Beccaria Tratado de los delitos y de las penas.

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Aunque posteriormente menciona a la pena de muerte, que sin más a mi si logro cambiarme la percepción de ésta, pues había estado firme a la postura de “a favor” de la pena de muerte. Pero él dice que este principio va contra el como surgir el estado, como surge la idea del contrato social. Pues todos estábamos en completo desorden sin este orden. Pues dice que va contra el origen del estado.

Como algo que surge y de repente uno de sus principios enuncia que debe hacerse lo contrario, y el más grande o el mayor bien que tiene el ser humano, se le puede revocar.

Eso no lo había visto de esa manera, y en realidad cambio mi forma de sentir acerca del tema. Y dice algo que no estoy segura si entendí bien o no, pero prolongarle a alguien la pena hasta el fin de sus días, lo vuelve algo peor aún, pero “mejor” porque así hace conocer a los demás que esa tortura si es “justa”.

Pero ahí si ya no concuerdo, va completamente contraria a lo que enuncia al inicio, y apoya mi inicial idea sobre el estar a favor de la pena de muerte. Pues hoy día, las carceles están llenas de personas que jamás saldrán.

Y otro punto muy importante, las penas deben ser justas a los delitos. Justas porque a nadie debe darle más de lo que merece y cuento menos, menos de lo que corresponde al daño que ha hecho.

En conclusión, la justicia debería tener siempre presente este teorema general: "Para que toda pena no resulte una violencia de uno o de muchos contra un ciudadano particular, debe ser esencialmente pública, rápida, necesaria, la mínima de las posibles en las circunstancias dadas, proporcionada a los delitos y dictada por las leyes".