“VIDAL CASTAÑEDA Y NAJERA” NATURALEZA HUMANA Y FORMAS DE SER ANTE UNA CEGUERA

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Después de esto, todos empezaron a perder incluso las ganas de luchar por sí mismos, cuando sucedía algo malo, buscaban algún mínimo beneficio que pudiera darles paz interior. Como ejemplo, cuando el grupo de ciegos se apodero de la comida, pensaron que al menos así la comida seria repartida igual para todos, en una mísera cantidad, pero igual. O cuando pidieron pago a cambio de a sus mujeres, esto es algo humillante, pero el egoísmo de los hombres les hizo aceptar apelando que no sería tan malo y que es para un bien mayor, pero cuando las mujeres preguntaron que si harían lo mismo si se lo hubieran pedido, nadie respondió. Aun así las mujeres aceptaron, y concluyeron que si iban por cuenta propia no sería tan traumatizante o humillante El hacer esto es abandonarse y convertirse en un ser sin voluntad, acostumbrarse y conformarnos con lo que nos dan. Esto sucede hoy en día, aceptamos todo tipo de injusticias, y por no luchar buscamos algo bueno en la situación y es lo único que mencionamos.

Llegados a este punto habían tocado fondo, la comida que les daban no era suficiente y tenían que comer a costa de las mujeres, viviendo alrededor de desperdicio. La mujer del médico se hartó y mato al jefe del grupo que robaba comida, llena de coraje hizo lo que nadie se atrevió. Basto esto para hacer reaccionar a algunos más, que a su vez influyó a más personas a reclamar la comida que necesitaban. Nos acostumbramos a todo, somos seres generalmente conformistas, pero no por gusto, es más por miedo, ya sea al cambio, ya sea a una represión; pero si alguien toma la iniciativa puede ser que reaccionemos, y así sucedió con los ciegos.

Logran liberarse de la opresión y salen del manicomio, pero lo que les esperaba era algo semejante, calles llena de inmundicia y escases de comida. La desesperanza ataca a todos, no tiene sentido seguir, hay quienes solo quieren quedarse en su casa a vivir hasta los últimos días, pero la mujer del médico los convence a no hacer eso, a intentar vivir en su casa, pero de manera más civilizada, defecando en la terraza y tratando de no ensuciar mucho. Les recuerda que antes podían culpar al gobierno por meterlos en aquel lugar, sin aseo o servicios. Pero si ahora volvían a su vida de inmundicia seria por ellos mismos. La mujer siempre fue la voz de la razón, no tanto porque viera, pues le tocaba sufrir los horrores en que todo se convirtió, sino porque en realidad actuaba humanamente, nunca quiso rebajarse, sabía que había algo que los podría separar de vivir como animales.

El ser humano en su naturaleza tiene todos estos instintos, el ser egoísta considero es la principal, actuamos a nuestra conveniencia, a nuestro favor, en mejores casos, a favor de un grupo de personas. Pero no es siempre malo, a veces es necesario para sobrevivir, incluso la mujer del médico siendo se dio cuenta que no podía ser buena con todo mundo sin afectarse a ella o a otros. Siendo seres frágiles somos muy moldeables a las circunstancias, andando a la deriva sin en realidad saber porque lo hacemos. La novela a algunos podría parecerles muy alejada a lo que vivimos, que solo sería un caso de crisis mundial. Pero por eso mismo la ceguera es blanca, es la venda que todos usamos cuando queremos hacernos de la vista gorda, caminando sobre excremento y viéndolo todos los días como los son las injusticias, opresiones, delitos y asesinatos; pero lo que es peor, cada vez nos insensibilizamos más por lo común de estas cosas, solo algunas personas reaccionan ante esto, pero son minorías que no seguimos. Hagamos lo posible por no vivir como animales. Un excelente libro que mezclo de manera muy buena el mensaje un mensaje de gran importancia con una excelente historia