EL TRATADO DE LOS DELITOS Y LA PENAS

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Beccaria nos proporciona algunos parámetros sobre las pruebas que pueden converger en la comisión de algún delito. Para nuestro autor la penas se dividen en perfectas e imperfectas y de ellas se despende un sentido de independencia y dependencia con relación a otras pruebas.

Las perfectas son aquellas que no dependen en su existencia y su veracidad probatoria a otras, mientras que las imperfectas dependen en sentido estricto de otras, lo que nos da el indicio en el caso de las imperfectas, que el desvanecimiento de una o algunas de las pruebas, puede terminar por no lograr la integración de la culpabilidad del indiciado y por el contrario las perfectas, son capaces de manera individual y por si mismas, de decretar la culpabilidad o inocencia del sujeto a la acción penal, tomando en consideración estos señalamientos nos menciona la gran importancia de que el reo sea juzgado por sus pares y que el juzgador sea apoyado en el proceso, por asesores sacados al azar, ya que es mejor deliberar con ignorancia que con lo que él llama la ciencia de la opinión.

Como fin de todo lo que nos explica en el libro explica que el fin de la legislación no es castigar los delitos como tal si no evitarlos, porque trata la pena como base del perdón en donde su resultado consuma un acuerdo mutuo entre partes, evitando así la pena corporal, procurando que es sujeto discrepe sus acciones y evite caer en delitos dolosos.

CONCLUSION

Puedo concluir que dicho autor quiso proyectar en este libro las necesidad y a forma en la que se pudieron imponer las penas y que como vemos en la actualidad se aplican, ya que aun que han existido ciertas reformas podemos ver que lo que nos dice no esta tan aleja de la realidad que vivimos, seguimos intentando readaptar o más bien ahora reinsertar a las personas que comenten delitos.

Si bien el fin de la pena es imponer un castigo, debemos tomar en cuenta y viéndolo de forma más subjetiva realmente las leyes son emitidas para evitar que las personas cometan delitos y sean sancionados.

Su obra abarca muchos aspectos de la legislación, como los delitos, las cáceles, la seguridad social, etc., pero si leemos con atención él fue el fundador para que hoy en día contemos con nuestros tres poderes y cada uno tenga funciones determinadas y así evitar que se impongan, juzguen o hagan leyes que mas haya de beneficiar afecten a la sociedad.