Caso FAMOSA SA

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Una vez dentro, Oaktree, tenía que obtener ganancias rápidamente, por lo que empecé a reestructurar y “desguazar” la compañía. Como indican las fuentes, en 2013 presento un ERE que suponía una reducción de plantilla cercana a las 2000 personas y una reducción del resto de salarios de trabajadores, que conservaros su puesto, de hasta un 40%. Cerraron fabricas y vendió marcas como Ártiach, todo ello para conseguir en poco tiempo abaratar costes y conseguir beneficios.

Con todo ello, además de todos los problemas que esto ocasiono, se consiguió por parte del fondo y en beneficio de la compañía, que se mejoraran los resultados de esta llegando a reducir el volumen de pérdidas en un 95% y aumentando el de ventas de los ejercicios anteriores. Esta revalorización, permitió al fondo Oaktree, al igual al fondo Sun Capital con el caso Famosa, cerrar su operación con ganancias, pues en 2015 cerro la venta de Panrico a su rival internacional, la empresa mejicana Bimbo, por un valor de alrededor de 200 millones de euros, lo que le permitió obtener unas ganancias de casi 100 millones de euros.

Aun así, cabe añadir, que la operación de venta aún no se ha cerrado, pues está a merced de la resolución del Tribunal Supremo respecto a la impugnación de validez del ERE realizado en 2013

Codere

El caos Codere es otro de lo que hemos ido mencionando durante el análisis llevado a cabo sobre los fondos buitre. Pues es uno de los que más relevancia ha tenido en España actualmente.

Codere es una empresa de juegos de azar y apuestas, que pertenecía a la familia Sampedro. Esta empresa de origen catalán, tenía una importante presencia a nivel internacional, sobre todo en países latinoamericanos, como Argentina, quien es señalado como uno de los causantes de la crisis de la compañía.

Codere arrastraba deudas con los bancos y con bonistas, lo que aprovecharon los fondos buitre, como Canyon Capital y GSO para adquirir la compañía, que acudieron para evitar la suspensión de pagos de la compañía de apuestas, con un crédito de 60 millones concedido por cada uno de los fondos. Más tarde, la compañía al no poder superar la crisis que padecía, pidió a sus acreedores que lo refinanciaran un crédito de 1100 millones de euros

En 2014, la empresa de la familia Sampedro entraba en preconcurso de acreedores para renegociar la deuda con sus acreedores, llegando a darse 14 stand still durante el proceso, para finalmente acordar con los acreedores a la sustitución de la financiación existente por un prestamos de 250 millones de euros, además de una emisión de bonos de 675 millones, que serán inyectados 200 en efectivo para crear liquidez y 475 millones para canjear por bonos. Esto incluye, además, la conversión de 636 de bonos de deuda en acciones en la compañía.