladores.

- Los jueces en causas penales no pueden interpretar las leyes.

- Las leyes deben ser claras e innecesarias.

- Un delincuente debe ser juzgado equitativamente.

- El autor del delito tiene derecho a rechazar parte del jurado.

- No se permite ningún cargo secreto por parte de la autoridad gubernamental.

- Los jueces deben ser investigadores imparciales y no deben ser pagados para buscar delincuentes.