“Tratado de los delitos y de las penas”

...

De la tranquilidad pública → Este tipo de Delito se encuentra la tercera especie, que versa sobre aquellos que turban la tranquilidad pública y la quietud de los ciudadanos tales como los estrépitos y huelgas en los caminos públicos destinados al comercio y paso de los ciudadanos. Existen distintos modos de prevención a las pasiones y como el autor plantea, debe prevalecer en la magistratura la existencia de la ley al alcance de todos los ciudadanos

El fin de las penas no es otro que impedir al reo causar nuevos daños a sus ciudadanos y retraer los demás de la comisión de otros iguales no es deshacer un delito ya cometido atormentar y afligir con las penas al reo.

Las penas deben ser escogidas e impuestas teniendo en mira causar una eficiente y duradera impresión sobre los ánimos de los hombres y no sobre sus cuerpos.

En cuanto a los testigos el autor da ciertos consejos al señalar que:

Los ttestigos puede ser cualquier hombre racional, “es más fácil una calumnia sobre las palabras que sobre las acciones de un hombre porque en estas cuanto mayor número de circunstancias se traen para prueba tanto mayor es medio se suministran al reo para justificarse."[7]

La fe se gradúan de acuerdo al interés que tiene el testigo de decir la verdad o no, la creencia de lo que el testigo pueda llegar a decir debe ser proporcional al odio o la amistad y las distintas relaciones que medían entre el testigo y el reo. Debe haber pluralidad de testigos,

Además clarifica que cuando mayores pruebas se trae tanto más crece la probabilidad del hecho, diferencia la importancia de la certeza otorgada para asegurar a un hombre si es reo o no, distingue las pruebas del reato imperfectos y perfectos, "son perfectas aquellas que excluyen la posibilidad de que un hombre no sea reo e imperfecta las que no la excluyen"

Acusaciones secretas: El autor señala que las acusaciones secretas están consagradas y en muchas naciones admitidas como necesarias, y dependerá del sistema de gobierno señala que algunos principios pueden ser te tenía hables pues partes de principios que son poco claros.

Del tormento: Ahora bien, el autor señala que el fin político de las penas es el terror de los otros hombres, el autor plantea que es menester que todo delito público no quede sin castigo, pero debe ser proporcionado el terror ejercido, e incluso critica algunas prácticas que considera están fuera del límite, además para tener la calidad de reo debe tener sentencia e juez.

Del secreto → En épocas ulteriores la suerte del reo dependía básicamente de la voluntad del magistrado, “estas torturas son las que han remplazado el tormento probatorio de los tiempos antiguos”[8]

El espíritu del Fisco→ Dentro de la política criminal se ha unido al fisco pues en épocas anteriores todas las penas tenían una connotación pecuniaria, sobre lo cual el abogado cumplía no al función erigida posteriormente como buscador de la verdad, sino como un representante del fisco.

Existieron también los juramentos que solicitaban al reo que dijera la verdad cuando tiene mayor interés en encubrirla que dieron lugar a contradicciones entre la ley y la naturaleza del hombre pues al realizar este juramento el hombre estaba realizando su destrucción y éste no era su fin teleológico.

Prontitud de la pena→ La pena debería ser pronta pues entonces será más justa y útil, puesto que así evita la incertidumbre y desespero del reo pues la pena es la consecuencia del delito y por ende se debe mirar como causa efecto que debe ser solucionado en el menor tiempo posible, porque el retardo de la pena lo único que produce es quitar la relación que existe entre delito y pena.

El reo debe ser acusado por lo que él hizo y por ende su pena o castigo no puede ser sin proporción a la falta cometida, para finalizar.

Violencias→ entiéndase primero como el efecto que se produce contra la persona la cual debe traer como castigo un castigo corporal y en segundo momento como la violencia contra la sustancia que básicamente es atentar contra lo que se consagra a la ley

En algunos casos no existe libertad cuando “algunas veces permiten las leyes que en ciertos acontecimientos el hombre deje de ser persona y se repute como cosa”[9]. Lo que las leyes imprimen es un carácter de la no impunidad para que así se garantice una aplicación de las penas a cualquier persona incluyendo a los nobles, finalmente la aplicación de la pena se debe observar desde el daño que este produjo garantizando así una igualdad.

El autor alude el tema de las penas del hurto y propone que deberían ser castigadas de forma pecuniaria pues quien pretenda aumentar su patrimonio a costillas de otro debe pagar con su propio patrimonio hasta restaurar el daño causado por esta conducta punible, antiguamente ésta conducta era castigada con esclavitud.

Infamia→ “la justa proporción de sufragios que un ciudadano puede exigir con derecho de los otros, debe ser castigados con la infamia”[10] es una señal de la desaprobación pública que priva al reo de los votos públicos, de la confianza de la patria, y de aquella como fraternidad que la sociedad inspire. Las penas de infamia ni deben ser muy frecuentes ni recaer sobre multiplicidad de personas en un tiempo; convienen a estos la ridiculez y la infamia, penas que enfrentan el orgullo de los fanáticos con el orgullo de los espectadores.Ociosos→ Aquel que perturbe la tranquilidad pública y no obedece a las leyes, debe ser excluido de la sociedad; desterrado de ella, por otro lado está el ocio político el cual “es aquel que no contribuye a la sociedad ni con el trabajo ni con la riqueza”[11], además mayores deben según el autor er los motivos contra un Nacional y un extranjero.

Destierros Y Confiscaciones → Debe verse desde distintos puntos pues, perder los bienes es una pena mayor que la del destierro, luego que por proporción de los delitos debe haber penas en donde haya perdida o despojo bienes y en casos que no. Las confiscaciones ponen precio a las cabezas de los flacos; hacen sufrir al inocente la pena del reo, y conducen los inocentes a la desesperada necesidad de cometer los delitos. Muere entonces el ciudadano pero persiste el hombre, de igual forma al cuerpo político

Del Espíritu De Familia→ La sociedad no como unión de hombres sino como unión de familia; el espíritu de la familia es un espíritu de por menor y limitado a cortos hechos: el regulador de las repúblicas, dueños de los principios generales, ve los hechos y los distribuye en las principales clases