DERECHO PENAL “Tratado de los delitos y de las penas”
Enviado por Rebecca • 12 de Agosto de 2018 • 2.416 Palabras (10 Páginas) • 570 Visitas
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El tormento es una tortura cruel hacia el reo para obligarlo a confesar, sin embargo no es un método seguro ya que el individuo robusto puede ser culpable pero al aguantar las torturas no declara sin embargo el flaco puede declarar por el sufrimiento aún no siendo culpable.
El encargado del juicio, el juez, que debe ser imparcial busca como inculpar en vez de buscar la verdad, las injusticias se castigan con penas pecuniarias.
Los juramentos se resumen como contradicciones entre las leyes y el hombre. Éstos juramentos obligan a los reos a hacerse mártires y malos cristianos.
La pena debe de ser lo más pronta posible al delito ya que permite en la sociedad ligar la idea de delito-pena, lo que nos lleva a delinquir menos intimidados por ésta
rápida causa y efecto.
La legislación esconde una tiranía, es un maltrato corporal pero hay una gran falta de libertad al tratar al hombre como cosa por parte del fuerte, en este casó el detentador de la violencia es la autoridad.
Al ceder el despotismo de los nobles las penas a los nobles les serán aplicadas al igual que a los plebeyos, además suele ser mayor el daño público cuando viene de un noble.
Los hurtos deberían de ser indemnizados con dinero, pero hay que considerar que muchas veces viene por la miseria y la necesidad así que de que desvivirá volver a un individuo y a su familia más miserables al tener que pagar una indemnización, la mejor pena es la esclavitud (cárcel) por cierto tiempo.
La infamia es la que castiga las injurias contra el honor, depende de la moral, si se vuelven muy frecuentes o a muchas personas dejarán de ser infamia porque sí todos son infames nadie lo es.
El ocio se paga con una pena de destierro, más fuerte para los nacionales que para los extranjeros, existe el llamado ocio político, que es diferente al de los ricos y es el que no trabaja y no aporta a la sociedad. En realidad el que no obedece a la ley es excluido de la sociedad.
¿Debería de perder sus bienes el que destierren? Solamente sí es delito muy grave, sino el autor lo desaprueba ya que dice que los que sufrirán más serán los familiares inocentes.
La sociedad está compuesta de familias, cuando es del hombre se trata de una subordinación de mando no de contrato, todos los miembros son ciudadanos libres.
Lo importante es la certidumbre del castigo y su infalibilidad más no su crueldad, ya que entré más violentos sean los castigos más se endurece la gente, no debe de haber atrocidad o se consideraría impunidad.
En cuanto a la pena de muerte, el estado por más legitimado no tiene derecho de elegir sobre la vida de alguien, el pensamiento de un ladrón en caso de existir la pena de muerte sería, voy a vivir de placeres y robos el tiempo que pueda cuando me atrapen será cortó el sufrimiento y tendré paz eterna, en cambio las cárceles son mucho peor castigo y mucho más intimidantes para los sujetos de la sociedad ya que es una pena larga y tediosa. Además esta no reduce los delitos.
Un juez no debería tener la facultad de encerrar a un hombre por su libre albedrío, en cambio la ley si. Los delitos graves deben ser castigados, los leves pueden ser perdonados, el perdón de los ciudadanos particulares a un culpable lo excusa de la pena y esto es contrario al bien público, son peores las prisiones judiciales que las militares.
El reo necesita un tiempo oportuno para defenderse sin embargo esto no debe interferir en la prontitud de las penas. Los delitos graves deben ser castigos mientras que los leves pueden recibir un perdón para volver al sistema más eficaz. En los delitos atroces debe crecer la prescripción y disminuir el tiempo de examen, mientras que en los más leves debe de aumentar el tiempo de examen y disminuir la prescripción.
Las naciones nunca han legislado con la razón, los jueces en su mayoría buscan probar el delito más no encontrar las verdades, las grandes virtudes siempre van de la mano con las mayores atrocidades. No deberían de existir cuasi pruebas ya que no existe un indiviudo cuasi culpable, deberíamos proteger con leyes eficaces la flaqueza contra la tiranía.
Es un acto personal que no admite pena alguna, es mejor que una persona se quite la vida a que vaya a infundir sus problemas a otras sociedades, la pena del suicidio recae en la familia de la víctima y su castigo será establecido por dios pero no por los hombres.
El contrabando es un delito que ofende a la acción, no produce infamia, es un delito que nace de la misma ley, es un mal hacia el estado y no hacia un particular, merece la prisión aunque hay grados, no es lo mismo contrabandear con tabaco que un homicidio.
Hay dos tipos de deudores, los fallidos fraudulentos y fallidos inocentes. Los primeros deberían de recibir una pena fuerte mientras que los otros merecen la cárcel por no tener la posibilidad de pagar e indemnizar. La distinción sobre sí son fraudulentos o inocentes debe hacerse por la ley más no por los jueces.
Son independientes de la ley, no tienen legislación alguna y por lo tanto es un. Concentración de donde nacen las revoluciones porque es una formación de muchas pequeñas soberanías.
En cuanto a la talla, se pregunta sobre la utilidad de las recompensas. Los soberanos hacen que se cometan cientos de delitos en vez de evitarlos, lo cual da pie a la desconfianza.
Las leyes no imponen penas por la intención de cometer un delito pero si debe de ser castigada esa intención, algunos tribunales ofrecen la impunidad a los cómplices que delatan a los demás pero esto hace que la ley incentive a la traición, además hay grados entre el ejecutor del acto y los simples cómplices.
Las interrogaciones se preguntan por la especie del delito en vez de por el género de este. Hay una contradicción de la ley que autoriza la tortura pero hay una gran desigualdad en el tormento como lo mencione anteriormente. Son necesarias las formalidades en la administración de justicia porque reducen el libre albedrío del juez proporcionándole parámetros legales.
Las ideas de utilidad son una fuente de errores en donde los legisladores legislan lo que ellos quieren, sacrifican muchas ventajas reales por un inconveniente imaginario, es como sí se prohibiera el fuego a los hombre porque quema. Dividen el bien público al de todos los particulares.
Los conflictos deberían de evitar en vez de castigar, pero ninguna nación lo ha hecho hasta ahora, no se puede prohibir todo como no se pueden prohibir a los hombres el uso de sus sentidos. Es necesario y sano el temor a
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