Resumen para estresados e impacientes.

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Tenemos que estar alerta no debemos perder el ánimo porque si perdemos el ánimo, lo habremos perdido todo. Es de nuestro estado de ánimo de donde vienen las ganas de luchar, la fuerza para perseverar, la ilusión por hacer cosas, la alegría, el optimismo, la esperanza, el entusiasmo. Una persona que pierde el ánimo es una persona muerta un zombi sigue respirando, pero ya no vive. Y ahí una gran diferencia entre vivir y sobrevivir.

Las personas que mantienes el ánimo no son aquellas a las que todo les va bien, que no tienen preocupaciones ni problemas. No es cierto, es fácil estar contento cuando las cosas van bien, el mérito esta en hacerlo cuando no van también.

Conocemos a personas entusiastas que tienen muchos problemas estas son las personas más grades, las que más mérito tienen. Existen personas que tienen muchos problemas pero no mantienen intacta su bombilla.

Las personas que viven con sentido las personas entusiastas, las personas felices, son aquellas que van a 30.000 vatios. Lograrlo no es fácil, supone un gran esfuerzo, pero es muy gratificante, es la diferencia entre vivir una vida plena y vivir una vida de pena.

Los chusqueros saben; los cracks hacen

Si estás buscando una fórmula mágica o un método revolucionario, ve corriendo a la librería y devuelve el libro. No conozco esta fórmula magistral. No te preguntes si lo sabes o no los sabes, pregúntate si lo haces o no lo haces. Ese es el reto, saber sabemos todos, la diferencia entre el crack y el chusquero no están en saber, está en hacer, todos sabemos pero los grandes hacen, la acción es la que importa.

Con demasiada frecuencia aquello que leemos y aprendemos se convierte en una parte de nuestras bibliotecas en lugar de convertice en una parte de nuestras vidas. Las ideas no valen nada salvo que decidas aplicarlas, avanzar es la mejor forma de no retroceder.

El secreto para conseguir las cosas consiste en actuar, uno mejora y avanza paso a paso, haciendo, la teoría está bien, pero la práctica es siempre mejor. Hay una fase muy buena de Walt Disney que va en este sentido “Para hacer algo hay que dejar de hablar y empezar a hacer”.

Y no hacer es como no aprender; saber u no hacer es como no saber. Todos queremos, todos deseamos, a todos nos gustaría hacer o lograra algo, la única manera de conseguirlo es poniendo manos a la obra. Para lograr el éxito en el ámbito que quieras primero tienes que saber los que quieres.

Una vez sabes lo que quieres hay que saber lo que tienes hay que hacer para lograrlo; por ultimo hay que hacerlo, hacer es la diferencia entre desear y decidir querer no es lo mismo que hacer. Y uno se siente feliz y orgulloso cuando no sabe que está avanzando, que está mejorando.

Si quieres prosperar tienes que aprender más y aplicar lo que aprendes. Es una cuestión de sentido común, así que menos decir y más hacer.

¡Es la actitud, merluzo!

El valor de una persona viene determinado por la siguiente formula b=(c+h) x a. Este valor viene determinado en primer lugar por sus conocimientos es muy importante para todo en la vida tener conocimientos además de los conocimientos son importantes también las habilidades. Con el tiempo uno aprende hacer las cosas mejor la experiencia ayuda a mejorar, nadie nace aprendiendo. La primera ves cuesta, la segunda cuesta menos, la tercera se hace mucho mejor y poco a poco, con el tiempo uno va corrigiendo habilidades.

La diferencia entre los chacks y los chusqueros está en su actitud, en su manera de ser, esa es la diferencia entre las personas grandes y las mediocres. La actitud hace que uno de lo mejor de sí mismo. Tú no eres una persona grandísima, que lo eres, por tus conocimientos; no eres una persona grandísima por tus habilidades o por tu experiencia. Tú eres una persona grandísima por tu manera de ser.

Los conocimientos son importantes y la experiencia también, pero las grandes personas lo son por su manera de ser. En las relaciones humanas lo más importante es la manera de ser de las personas, sus actitudes lo que transmiten.

¿Cómo elegimos a nuestras amistades? Elegimos a nuestros amigos por su manera de ser, por su aptitud, y los queremos por eso. Nos valoran y nos quieren, por nuestra manera de ser, por el tipo de personas que somos .No nos valoran por nuestros conocimientos o habilidades. Tu vales tu actitud, vales tu manera de ser.

Muchas personas se encuentran demasiado en conocimientos y habilidades, piensan que son grandísimas porque saben mucho y el problema puede ser su aptitud, el problema es que a nadie le gusta trabajar, relacionarse o vivir con mamones. Nos gustan las personas por su manera de ser y por su actitud.

Lo que es genial es que uno tiene la actitud que quiere, uno tiene la manera de ser que decide tener. Uno es lo grande que se propone ser.

¡Personas fantásticas, hábitos fantásticos!

Las personas fantásticas tiene forma de ser fantásticas, y viceversa. En la vida nos va según nuestra manera de ser porque nuestra vida está configurada por las relaciones que mantenemos con los demás, y estas relaciones dependen, fundamentalmente, de nuestra manera de ser.

¿Y qué forma de ser tienen las personas fantásticas para que sean tan extraordinarias?, ¿De dónde viene esa manera de ser?

La doctora Sonja Lyubomirsky en su libro la ciencia de la felicidad establece que el 50% de nuestra manera de ser y de nuestra felicidad depende de la genética.

La genética ciertamente nos influye, nos condiciona, pero no es determinante. Porque afortunadamente a nuestro temperamento le sumamos nuestros hábitos, nuestro comportamiento, nuestros principios, nuestras actitudes y esos sí que nos definen mejor como persona, ellos son los que finalmente configuran nuestra manera de ser. Las personas fantásticas tienen una forma de ser integra, honesta, ayudan a los demás, son alegres y entusiastas generosas, trabajadoras. Son optimistas, amables, agradecida, tolerante, dialogante, humilde. Y todos estos comportamientos los podemos desarrollar todos independientemente de nuestros genes. Nosotros somos nuestros hábitos porque los hábitos configuran nuestra manera de ser nos ayudan a desarrollar comportamientos positivos que pueden también mejorar nuestras posibles deficiencias genéticas. No somos esclavos de nuestra genética, podemos luchar, enfocarnos para mejorar nuestro carácter nuestro temperamento.

Al final, la vida no consiste en