Considerando que las PyMES representan la mayor parte de las unidades económicas del país

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Las PyMES pueden actuar como un impulsor de emprendedores y la innovación, juegan un papel relevante en la provisión de servicios para la comunidad, y pueden realizar una importante contribución a los programas de desarrollo regional.

La intención de este análisis es conocer acerca de los beneficios con los que cuentan las pequeñas y medianas empresas mexicanas del sector manufacturero durante el proceso de transformación. Esto porque a pesar de que los aspectos macroeconómicos afectan directamente a este sector productivo del país, el sector manufacturero sigue siendo un motor indiscutible para la economía mexicana.

La definición de PyME podría ser la siguiente: “una unidad económica de producción y decisiones que, mediante la organización y coordinación de una serie de Factores (Capital y Trabajo), persigue obtener un beneficio produciendo y comercializando productos o prestando servicios en el mercado” (Anderson,1999), pero que la hace distinta de cualquier otra unidad económica, según Eduardo Soto, es el “acrónimo dado a la pequeña y mediana empresa.... se trata de la empresa mercantil, industrial o de otro tipo que tiene un número reducido de trabajadores y que registra ingresos moderados” (2004:p 132).

Las industrias manufactureras están conformadas por unidades económicas dedicadas principalmente a la transformación de materiales o sustancias, con el fin de obtener productos nuevos. También se consideran como parte de las manufacturas las actividades de maquila; el ensamble, la reconstrucción y el acabado de productos manufacturados.

La investigación analizará cuales son los beneficios del proceso de transformación por el que pasan las PyMES, dando como resultado del crecimiento y profesionalización de las mismas, generando su incursión en mercados extranjeros gracias a la promoción que brindan los programas e instituciones federales, los cuales están obligados a otorgar este apoyo.

El proceso de transformación por el cual pasan las pymes a lo largo de la última década está basado en los apoyos otorgados por el gobierno donde invita a los dueños de este tipo de empresas a formalizarse, es decir regularizarse, salir del mercado informal, para poder tener acceso a los apoyos y programas que han articulado en el Plan Nacional de Desarrollo de los distintos sexenios que han pasado desde el 2002.

El transformar, es llevar a dicha organización a un estado de modernización e innovación de sus productos, procesos y cultura de organización. La profesionalización y transformación son variables de alto impacto para el desarrollo de una empresa pequeña. Al transformarse las PyMES podrán utilizar los apoyos que el ejecutivo brinda, alcanzando su madurez, generando un expansión e internacionalización, así como lograr su integración en las cadenas de producción nacionales y extranjeras, con una mayor facilidad de penetración en los mercados para comercializar sus productos.

“En el proceso está la transformación” (Asenjo, 2013) para transformar de verdad hay que seguir unos pasos, la mayoría de las PyMES que se encuentran en proceso de transformación son guiadas por consultores, los cuales tienen de guía los 8 pasos para el cambio de John Kotter.

La decisión de focalizar la investigación en las PyMES, está fundada en el interés de impulsar y fomentar el espíritu emprendedor en los mexicanos, donde se observa que un proceso de transformación puede llevar al éxito del negocio o idea, y como resultado indirecto resulta un crecimiento en la economía nacional además de mejorar la calidad de vida de los mexicanos. Buscando un crecimiento y desarrollo de las PyMES donde pudieran generar más empleos, diversificar el mercado y desarrollar el entorno en el que se establecen.

Generalmente las PYMES son lideradas por personas con actitudes emprendedoras e innovadoras, aunque esto no quiere decir que estén completamente preparadas para poder llevar a cabo la administración de su empresa, es por eso que se busca transformarlas mediante la profesionalización y formalización de las mismas, para que puedan obtener apoyos que las impulsen en su crecimiento.

En los antecedentes de investigación sobre las PyMES encontramos que estas surgen a partir del final de la Segunda Guerra Mundial, ya que en Europa la mayoría de las empresas fueron destruidas y la única forma de recuperarse de una manera rápida, fue la creación de pequeñas y medianas empresas.

“A nivel mundial la revalorización del sector económico, las PyMES como unidades productivas de pequeña escala se dan a partir de los años 70 debido principalmente a cambios estructurales como el crecimiento de los servicios” (Nuevo Mundo, 2003:11), esto quiere decir que la creencia de que solo son empresas aquellas que producen bienes tangibles cambia de manera radical debido a el surgimiento de empresas dedicadas a la distribución del servicio de consultorías, medicina, soporte técnico, dando así un valor al conocimiento de un profesionista.

Se empieza a valorar el conocimiento como un factor clave para la generación de riqueza dando un valor agregado a los intangibles que con el tiempo se comienzan a valorizar como un activo como las infraestructuras o maquinarias en las principales economías.

Paralelamente, el crecimiento de los productos informáticos en un contexto en que los cambios se dan día a día y que la obsolescencia se cuenta por segundos, las empresas se ven en la necesidad de reducir su tamaño para contar con mayor eficiencia, es decir se hacen pequeños los productos y se hacen pequeñas las empresas (2003:11).

En el caso de México, las PYMES han ayudado a descentralizar las grandes ciudades y que pequeños poblados se urbanicen, logrando en algunos casos poder exportar sus productos; ejemplo de esto es el café de algunas regiones en Veracruz, que su sabor al paladar es delicioso, con calidad de exportación, aceptado en varios mercados internacionales.

La empresa Bimbo® surgió como PyME y a lo largo del tiempo se convirtió en una empresa transnacional, ayudando a abrir mercados en otros lugares, y a que empresas como 3M se fijen en México para invertir (GRUPO BIMBO).

En los Estados Unidos de Norteamérica y Canadá, el fomento a las PyMES se ha dado a través de incubadoras de empresas; su éxito ha sido debido a que las empresas que apoyan demandan poca infraestructura y es una barrera contra la globalización ya que son los países menos globalizados.

En México también se ha copiado esta forma de hacer negocios y las incubadoras de empresas son programas que actualmente llevan algunas Universidades, Tecnológicos y Fundaciones de Gobierno,