12 Cartas al amor.

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Al día siguiente traté de hablar contigo, incluso compré algunos chocolates para entregártelos como muestra de mi aprecio por ti, pero no pude hacerlo, por cosas de la vida estuve todo el día ocupado con otro asunto al cual me había comprometido desde hacía ya tiempo (era la obra de teatro, por si no lo recuerdas), intenté buscarte en cuanto terminé con mi compromiso, pero ya te habías ido.

Había pasado la noche anterior pensando en algo apropiado que decir en el momento en que nos viéramos, ya sabes, algo como: “hola, ¿cómo estás?", “¿leíste la carta?", “¿te gustó?", “dime, ¿qué te pareció?", cosas de ese estilo. Todo lo que quería saber era tu opinión acerca de la carta, saber si sentías lo mismo por mi o si simplemente no querías nada conmigo, lamento el hecho de que no hubiéramos tenido una oportunidad para hablar. Puede que en este momento recuerdes todas las oportunidades que tuve para hablar contigo durante el transcurso del día y pienses: “si de verdad querías platicar conmigo, ¿porqué no lo hiciste?, tuviste muchas oportunidades y no aprovechaste ninguna.". No te mentiré, me dolió el hecho de que en más de una ocasión estuviéramos tan cerca el uno del otro, al punto de chocar hombros, y aún así no haya podido encontrar dentro de mí el valor para hablar; creó que al final sólo esperaba el momento indicado para que todo ocurriese, pero esperé demasiado y la oportunidad nunca se presentó. Siento como si te debiera una disculpa por lo que no hice, y de cierta manera lo hago, así que aprovecharé el hecho de que en este momento lees esta segunda carta para disculparme: “lo siento, te pido perdón por pensar en ti de una manera diferente, por querer que seas algo más que una amiga para mí, perdóname por no ser una piedra. Perdóname por tener sentimientos hacía ti, sentimientos que me ahogan y no me dejan hablar cada vez que me acercó a ti, perdóname por sentir por ti algo que no siento por nadie más, y perdóname por haberlo intentado, pues ya no lo haré más."

Verás, por si no te habías dado cuenta hasta ahora, el motivo por el que escribo esta carta no es para tratar de conquistarte, no trato de hacer que te enamores de mí, por el contrario, quiero que sepas que ya no me interesas, ya no tratare de buscarte, ya no haré nada que de una u otra manera haga que mis sentimientos por ti crezcan, ya no más. Después de aquel día tuve mucho tiempo para pensar y reflexionar acerca de mis sentimientos y de lo que en verdad quería, y a través de toda esa meditación personal pude darme cuenta de que ya no te quería, me di cuenta de que en realidad nunca te quise y de que todo el asunto de la carta y la declaración de amor solo eran caprichos; me pareces una persona muy atractiva, muy agradable y llena de carisma, pero solo eso, eres solo una persona más, alguien a quien debo soportar todos los días al igual que lo hago con cada persona que conozco, sin incluir a aquellos a quienes amo.

Así que considera esto como mi rendición, me rindo a seguir humillándome ante ti, me rindo a seguir tratando de conquistarte, pues incluso cuando solo haya hecho un par de intentos, los hice con el mayor esfuerzo posible; puse mi alma y mi corazón al descubierto por ti, pero ya no mas, de aquí en adelante, por ti solo siento desinterés.