El negocio de Cabify y su modelo de crecimiento

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El fuerte de Cabify es de la gama alta, la categoría “executive” con conductores de traje que esperan al pasajero afuera del vehículo preparado para abrirle la puerta. Luego la categoría “lite” como económica implica un ahorro de un 15%-20% respecto a otras plataformas. Por otro lado, está la categoría “group” que consta de mercedes Benz Viano que son capaces de transportar hasta 8 pasajeros o “grupos”.

Finalmente, en el ámbito de la sustentabilidad se está implementando la categoría “Electric” que son BMV serie 3 que se enchufa a la corriente, dando un peso de responsabilidad social corporativa por parte de las compañías al entorno.

Cabify, es una empresa nacida en Madrid, España, actualmente en dicho país cuenta con existencia en más de ocho ciudades. Considerada una entidad multinacional con presencia en Portugal, Chile, Perú, Colombia, Argentina, Panamá, Brasil, Ecuador, Bolivia, República Dominicana y Uruguay prometiendo una continua expansión internacional.

¿Cómo funciona?

Consta de una aplicación móvil y una página web que funciona las 24 horas del día los 7 días a la semana bajo petición inmediata o reserva democratizando el acceso al chofer junto a su vehículo y dar precios cerrados y concretos desde el punto de partida al punto de destino con un algoritmo que calcula la ruta óptima desde el punto inicial al punto final sacando los kilómetros y calculándolos con las tarifas que otorgan, demostradas a continuación:

PRECIO POR KM

Precio por km (0-20 km) 1,65€

Precio por km (20-80 km) 1,10 €

Precio por km (>80 km) 1,05€

TIEMPO DE ESPERA

Por minuto 0,45€

TARIFA MÍNIMA

Inmediato centro/extrarradio 6,00€/12€

Aeropuerto (origen) 15,00€

Reserva centro/extrarradio 10,00€/15,00€

¿Cómo funcionan las licencias?

El tipo de licencia llamada VTC (vehículo de transporte con conductor) tiene una serie de restricciones, como la que consiste en no permitir las transacciones económicas, no se acepta dinero físico, se vincula en el perfil una tarjeta de crédito o una cuenta paypal y se paga vía web. Esta especificación es única para todos los países donde está presente esta empresa, salvo Lima que tiene una opción de pago llamada “Lima Cash”. Al no haber efectivo en el coche se vuelve una transacción más rápida y más segura, tanto para el conductor como para el pasajero ahorrándole tiempo a éste

¿“Vacío legal”?

Esta gran idea de negocios ha provocado un dilema en algunos países por la competencia que se ha creado frente al rubro del taxi y su drástica baja en cuanto a demandas como, por ejemplo, en la capital de México donde la denominada “guerra por el mercado del taxi” , hace alusión a las empresas extranjeras que se aprovechan del vacío legal que existe con respecto a su funcionamiento, ya que no hay legislación específica que regule su servicio, aunque su presencia transgrede la ley de movilidad y el código fiscal. Este hecho, sin embargo, no las inhibe y están buscando ampliar su negocio a otras grandes ciudades. En este artículo número 258 señalan sanciones por dar servicios de transporte de carga o de pasajeros sin tener una concesión explicando: “Se impondrá de tres meses a dos años de pena privativa de libertad y una multa de cuatrocientos ochenta a quinientos días de salario mínimo vigente”. El problema no es el uso de las aplicaciones para conectar servicios de transporte, ya que incluso muchos taxistas (autorizados) usan aplicaciones como “EasyTaxi” o “Yaxi”, sino un problema que surge a partir de Cabify al ofrecer un servicio de transporte con autos particulares que no tienen autorización para el transporte “público” de pasajeros, violando el marco regulatorio del transporte generando una competencia desleal al no cumplir con una cromática, o medio de identificación oficial ya sea colores, bases, o detalles, seguro de transporte público, una licencia especial y sin contar con una concesión por parte del transporte público.

Cada país tiene un marco legal definido y distintas opiniones que escuchar. En Chile, por ejemplo, se está viviendo un proceso de culminación de las protestas de los taxistas y colectivos contra Cabify y Uber (el cual sería su competencia directa), aludiendo a esto, Jorge Sahd, profesor de Derecho Económico de la Universidad Católica de Chile responde a una carta hecha por los taxistas donde dice: “El que una actividad económica, como el caso de estas plataformas tecnológicas, no esté regulada por la ley, no significa que sea ilegal. Bajo ese argumento, cualquier innovación en el mercado sería ilegal por no estar contemplada en la ley. Para conductas de este estilo, las personas pueden hacer todo aquello que no esté prohibido expresamente. Porque en derecho, para que una conducta sea delito, debe estar expresamente descrita en el Código Penal. Por lo tanto, no hay delito”.

En Chile Uber y Cabify no cumplen con las normas del ministerio de transporte (MTT) porque sus choferes tienen licencia clase B, lo cual no está sujeto a las mismas revisiones técnicas que los taxis tradicionales y no cuentan con seguros al chofer y pasajero. Cabify no es un transporte público de pasajeros. No tienen patente de taxis, no pueden ir por vías exclusivas, no tienen un color ni cromática distintiva, por el contrario, son un transporte privado que está regulado por el Decreto 80 del MTT (Ministerio de transporte y Telecomunicaciones) del 2004 cuya fuente busca mejorar la calidad del transporte público y privado. Según Jorge Sahd la pregunta del millón es ¿están contribuyendo a mejorar la calidad del transporte público y privado?, desde nuestro punto de vista sí, los que no tienen posibilidad de manejar usan el transporte público o privado y Cabify se ha vuelto la mejor opción al momento de elegir entre un transporte privado y un taxi como transporte público. Es cuestión de tener una regulación mínima para que Cabify pueda competir en las mismas condiciones que los taxis, habiendo un registro de cuántos autos manejan por las calles, que se paguen los impuestos correspondientes y que se cuente con un seguro que garantice el respaldo ante cualquier eventualidad o contingencia, seguros que,